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Reuniones celebradas al tiempo de la Asamblea Anual de 1950

Del número de enero de 1951 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Observaciones tomadas de los discursos pronunciados en La Iglesia Madre el 6 de junio de 1950.


Reunión sobre los frutos derivados de los periódicos

Palabras introductoras

La oportunidad que se presenta a la Christian Science
El nombre dado por Mary Baker Eddy a su descubrimiento (pronunciado Críschan Sáiens) y que, traducido literalmente, es la "Ciencia Cristiana". hoy día, a través de su literatura, es de una importancia trascendental. Acabo de regresar de un viaje de varias semanas en una parte del mundo en la cual, en ciertas zonas, un solo ejemplar de un periódico de la Christian Science es un raro y muy preciado tesoro. Nuevamente hay lugares en el mundo en que la circulación de nuestra literatura ha sido prohibida. Para todos nosotros cada ejemplar de una publicación de la Christian Science debería ser tan precioso como lo es para aquellas personas que viven bajo esas circunstancias de aparente prohibición, pues cada ejemplar lleva en sus alas un mensaje que despierta el pensamiento y trae curación. Cada ejemplar viene armado con el poder y la fuerza del imperativo Verbo de Dios.

Repetidamente somos testigos en estos tiempos del hambre espiritual existente por doquier. Este es el estado de ánimo con el cual la humanidad inicia la segunda etapa del siglo veinte, actitud bien distinta a la del materialismo confiado con el cual comenzó el siglo. En aquel entonces los periódicos de la Christian Science eran muy nuevos, algunos de ellos aun no habían aparecido. Cuando en 1908 The Christian Science Monitor apareció por primera vez, fué saludado con arrogante y cínico desprecio. ¡Cuán distinta es la posición que hoy ocupa nuestro gran diario cotidiano y las demás publicaciones de la Christian Science!

Hoy en día se reconoce más y más la hazaña de Mary Baker Eddy en el campo del periodismo al fundar un diario que ya goza en gran medida del prestigio y autoridad que nuestra Guía, en su inspiración, había previsto para él. Pero esto es tan solo un comienzo. La tarea para los Científicos Cristianos ahora consiste en que ellos mismos utilicen los periódicos de la Christian Science para así responder a las exigencias del despertar espiritual que se va produciendo en el mundo de hoy. A medida que los Científicos Cristianos mismos vayan haciendo uso de estos sus propios mensajeros, serán capaces de hacer frente a las necesidades del mundo, y el mundo a su vez responderá.

En los primeros días de nuestro movimiento, nuestra valiente Guía y sus discípulos fueron objeto de toda clase de persecuciones y ataques. Sin embargo, la Christian Science siguió prosperando aun bajo estas condiciones adversas, pues sus adeptos respondieron al desafío, firmes y unidos. Las adversidades y el desafío que nos confrontan hoy son de otra índole. Por un lado tenemos el peligro de la apatía que se produce por causa del prestigio de que hoy goza la Christian Science en muchas comunidades. Por otra parte, existe la grave amenaza que se presenta a la sociedad mundial en el peligro de una guerra con armas modernas.

Este peligro es, sin duda, el desenvolvimiento de los hechos, tal como Mrs. Eddy lo previó y explicó, por ejemplo en la página 97 de "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras", donde ella escribe: "Cuanto más destructiva se vuelva la materia, tanto más aparecerá su nada, hasta que la materia llegue a su cenit mortal en la ilusión y desaparezca para siempre."

Los Científicos Cristianos pueden y deben responder hoy a estos nuevos desafíos en esta hora apocalíptica, si se valen de los medios que tienen a la mano. Pero este es un momento en que se requiere constante vigilancia, denuedo y visión comparables a los que caracterizaban a nuestra Guía, y además lealtad, unidad y esfuerzos incesantes. Los periódicos de la Christian Science son el llamado de clarín diario, semanal, mensual y trimestral en este nuevo desafío.

Pero nuestras publicaciones tienen que ser aprovechadas si es que han de tener un valor práctico. Por más iluminado o profundo que fuera un artículo, hasta que haya sido leído y haya penetrado en el pensamiento tanto individual como colectivo, no tendrá en sí valor alguno. La circulación y el uso de los periódicos de la Christian Science debe aumentar, señalando así nuestra utilización de los medios de que disponemos para despertar la consciencia. Las publicaciones son todas parte de la túnica "sin costura" de la curación. Cada una tiene una misión especial. Tomadas en conjunto, nos proveen del mensaje total de la victoria.

