Relatos de curación
Mi interés por la Christian Science fué despertado por primera vez a causa de una curación que obtuvo mi madre de un padecimiento que sufrió de manera intensa durante diez años. En esa época ella se estaba preparando para una operación que, según los médicos, ofrecía su única esperanza.
La Christian Science me fué presentada en momentos en que me encontraba muy mal, tanto mental como físicamente. Durante muchos años yo había estado sufriendo de una neuritis facial, no pudiendo ni hablar ni comer sin sufrir dolores muy agudos.
Cuando la Christian Science El nombre dado por Mary Baker Eddy a su descubrimiento (pronunciado Críschan Sáiens) y que, traducido literalmente, es la "Ciencia Cristiana. " me fué presentada por primera vez, yo me sentía muy desdichada.
El siguiente testimonio de curación lo motiva mi profunda gratitud a Dios por el poder curativo de la Christian Science y por la alegría que ella ha traído a mi hogar. Con el Salmista podemos cantar: "¡Bendice, oh alma mía, a Jehová, y todas mis entrañas bendigan su santo nombre!
Hace más de diez años que conocí por primera vez personalmente la curación en la Christian Science. Supliqué a mi esposa, quien había estado concurriendo a los cultos de la Christian Science por algún tiempo, que me pidiera prestado el libro de texto, "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras", creyendo que al leerlo le podría señalar los errores en que, a mi juicio, se basaba dicha Ciencia.
Me es grato ofrecer este testimonio para la gloria de Dios. De todo corazón le agradezco a El por haberme llevado a la Christian Science, pues por su medio me he sanado.
Hace más de cinco años que conocí la Christian Science, y es con profunda gratitud que puedo decir que desde el primer momento de haber abrazado sus enseñanzas, todos los asuntos de mi familia y de mi propia vida empezaron a mejorar. Por años enteros yo había padecido de muchas aflicciones tanto físicas como mentales.
Yo he aguardado más de diez años para ofrecer este testimonio, no tanto con el fin de probar a la Christian Science sino para probarme a mí misma. Desde el principio me dí cuenta que se trataba de la verdad, pero no sabía si aun estaba preparada para recibirla.
Muchas veces desde el día en que me convertí en discípulo de la Christian Science, los testimonios de otras personas que han sido curadas por medio de esta religión me han dado mucho aliento, y espero que este testimonio mío sea de beneficio a otras personas. Hasta el momento de mi primera curación, yo no había oído hablar de la Christian Science, pero un amigo mío que se había sanado en la Christian Science, de la misma enfermedad que yo padecía, me aconsejó que fuese a ver a una practicista.
En la primera guerra mundial yo me había alistado como soldado en el ejército austrohúngaro. Lo que yo tuve que sufrir me desequilibrió por completo, y en el año de 1917 fuí declarado inútil para el servicio por los médicos de un hospital militar.