Editoriales
En una época había sido tan vibrante aquella iglesia fundada por el A póstol P ablo en É feso! H abía encendido el fuego en sus corazones. L es había hablado acerca de C risto J esús y sus curaciones, de su resurrección.
Para muchos que enfrentan hoy los desafíos propios de una economía global inestable, con todas sus incertidumbres y demandas personales, familiares y laborales, la idea de que se pueda vivir libre de estrés quizás parezca una utopía. Pero ¿qué ocurriría si este mundo súper estresado fuera en realidad un sueño? ¿Y si en medio de todas estas presiones y exigencias existiera una realidad viviente llamada Paz; una calma y una armonía inquebrantables creadas por Dios? Me refiero a una paz que nadie tiene que inventar; simplemente existe, y es lo único que existe.
Esta es una pregunta muy común, sobre todo cuando un país pasa por épocas de elecciones gubernamentales, sean de diputados, senadores o del mismo presidente. Es, sin duda, una buena oportunidad para comenzar de nuevo.
Influencia. ¡Qué palabra más problemática! Algunas veces con una connotación adversa y otras, Favorable.
Como un amanecer a principios de la primavera que silenciosamente transforma el paisaje invernal en un refugio y trae esperanza al gorrión solitario, que en vez de migrar se quedó y soportó las duras tormentas de nieve, el poder renovador de Dios tiene un impacto enorme tanto en las cosas grandes como en las pequeñas. El Salmista sugiere lo mismo cuando dice: “[Tú] renuevas la faz de la tierra”.
Ala gente de nueva inglaterra, especialmente aquellos que viven cerca de alguna de las numerosas lagunas que hay en esta zona, les es familiar el graznido de los gansos silvestres. Estas aves vuelan en gran número, formando poderosas bandadas que recorren miles de kilómetros al migrar de norte a sur.
El terrorismo es una preocupación crónica para el mundo moderno. Por momentos, se mantiene en estado latente en el fondo del pensamiento, eclipsado por otras noticias, y en otros se agudiza y domina la atención del público al punto de excluir casi todo lo demás.
Sin el Impulso hacia delante un avión no puede elevarse. No obstante, con el suficiente empuje la nave—que puede pesar cientos de toneladas—despega y se sustenta en el aire con elegancia.
¡LEY! La palabra misma incluye el poder de la Ciencia divina. La Ciencia Cristiana es la ley espiritual hecha práctica en la vida.
Cuántas veces le han preguntado "¿Eres feliz?" A mí me han hecho esta pregunta tantas veces, que he aprendido que existe una sola respuesta: "¡Claro que sí, soy muy feliz!" Me sorprendió mucho descubrir que algunas personas no pueden aceptar que seamos felices o que estemos satisfechos con la vida. Tal vez sea porque nuestro pensamiento ha sido condicionado a aceptar que la falta de felicidad, la depresión y la tragedia tienen tanto peso como la felicidad y la alegría.