El Trimestral de la Christian Science en el cual se citan los pasajes que componen nuestra lección semanal es en cierto modo la piedra angular de nuestro arco unido. De su uso, sin duda, depende la prosperidad de la Christian Science, y con ello "la salud de las naciones". Aceptemos entonces las altas y exigentes responsabilidades que son nuestras. Hagamos frente a las adversidades del momento con júbilo y renovado vigor.

El mundo aguarda el despertar espiritual que ofrece la Christian Science. Mas el mensaje sanador tiene que circular, y los Científicos Cristianos mismos son los únicos que pueden realizar esta tarea. No es mera exageración retórica el sostener que el destino de la civilización entera en este momento de la historia humana depende de nuestra respuesta.

La misión del Departamento de Circulación

A los sumisos y humildes que hallaba a lo largo del camino, al enfermo, el pecador y el desechado, dondequiera que los hallara, Jesús llevaba el mensaje del Cristo, que sana y salva, sirviendo de ejemplo para todos quienes deseen seguir en sus pasos.

Dirigiéndose a los once, momentos antes de su ascensión, Jesús dijo (Marcos, 16:15): "Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura." Se relata que "ellos, saliendo, predicaron en todas partes, obrando el Señor con ellos, y confirmando la palabra con las señales que la acompañaban."

Con gran percepción, Mary Baker Eddy proveyó a sus discípulos de un medio autorizado mediante el cual podrían dejar constancia a través de los siglos de la curación en la Christian Science —"las señales" que acompañan su religión. Durante el último año más de ochenta millones de ejemplares de los periódicos de la Christian Science dieron pruebas a la humanidad de cómo se está beneficiando el mundo con el descubrimiento de la curación primitiva cristiana hecho por nuestra Guía.

Tal como las cartas de Pablo a los romanos, los corintos, los hebreos y otros fueron el testimonio y la prueba del poder curativo de Dios en aquel entonces, así también los periódicos de la Christian Science están confirmando la Palabra de Dios en los tiempos actuales.

La misión del departamento de circulación es la de promover la eficacia de las publicaciones de nuestra Guía y hacer que sean mejor conocidas en todas partes del mundo.

Jamás hubo en la historia del mundo tan vasta difusión de pruebas escritas del poder de Dios en la vida diaria como las que ahora están llegando a las partes más lejanas de la tierra.

El servicio más grande que ofrecen nuestros periódicos reside en las pruebas autorizadas que ellas reunen de que el ministerio de la curación cristiana ha sido restaurado. La misión de este departamento es la de asegurar que estas pruebas acumuladas sean más asequibles a toda la humanidad.

Los informes que recibimos de todas partes del mundo indican cómo los periódicos de la Christian Science con sus pruebas documentadas de las señales que la acompañan están llegando a los rincones más remotos del mundo.

Citamos el ejemplo del Científico Cristiano en un pequeño pueblo en la isla de Ceilán. Al compartir sus periódicos con sus vecinos, ha podido interesar a varias personas que eran antes budistas y que ya han experimentado curaciones mediante la Christian Science. Estas personas están a su vez compartiendo los periódicos con amigos y vecinos.

Citamos además el ejemplo de un natural de Nigeria, Africa Occidental, que está dedicando todo su tiempo a la práctica de la Christian Science y para quien los periódicos con sus pruebas de curaciones experimentadas son en verdad eficaces misioneros. Nos escribe que los periódicos son su medio de publicar "las buenas nuevas de gran gozo".

Tan indispensables son los periódicos para estos suscriptores que en algunos casos han pagado hasta veinte veces el valor de una suscripción corriente con tal de recibir el Monitor por vía aérea. Tenemos además el ejemplo del redactor de uno de los diarios en Atenas, Grecia, quien a pesar de desconocer la Christian Science, pagó trescientos cincuenta y dos dólares por una suscripción de un año al Monitor, a fin de que se le enviara por correo aéreo. Acaba de renovar esa suscripción por otro año.

Como modelo para los que se dedican a las actividades de la circulación en todas partes del mundo, tenemos el ejemplo de nuestro representante en una pequeña ciudad de Nueva Zelandia, quien obtuvo más de cuatrocientas suscripciones nuevas al Monitor durante el año transcurrido, la mayoría de ellas a nombre de personas que desconocían la Christian Science.

