Editoriales
Si en realidad conociéramos al Amor divino, y reflejáramos este Amor completamente, podríamos sanar cualquier cosa. Podríamos traer cambios en la vida humana que serían comparables a las obras de Cristo Jesús.
La expresión “escala de valores” es bastante frecuente. Se refiere a la prioridad que la gente o las sociedades dan a las cosas.
Una mujer soltera o aquella que enfrenta la vida sola después de años de feliz matrimonio, puede encontrarse ante la oportunidad de hacer un gran descubrimiento. Puede percibir que, lejos de haber sido privada de algo, su vida es plena, llena de gozo, útil y enteramente satisfactoria.
Mary Baker Eddy habla por experiencia cuando escribe: “Comprendo que Dios es un pronto auxilio en todo momento de tribulación, — así Lo he hallado yo; y no quiero otros dioses, ni remedios basados en drogas, ni medicina material”. Miscellaneous Writings, pág.
Todos somos compradores y consumidores de los productos y servicios del comercio y la industria. Puede parecer que a veces se nos obliga a comprar artículos cuyo precio no guarda relación con su calidad, preciándose el comerciante de haber hecho una ganancia excesiva en lugar de preciarse de haber vendido un buen producto; o bien, cuando el servicio prometido deja mucho que desear una vez hecha la compra.
La Ciencia Cristiana revela a Dios como Espíritu infinito, el único creador, y al hombre y al universo, como Su concepto espiritual. Esto concuerda con las palabras de Cristo Jesús: "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren".
Todo acontecimiento en la historia es simbólico. Se lo ha creído significativo, pues, de lo contrario, no se habría dejado constancia de él.
La ira jamás se justifica. Ni siquiera la ira que afirma ser justa.
Durante el transcurso de un día activo, solemos pensar que nuestras obligaciones o circunstancias desfavorables, se han convertido en una carga casi insoportable. Probablemente estemos bajo la impresión de que hemos perdido nuestro sentido de dirección y de progreso ordenado.
Cuando tratamos de sanar un estado físico, especialmente uno doloroso, nos vemos tentados a contemplarlo, a palparlo o a escucharlo todos los días o a cada hora, y a preguntarnos: "¿Está mejor o está peor?" Cuando parece mejorar, nos sentimos alentados. Cuando parece empeorar nos desanimamos.