La demostración es algo que llega muy al corozón a los estudiantes de la Christian Science, porque una demostración, tal como se emplea el término en esta Ciencia, es una prueba de que uno está despertando de un sentido mortal y falso de la existencia y empezando a ver el mundo tal como Dios lo creó, espiritual, armonioso e inmortal.
“Demostrar” significa probar, y es obvio que este término sólo debiera usarse juiciosamente y en su relación con aquello que es demostrable. Por ejemplo, no debiéramos pretender con ligereza haber demostrado alguna cosa material, como ser una casa nueva o una mayor entrada. Más bien debiéramos reconocer que hemos demostrado o probado una verdad espiritual, una ley divina, o el eterno Principio del ser. Para el sentido humano, tales demostraciones se manifiestan como la curación de alguna discordancia, porque el falso sentido mortal se ve mejorado por la aceptación de conceptos espirituales. El tal llamado hombre mortal se hace menos mortal.
Mary Baker Eddy, la venerada Descubridora y Fundadora de la Christian Science, reveló ciertas realidades espirituales muy profundas que siempre han existido, pero que la llamada mente humana necesita percibir. Estas realidades comprenden la unidad y totalidad de Dios, la Mente divina; la perfección de todo lo que ha creado la Mente, y la unidad de Dios y el hombre — de la Mente y su idea — inseparables como causa y efecto. La Christian Science demuestra la presencia y realidad de estas poderosas e irrefutables verdades. Saca a luz la ley invariable de la Vida, el Espíritu y la Mente, que dirige y gobierna el universo espiritual de Dios — la ley que anula invariablemente todas las supuestas leyes de la materia.
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