Como compañeros de trabajo en esta actividad de circulación, cuán aplicables hallamos la descripción de la ciudad de Sión que nos da Mrs. Eddy en la página 575 de "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras", y que dice: "De la parte del norte sus puertas abren hacia la Estrella Polar, la Palabra, el imán polar de la Revelación; de la parte del este, hacia la estrella vista por los Magos del Oriente, que la siguieron hasta el pesebre de Jesús; de la parte del sur, hacia los trópicos tan geniales, con Cruz del Sur en los cielos, — la Cruz del Calvario, que ata a la sociedad humana en solemne unión; de la parte del oeste, hacia la magna comprensión de la Costa Dorada del Amor y el Mar Apacible de la Armonía."

La misión del departamento de circulación es ayudar a construir esta ciudad cuadrada.

La misión de nuestro Departamento de Anuncios

Se ha dicho que después de su descubrimiento de la Christian Science, nuestra bien amada Guía, en su gratitud, oró a Dios: "Padre mío, ¿no podría yo llevar esta preciosa verdad a mis hermanos y hermanas?" (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany por Mary Baker Eddy, pág. 62.) Este anhelo fué la nota tónica de todo cuanto ella hizo de ahí en adelante. Al establecer La Iglesia Madre y sus múltiples actividades, ella sólo tenía un objetivo — compartir con todos la verdad que sana. Era natural pues que ella esperara que su diario The Christian Science Monitor, fundado para bendecir a todo el mundo, tendría una misión curativa.

De ahí que la misión del Departamento de Anuncios del Monitor es también la de sanar. Presenta la Christian Science al mundo de los negocios, respondiendo a necesidades legítimas, lo que a su vez contribuye hacia los gastos de producción del Monitor. Al dar "a César lo que es de César", cumple admirablemente el mandato de Jesús, ya que también "da a Dios lo que es de Dios."

Nuestros setecientos representantes tienen pues dos objetivos: conseguir avisos y hacer las veces de misioneros de la Christian Science. Este ramo de nuestras actividades es distinto a todos los demás. En tanto que las personas que concurren a nuestras iglesias, que asisten a nuestras conferencias y acuden a nuestras salas de lectura y a nuestros practicistas, lo hacen de su propia voluntad, nuestros representantes se ponen en contacto con sus futuros clientes sin invitación. A veces hallan cierta resistencia, la que sin duda se debe a los prejuicios o la ignorancia. En tales casos la misión curativa de nuestro representante comienza allí mismo.

En la época en que Hitler subía al poder en Alemania, un representante nuestro hizo su acostumbrada visita a un negociante israelita que era un conocido filántropo, quien se hallaba desesperado a causa de las crueles persecuuciones que sufría su pueblo. En su angustia, preguntó: "¿Cómo puede usted explicar estas cosas — hombres, mujeres y niños inocentes torturados sin justificación alguna?"

Orando fervientemente por ser guiada, la Científica Cristiana respondió sobre la base del primer mandamiento. Le citó del Antiguo Testamento (la única parte de la Biblia que sería aceptable a su interlocutor) incidente tras incidente demostrando que aquellos que se rehusaron a aceptar los dioses del temor, el odio y la materialidad, poniendo su entera confianza en el único y verdadero Dios, fueron salvados.

A medida que analizaban las experiencias de Moisés, Daniel y los tres hebreos que fueron echados al horno ardiendo en fuego, el comerciante recobró la paz interior. En los años que siguieron ha estado leyendo Ciencia y Salud y se ha convertido en un ardiente fensor de la Christian Science, la que ha recomendado a muchos que se hallaban en angustia.

Este es uno sólo de los innumerables casos de curación que resultan de las visitas hechas por nuestros representantes en el servicio del Monitor. Como lo expresa Pablo en su Epístola a los Hebreos (11:32): "¿Y qué más diré? porque me faltará el tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Samsón, y de Jefte, de David también, y de Samuel, y de los profetas."

Ustedes que apoyan a nuestros anunciantes, informándoles que son lectores del Monitor, participan de esta actividad sanadora. Su apoyo completa el benévolo ciclo de la oferta y la demanda.

Así perpetuamos la oración que se le atribuye a nuestra Guía: "Padre mío, ¿no podría yo llevar esta preciosa verdad a mis hermanos y hermanas?"

The Christian Science Monitor y su misión

Nuestro diario The Christian Science Monitor presenta a nuestro pensamiento horizontes cada vez más amplios. Gracias a él, los Científicos Cristianos se mantienen al tanto de los asuntos mundiales. Esto es algo muy importante en nuestros tiempos, pues un mundo inquieto tiene gran necesidad de la influencia tranquila y sanadora del pensamiento imbuído de la Christian Science.

