Relatos de curación
Deseo expresar mi agradecimiento a Dios por haberme mostrado el camino de la Verdad por medio de la Christian Science. En el año 1923 padecí de una enfermedad pulmonar, acompañada de fuertes hemorragias.
La Christian Science me fué presentada en un momento de extrema necesidad, por una buena amiga, quien me pidió que leyera el libro, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras”, de Mary Baker Eddy. En efecto, la obra me interesó mucho, aunque por el momento no me parecía poder entenderla.
Los muchos y buenos testimonios que aparecen en nuestros periódicos me impulsan a expresar mi gratitud por el aliento y apoyo que he recibido gracias a la cariñosa ayuda de practicistas de la Christian Science El nombre dado por Mary Baker Eddy a su descubrimiento (pronunciado Críschan Sáiens) y que, traducido literalmente, es la “Ciencia Cristiana”. , como también por mi propio estudio de las Lecciones Bíblicas.
Deseo verificar el testimonio de mi señora, y al mismo tiempo relatar algunas de la muchas bendiciones de las cuales yo he disfrutado mediante la aplicación de la verdad enseñada por la Christian Science. Cuando esta Ciencia vino a nuestro hogar por primera vez, yo no tenía necesidad de ninguna curación física, pero consentí en leer el libro de texto porque me dijeron que, leyéndolo, podría ayudar a mi familia, uno de cuyos miembros estaba fuera del alcance de toda ayuda material.
Han pasado unos veinte años desde que mi último testimonio apareció en el Sentinel, y me siento con deseos de volver a expresar por medio de los periódicos, mi gratitud hacia Dios por las nuevas bendiciones que he recibido merced a la Christian Science. Hace más de treinta años recibí tratamientos en la Christian Science por una grave afección a los ojos.
Hace muchos años, cuando yo era muy joven, me impresionó grandemente la protección contra la enfermedad y el pecado que ofrece la Christian Science. Recuerdo el siguiente ejemplo: Había guardado cama durante dos o tres días, cuando una amiga que era adepta de la Christian Science pasó por mi casa para convidarme a una pequeña función que se celebraba esa misma noche.
Las inspiradas palabras del profeta Jeremías: "Me buscaréis y me hallaréis cuando me buscaries de todo vuestro corazón" (Jer. , 29:13) se cumplieron para mí cuando en el año 1937 comencé a leer el libro de texto, "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras", por Mary Baker Eddy, nuestra Guía inspirada por Dios.
Con sincera gratitud hacia Dios por todo el bien que he recibido desde el primer día que conocí la Christian Science doy este testimonio. Hace más de veinticinco años los médicos dijeron que no me quedaban más que unos cuantos meses de vida, por padecer de una tuberculosis en los pulmones.
Mi primer testimonio apareció en The Christian Science Journal de febrero de 1913. Me complace hacer constar que las curaciones ahí relatadas han sido permanentes.
Hace mucho tiempo que tengo el deseo de expresar mi gratitud por las curas y bendiciones que he recibido gracias a la Christian Science. La primera cura que experimenté ocurrió cuando un pariente nuestro, que era Científico Cristiano, estuvo de visita en nuestro hogar.