
Editoriales
Hoy en día, no se necesita buscar mucho para encontrar voces que se alzan desafiantes y llenas de frustración. Los británicos expresaron en las urnas su consternación ante la economía y los escándalos en el gobierno.
La tecnología actual ha abierto las puertas a las comunicaciones de maneras sin precedente. Ahora hablamos con los demás mucho más que antes.
Los Científicos Cristianos saben muy bien que Mary Baker Eddy esperaba que su Iglesia abrazara al mundo. Su corazón tan Ileno de amor puro habló claramente cuando ella escribió: ".
Repasemos por un momento los hechos que llevaron a lo que en la historia cristiana se conoce como el día de Pentecostés. Las autoridades habían reprimido brutalmente al pequeño pero creciente movimiento cristiano.
Actualmente en las noticias se habla con frecuencia de situaciones que tienden a degenerarse, ¿Quién no se ha sentido conmocionado por los titulares que hablan de la degeneración del flujo de créditos en los mercados financieros mundiales, o de las campañas políticas que han degenerado en ataques personales? Asimismo, se escucha acerca de las tan publicitadas historias de la tendencia que tiene el cuerpo a degenerarse y su vulnerabilidad a las condiciones debilitantes. El ámbito médico define la enfermedad degenerativa como una condición que resulta en la pérdida progresiva de las funciones del cuerpo, caracterizada por el deterioro de células, órganos y sistemas.
Esta Navidad, el mejor regalo que puede dar a la sociedad es usted mismo, como sanador. Algunas personas están pensando seriamente en este compromiso público.
Disparar o no disparar al enfrentarse con piratas en alta mar. Invertir o no invertir en acciones que pueden representar un riesgo.
En una época había sido tan vibrante aquella iglesia fundada por el A póstol P ablo en É feso! H abía encendido el fuego en sus corazones. L es había hablado acerca de C risto J esús y sus curaciones, de su resurrección.
Para muchos que enfrentan hoy los desafíos propios de una economía global inestable, con todas sus incertidumbres y demandas personales, familiares y laborales, la idea de que se pueda vivir libre de estrés quizás parezca una utopía. Pero ¿qué ocurriría si este mundo súper estresado fuera en realidad un sueño? ¿Y si en medio de todas estas presiones y exigencias existiera una realidad viviente llamada Paz; una calma y una armonía inquebrantables creadas por Dios? Me refiero a una paz que nadie tiene que inventar; simplemente existe, y es lo único que existe.
Esta es una pregunta muy común, sobre todo cuando un país pasa por épocas de elecciones gubernamentales, sean de diputados, senadores o del mismo presidente. Es, sin duda, una buena oportunidad para comenzar de nuevo.