Mucho necesita el mundo de la comprensión espiritual que acompaña al verdadero concepto de Dios y el hombre como se revela en la Ciencia Cristiana Christian Science: Pronunciado Crischan Sáiens.. Esta Ciencia reitera la verdad implícita en la enseñanza bíblica de que existe un solo Dios, que es Todo-en-todo.
Este Dios es Amor, el bien infinito y universal. Es Vida existente de por sí, el eterno Yo soy. Es la sola y única inteligencia creativa. Es el Espíritu omnipresente, que llena todo espacio. Dios no es corpóreo ni material. Es la Verdad omnipotente, que posee todo poder. Es la única Mente, la fuente de todo pensamiento verdadero. Es Alma, expresándose en la belleza de la santidad y la inmortalidad de la Vida.
Este Dios Todopoderoso es el Dios del primer mandamiento. Muchos de los problemas que causan el mal gobierno de pueblos y naciones provienen de equivocadas concepciones humanas de la Deidad, falsas creencias en fuerzas contendientes y en muchos diferentes dioses o creadores. El mundo está en confusión porque la gente continúa haciendo caso omiso del primer mandamiento y prestando fe a otros dioses, otros poderes, creencias ilusorias que elabora en la imaginación y que dota de autoridad. La gente se olvida de que Dios es omnipotente, el Gobernante Supremo del hombre y el universo.
Mary Baker Eddy específicamente vincula el progreso que ha logrado la humanidad en salir de las tinieblas de la ignorancia y del temor con la comprensión más iluminada del primer mandamiento. En Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras escribe: “ ‘No tendrás otros dioses delante de mí’ (Éxodo 20:3). El Primer Mandamiento es mi texto favorito. Demuestra la Ciencia Cristiana”. Más adelante, en el mismo párrafo, continúa diciendo: “Un Dios infinito, el bien, unifica a los hombres y a las naciones; constituye la hermandad de los hombres; pone fin a las guerras; cumple el mandato de las Escrituras: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’; aniquila la idolatría pagana y la cristiana, — todo lo que es injusto en los códigos sociales, civiles, criminales, políticos y religiosos; establece la igualdad de los sexos; anula la maldición que pesa sobre el hombre, y no deja nada que pueda pecar, sufrir, ser castigado o destruído”.Ciencia y Salud, pág. 340;
Este concepto verdadero de Dios gobernará eventualmente a toda la humanidad cuando se ilumine con la comprensión espiritual que revela la Ciencia Cristiana. Jesús dijo a sus discípulos que ellos eran “la sal de la tierra” y “la luz del mundo”. Mateo 5:13, 14; Vigilando, orando y trabajando constante y persistentemente impedimos que esta sal pierda su sabor y esta luz se esconda o se pierda temporariamente. Sabemos que el Amor divino aniquila la envidia, el odio y el temor; que la Verdad divina destruye el engaño y la impiedad; que el Principio divino rectifica el desorden y el mal gobierno; que la Mente divina cura la ignorancia; y, finalmente, que nada puede ser verdadero en sentido absoluto, nada puede ser eterno, excepto Dios y Su idea, que lo manifiesta a Él.
En la Ciencia del ser, en la que el hombre es la idea infinita de Dios incluyendo toda idea correcta, la Mente divina abraza la idea dentro de su propia totalidad, y la idea existe en unión con su fuente como expresión espontánea de la Mente. La Mente no se encuentra jamás desprovista de su idea, y la idea no se encuentra jamás sin Mente, porque la Mente y su idea es una y lo incluye todo. Esta revelación de unidad acalla el concepto humano de dualidad y neutraliza las fuerzas contendientes de la mente carnal que se manifiestan como idolatría, crudo materialismo, ateísmo, intolerancia y falso gobierno. Hoy en día, hace gran falta establecer y fortalecer aquellos sistemas de gobierno que se considera que pueden asegurar mejor el progreso humano. Como declara la Sra. Eddy: “Sin un sistema apropiado de gobierno y normas para su funcionamiento, las naciones, las personas y la religión quedan sin protección”.Manual de La Iglesia Madre, Art. I, Sec. 9;
Cristo Jesús estaba consciente de las sugestiones agresivas de la mente carnal o mortal que quisieran conquistar el mundo por medio de las fuerzas del anti-Cristo. Valerosamente las manejó y rechazó en su experiencia en el desierto. Según la Biblia, el diablo lo llevó a un monte muy alto y le mostró “todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían”. Mateo 4:8–11;
Jesús rechazó el falso concepto de universalidad que trata de conquistar al mundo por medio de sistemas políticos o eclesiásticos, u otros sistemas aborrecibles y destructivos concebidos humanamente. Enseñó, en vez, a la humanidad cómo seguir en sus pasos, reconociendo solamente una Mente, un Dios, que es Todo-en-todo. El Maestro nunca fue influenciado por las sugestiones de la mente carnal, la falsificación de la consciencia, que es lo opuesto a Dios o el bien, porque resistió constantemente su mala influencia. Nunca trató de igualar el poder de Roma ni trató de combatir a sus enemigos con los medios de combate del mundo. Demostró en todo lo que dijo e hizo que la obediencia al primer mandamiento y el entendimiento de Dios como amado Padre, Espíritu, es el método divino de destruir los males del mundo y establecer el reino de Dios en la tierra.
Al ser interrogado por Pilato respecto a su reino, el Maestro dijo: “Mi reino no es de este mundo”. Juan 18:36; Instruyó a sus seguidores a confiar en la directiva e inspiración infalibles de la Mente divina en sus esfuerzos por hacer conocer sus enseñanzas a la humanidad. Y no hay duda de que estaba a la expectativa de que todo el mundo finalmente se beneficiaría y se bendeciría por su misión Mesiánica. Las últimas palabras que dirigió a sus discípulos antes de su ascensión fueron: “Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8;
El Maestro trabajó individual y universalmente. Nosotros haremos su trabajo a medida que nos interesemos genuinamente en el progreso de la humanidad y no nos limitemos solamente a solucionar problemas individuales o familiares. Ahora es el tiempo de despertarnos del sueño de la esclavitud de sistemas materiales de pensamiento, de las sugestiones agresivas e hipnóticas del mundo material. Con nuestras oraciones individuales y colectivas, con nuestro correcto pensar, y con nuestro reconocimiento diario de que si la gran Primera Causa es perfecta, su efecto también debe ser perfecto, suministraremos la guía espiritual que despertará a la humanidad al reconocimiento del Cristo, la verdadera idea de Dios y la filiación del hombre con Él. Ahora somos hijos e hijas de Dios. Dios nos ha dado el dominio y la gloriosa libertad con que ejercerlo.
La Sra. Eddy predijo que llegaría la hora en que el mundo entero se sometería al gobierno de Dios y Su Cristo. Escribe: “La personificación de la idea espiritual tuvo una historia breve en la vida terrenal de nuestro Maestro; pero ‘de su reino no habrá fin’, porque el Cristo, la idea de Dios, regirá al fin todas las naciones y todos los pueblos — imperativa, absoluta y definitivamente — con la Ciencia divina”.Ciencia y Salud, pág. 565.