La Christian Science El nombre dado por Mary Baker Eddy a su descubrimiento (pronunciado Críschan Sáiens) y que, traducido literalmente, es la “Ciencia Cristiana”. me ha servido de tanta ayuda durante los últimos años que quisiera relatar dos o tres de las curaciones que he experimentado, en la esperanza de que otros puedan recibir bendiciones similares.
La primera cura sobresaliente que experimenté tuvo lugar hace unos tres años. Durante varios años había sido propenso a desmayos periódicos. Había tratado de curarme por mis propios esfuerzos, pero sin resultado. Entonces solicité la ayuda de un practicista de la Christian Science y dentro de una semana el mal desapareció. Casi un año después me vinieron temores de que pudiera padecer una recaída, pero felizmente, gracias a la afirmación de la verdad de que la cura en la Christian Science es permanente, el temor fué destruído muy pronto y jamás he vuelto a padecer ese mal. En esta ocasión las siguientes palabras del libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras”, por Mary Baker Eddy, me fueron muy útiles (pág. 392): “La afirmación física de la enfermedad debiera refutarse siempre con la negación mental.”
Hace varios años que, con la ayuda de un practicista, fui prontamente aliviado de un dolor causado por una inflamación de las encías, y recientemente fui aliviado, en un caso similar, por la verdad contenida en el siguiente pasaje de Ciencia y Salud (pág. 463): “Una idea espiritual no tiene ni un solo elemento de error, y esta verdad elimina debidamente todo lo que sea nocivo.”
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!