Mucho antes de que Mary Baker Eddy estableciera un diario cotidiano, ella habló del "monitor espiritual". En una conferencia pronunciada en Chicago en el año 1888, Mrs. Eddy declaró: "El monitor espiritual, bien comprendido, es la coincidencia de lo divino con lo humano, el pináculo de la Christian Science" (Miscellaneous Writings, pág. 100). Puede que cuando ella hizo esta observación no haya tenido pensado el fundar un diario, pero el hecho de que más tarde le diera ese nombre es sin duda significativo. Pues "la coincidencia de lo divino con lo humano" mencionada en este pasaje se convierte en una realidad cuando los Científicos Cristianos aplican la Verdad a los problemas mundiales.

Hoy más que nunca es imperativo que los Científicos Cristianos, al hacer su trabajo metafísico diario, piensen de los problemas mundiales que tienen por delante. Estos problemas no están aparte ni alejados de nosotros, ni de nuestro movimiento.

El materialismo está desafiando abiertamente al Cristo. En muchos frentes el mal se está manifestando de manera audaz a la vez que agresiva. Mrs. Eddy previó el trastorno que había de sufrir la mente mortal y la parte que les tocaría a los Científicos Cristianos en estos tiempos. "Durante este conflicto final", escribe ella en "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" (págs. 96, 97), "ciertas mentes malignas se esforzarán por encontrar medios para causar más daño; pero los que conozcan la Christian Science pondrán un freno al crimen. Ayudarán a expulsar el error. Mantendrán la ley y el orden, y esperarán gozosos la certeza de la perfección final."

Se dice que un corresponsal que se entrevistaba con Mrs. Eddy en Concord, abordó el tema de la situación en China. Para gran admiración de él, Mrs. Eddy discurrió sobre la situación en detalle durante más de una hora con una profunda perspicacia y un conocimiento a fondo de las condiciones sociales, políticas y económicas en ese país. Más tarde el corresponsal declaró que se maravillaba de que una mujer que vivía tan apartada del mundo pudiera estar tan al tanto de lo que pasaba en él. (Véase la biografía Mary Baker Eddy: A Life Size Portrait por Lyman P. Powell, pág. 205).

Puesto que ella se interesaba tanto por las cuestiones mundiales, es muy natural que Mrs. Eddy deseara incluir en el conjunto de publicaciones de la Christian Science un periódico cotidiano internacional.

El mundo del periodismo aun se maravilla acerca del Monitor. El mero hecho de que exista una publicación de esta índole ya es una noticia — una buena nueva, tal como lo demuestran el gran número de artículos sobre nuestro periódico publicados recientemente en diversas revistas.

El Monitor llena además otro papel vital que no debiera olvidarse ni menospreciarse. El de misionero. Lleva el nombre de "Christian Science" y la reputación de nuestro movimiento a todas partes del mundo. Que el Monitor tenga ese papel de misionero no es mera casualidad. Con esa clara visión que la caracterizaba y que abarcaba al munto entero, Mrs. Eddy previó para nuestro diario el rol de un misionero cuando lo llamó The Christian Science Monitor.

El Monitor será tan bueno y eficaz como nosotros mismos lo hagamos. Representa un esfuerzo colectivo, la demostración de todos los Científicos Cristianos. A medida que progresemos nosotros, el Monitor también hará progresos cada vez mayores, pues su contenido, su difusión y su misión reflejan el trabajo metafísico que en efecto constituye su verdadera publicación.

La misión de nuestros periódicos

"¡El Señor da la buena nueva; numerosa es la compañía de [los] que la publican!" (Salmos, 68:11.) Numerosa en verdad es la compañía de los que publican el Verbo de Dios, tal cual nos lo revela la Christian Science. No somos un pequeño pequeño grupo aislado, sino un grupo numeroso, bien unido. Estamos trabajando y orando con un solo motivo, una sola esperanza, un solo ideal: el de sanar mediante la Ciencia del Cristo, o sea la Christian Science.

Es sobre la Roca, el Cristo, que Mrs. Eddy ha establecido La Iglesia Madre. Es sobre la Roca del Cristo que ella también ha establecido todas sus actividades afiliadas, incluso los periódicos de la Christian Science. San pablo declaró (I. Cor., 3:11): "Nadie puede poner otro fundamento, fuera del que está ya puesto, el cual es Jesucristo."

