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"¡Gustad y ved que Jehová es bueno: dichoso...

Del número de enero de 1951 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


"¡Gustad y ved que Jehová es bueno: dichoso el hombre que confía en él!" (Salmos, 34:8.) Nuestro Padre-Madre Dios ha sido muy bondadoso para conmigo. Aun antes de que Le conociera, es decir, cuando no tenía el concepto verdadero de Dios, el Principio o el Amor vino a mi ayuda e hizo que la luz de la Christian Science iluminara mi camino.

Ese mismo Principio me ha protegido; y cuando he olvidado su presencia, ha reparado, mediante el Cristo, la Verdad, los daños que de ello resultaron. Por ejemplo, hace varios años, antes de que recibiera las bendiciones resultantes de un curso de instrucción en una clase autorizada de la Christian Science, sufrí un ataque que me hizo caer violentamente sobre la vereda, dando contra una puerta de acero de un sótano abierto. Al recobrar los sentidos unas cinco horas más tarde, me hallé en una sala de primeros auxilios. La enfermera y su ayudanta se sorprendieron grandemente al ver que me hallaba con vida. Mientras hablaba con ellas sentí un fuerte dolor al hombro y a la espalda; también se presentaron síntomas de entorpecimiento y otros más. La ayudanta me informó que yo había sufrido un ataque de epilepsia y que al caerme contra la puerta de acero me había fracturado el hombro. Yo sabía que esto no era la verdad a pesar de toda la evidencia en sentido contrario.

Sentí gratitud por el amor que reflejaban estas ayudantas, quienes me pusieron el brazo en un cabestrillo para aliviarle el peso al hombro fracturado y dislocado, diciéndome que debía consultar al médico de familia en seguida. Una declaración de Mrs. Eddy que yo había leído en la página 132 de su obra The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany llenaba mi pensamiento y les respondí que Dios era mi único médico. Al enterarse de que yo era un Científico Cristiano, me aconsejaron que fuera a ver un practicista inmediatamente. Si esto hubiera ocurrido unos cuantos años atrás ciertamente habría recurrido a un médico pues me era muy difícil creer que la Christian Science pudiera volver un hueso a su lugar o sanar los huesos fracturados.

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