Editoriales
La autoridad y la responsabilidad son parte integral de la sociedad humana organizada. Pero es posible que sean, a veces, el blanco de grandes y opositoras presiones, terreno de desacuerdo y rivalidad.
Cuando Cristo Jesús envió a sus setenta discípulos por el mundo a predicar el evangelio, dijo: “En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa”. Lucas 10:5; Más que un saludo cortés, en este caso, para algunos las palabras de Jesús podrían haber indicado que estaba por cumplirse el gran anhelo de una nación.
Al hacernos esta pregunta, es posible que algunos de nosotros nos inclinemos a pensar en el número de miembros de la iglesia. Pero el propósito de este editorial no es el de analizar cifras.
Desde el momento de nuestra primera vislumbre firme de la verdad científica, podemos comenzar a curar. Sin embargo, la curación en la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) significa mucho más que sanar la enfermedad.
La crucifixión y resurrección de Cristo Jesús ofrecen a los cristianos una lección muy significativa que debemos aprender — nos enseñan a ser hombres y mujeres de visión. Es evidente que Jesús era un hombre de incomparable visión.
¡Pensamientos — miles de pensamientos! Estos pensamientos fluyen por la mente humana todo el día en una corriente constante. Estamos completamente conscientes de muchos de ellos, pero de otros no lo estamos.
Podemos desprendernos de los síntomas materiales de mala salud reconociendo la evidencia espiritual de la bondad de Dios precisamente donde esos síntomas parezcan manifestarse. Este cambio de falsos síntomas por la evidencia verdadera es esencialmente un acontecimiento mental.
La oración generalmente es una experiencia muy apacible, muy tranquila y enaltecedora, en la cual no se hace hincapié sobre el cuerpo material. El tratamiento eficaz, por medio de la oración, nace de una más profunda comprensión de la espiritualidad pura del hombre y de su relación con Dios, el Alma.
Generalmente se considera que el regocijo es una consecuencia en lugar de causa. La mayoría de la gente piensa que es una emoción resultante de la armonía, en vez de un poder que puede producirla.
Una vez que hemos experimentado la inspiración espiritual no queremos perderla jamás. La inspiración nos permite liberarnos de la creencia en la restrictiva vida material y nos conduce hacia el conocimiento del Espíritu infinito.