Puesto que nuestro trabajo en la Christian Science está fundado sobre el Cristo, es natural que el objetivo principal de nuestros periódicos sea el de sanar. Con este fin deben estar imbuídos de la inspiración espiritual tan indispensable para la curación. Esta inspiración se logra manteniendo la pureza del Verbo y viviendo o ejemplificando su espíritu.

Sólo la Christian Science pura y genuina debe llegar a los lectores por vía de nuestros periódicos religiosos. No debemos imprimir absolutamente nada que no pueda ser confirmado en las obras de nuestra Guía. Esto require gran vigilancia por parte de los redactores. Siempre tenemos presente las palabras de Cristo Jesús, escogidas por Mrs. Eddy como el texto que aparece en la cubierta del Christian Science Sentinel: "Lo que os digo a vosotros, a todos lo digo: ¡VELAD!"

Nuestra responsabilidad en cuanto al mérito de las publicaciones de la Christian Science es compartida por nuestros colaboradores, quienes son todos miembros de La Iglesia Madre. Ellos cumplen con su parte al enviarnas artículos y poemas, muchos de los cuales provienen de sus propias experiencias espirituales. Siempre nos es grato el poder contar con más y más colaboraciones enviadas por Científicos Cristianos que escriben porque sus corazones se desbordan de alegría y gratitud, pues como Cristo Jesús ha dicho: "De la abundancia del corazón habla la boca."

Nunca olvidamos que nuestra bien amada Guía fundó todos los periódicos de la Christian Science: el Journal, el Sentinel, el Heraldo y The Christian Science Monitor; les asignó una misión curativa y regeneradora y los vigiló solícitamente en los primeros años de su aparición. Estos periódicos llevan la verdad curativa a muchas regiones distantes y mantienen la norma de la Christian Science: Dios perfecto y hombre perfecto. Es esta su misión.

Al fijar en el pensamiento las impresiones de la Verdad y del Amor, estas publicaciones borran las falsas impresiones del pecado, la enfermedad y el desastre que continuamente circulan a través de la prensa y la radio.

Cuando comprendamos a fondo la misión curativa de nuestros periódicos, estaremos plenamente conscientes de todo el bien que hacen merced a la inspiración que los anima. Como hijos de Dios, ya no somos las víctimas de impresiones falsas sino que llevamos grabadas en el pensamiento las impresiones del Espíritu, y estamos más conscientes de nuestra herencia espiritual de libertad, de felicidad y de salud.

Una de las misiones de los periódicos de la Christian Science es la de llevar a los hombres la comprensión divina de Dios. Semana tras semana, mes tras mes, estos mensajeros alados llevan el glorioso mensaje de la curación en la Christian Science al pensamiento receptivo de aquellos que buscan la Verdad.

Con cuánta gratitud debiéramos apoyar estos misioneros impersonales, leer lo que han escrito otros Científicos Cristianos y amar y cultivar el espíritu cristiano y la Ciencia del cristianismo que ellos expresan. Mrs. Eddy declara (Miscellaneous Writings, pág. 113): "Nuestras iglesias, The Christian Science Journal y el Trimestral de la Christian Science son fuentes prolíficas de poder espiritual, cuya influencia intelectual, moral y espiritual se hace sentir en todas partes de la tierra."

Las Lecciones Bíblicas

En el año de 1895, Mary Baker Eddy tomó una de esas decisiones trascendentales que desde el principio marcaron el progreso de la Christian Sciennce. Este memorable acontecimiento fué comentado por ella en su obra Miscellaneous Writings (págs. 313, 314) como sigue: "Humildemente y, según creo, divinamente guiada, pro la presente instituyo la Biblia y 'Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras' como el único pastor de la Iglesia Científica de Cristo, en este y en todo otro país." También indicó que este pastor proveería cada semana una lección. El Manual de La Iglesia Madre contiene una cláusula en este sentido y declara además que la prosperidad de la Christian Science depende en gran parte de esta Lección.

Una lección significa algo que se enseña o que se aprende y por tanto algo que exige la atención, el esfuerzo individual. Pero la palabra "pastor" implica algo más que la necesidad de proveer una lección. El pastor predica, y cuida a su rebaño. Nuestra Guía indicó este significado más amplio al introducir el término "Lección-Sermón". Ahora bien, en tanto que la Lección-Sermón". proviene de la comprensión y expresión de Dios y del hombre, y se dirige a todo el rebaño, su aceptación y los efectos que produce son individuales. De manera que en realidad la Lección es dirigida a cada uno de nosotros.

