Relatos de curación
Yo tuve el privilegio de haber sido adoptada y criada por una madre que era muy buena cristiana y muy afectuosa para conmigo. A mi vez yo le correspondía haciendo por ella todo lo que me era posible durante su larga enfermedad.
Tengo mucho que agradecer a Dios. La Christian Science entró en nuestro hogar cuando yo tenía seis años de edad.
Ofrezco este testimonio para expresar la gratitud que siento hacia Dios por toda la dicha que me ha proporcionado la Christian Science. Cuando esta Ciencia se me presentó por primera vez yo tenía unos setenta años de edad y me hallaba en condiciones desesperadas.
Deseo expresar públicamente mi gratitud a la persona que me señaló el camino hacia la curación en la Christian Science, en un momento en que todo parecía perdido. Yo había probado todo lo que las mejores autoridades médicas recomendaban para el tratamiento del asma.
Mi corazón se desborda de gratitud hacia nuestra Guía, Mary Baker Eddy, por la Verdad tan maravillosa que ella ha dado al mundo, y por la muchas bendiciones que he experimentado mediante el estudio de la Christian Science. En el año de 1913 tres eminentes médicos le dijeron a mi esposo que yo no podría vivir más de dos meses, porque padecía de un cáncer al estómago.
Hace unos veinticinco años que la Christian Science llegó a interesarme a causa de una enfermedad muy grave que yo padecía. Siempre había sido muy enfermiza.
La Christian Science El nombre dado por Mary Baker Eddy a su descubrimiento (pronunciado Críschan Sáiens) y que, traducido literalmente, es la “Ciencia Cristiana”. me ha servido de tanta ayuda durante los últimos años que quisiera relatar dos o tres de las curaciones que he experimentado, en la esperanza de que otros puedan recibir bendiciones similares.
Es con profunda gratitud que ofrezco el siguiente testimonio. Hace varios años fuí sanada de un coto interno.
En su libro de texto, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” nuestra venerada Guía, Mrs. Eddy, declara (pág.
Hace cosa de unos doce años, estando yo a punto de morir, una amiga recomendó a mi esposo que probara la Christian Science para salvarme. La enfermedad de que yo padecía había sido diagnosticada como reumatismo del corazón y anemia.