En el fondo, la consciencia colectiva no existe. Cuando Jesús enseñaba y alimentaba a las multitudes, se dirigía al individuo y llenaba las necesidades de cada uno, según su estado de conscienncia. Sus sermones no sólo satisfacían la grande hambre espiritual de las multitudes sino que se dirigían a las ansias de corazón y a las necesidades físicas de cada uno.

Anteriormente, yo solía estudiar la Lección-Sermón con el firme propósito de comprender el plan que habían seguido los compiladores, y a veces no solamente hallaba dificultad en seguir ese plan sino aun mayor dificultad en hacer que tal conclusión satisfaciera mi propia necesidad. Mas, cuando comencé a sentir que la Lección estaba dirigida especialmente a mí, en mi actual estado de consciencia, en vez de tratar de adaptarme a una exhortación determinada, pude valerme de la inspiración y el consuelo que me ofrecía el ministerio de mi pastor, que sana y salva, y de ese modo la Lección iba llenando mis necesidades.

El no sentirme obligado a comprender la estructura completa de la Lección, según fué ideada por los compiladores, contribuyó en gran parte a liberarme de las fórmulas trilladas en mi estudio y a mantener la espontaneidad en la búsqueda indispensable de la gracia que constituye nuestro pan de cada día. Libre de todos los métodos prescritos o proscritos y de las consiguientes limitaciones en mi estudio, al escudriñar celosamente la Lección hallé que sus tesoros fueron revelándoseme, y luego comprendí que nuestra Guía nos proporcionó esta poción espiritual sin precisar el momento o la manera en que ha de embeberse. Requiriendo sólo nuestra receptividad, la Lección clama (Isa., 55:1): "¡Todos los sedientos, venid a las aguas!"

El empleo de la palabra "sermón" hecho por Mrs. Eddy fué naturalmente disputado por aquellos que no son amigos del progreso, aun tratándose del uso de las palabras. En su mensaje a La Iglesia Madre para el año 1901, nuestra Guía respondió a estas críticas, declarando (pág. 11): "Quien afirma que no puede haber sermón sin un predicador personal olvida algo que el Científico Cristiano jamás olvida, a saber: que Dios es una Persona y que debiera estar contento de poder escuchar un sermón de su Dios personal." Una persona es un ser consciente; esto define correctamente tanto a Dios como a Su reflejo, el hombre. La Biblia nos dice que Dios, la Mente del hombre, habló a Moisés a través del sentido espiritual, pues leemos que "la voz interior vino a ser para él como la voz de Dios" (Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mrs. Eddy, pág. 321).

La estructura y el tema de la Biblia tienden a reconocer la necesidad de un Mesías; prometen y luego presentan este Mesías, o sea la consciencia espiritual de la Verdad ejemplificada en el hombre y encaminada a salvar a la humanidad del pecado, la enfermedad, las condiciones anormales, la discordancia y la muerte. Toda la desdicha en el mundo se debe a que los hombres no reconocen ni utilizan el Cristo, la Verdad, para resolver sus problemas. Cada semana la Lección-Sermón ilustra la esencia y misión de la Biblia y de Ciencia y Salud. Para cada uno de nosotros constituye una Lección que deber ser estudiada, un Sermón que ha de escucharse. Dada su vital importancia, el estudio de esta Lección debiera conservarse libre del efecto enervante de una lectura superficial y mecánica que se limita a un tiempo prescrito y que a veces se describe justamente como "repasando" la lección.

"Escudriñad las Escrituras" dijo Jesús "porque pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí" (Juan, 5:39). La Lección-Sermón es en verdad la voz de Dios que habla a la consciencia humana a través de los patriarcas, los veedores, los profetas, nuestro Salvador y Maestro y la reveladora para nuestra época, Mrs. Eddy. La Lección-Sermón es captada por nosotros mediante la inspiración y es así que debe ser estudiada y comprendida. Su mensaje es para el mundo entero en todas las épocas, pero sólo en la medida en que sea comprendida por el individuo. Su valor reside en lo que hace para vosotros y para mí. Ciencia y Salud declara (pág. 271): "El cristianismo de Cristo es la cadena del ser científico, que reaparece en todas las edades, manteniendo su correspondencia evidente con las Escrituras y uniendo todas las épocas en el designio de Dios." Como todo otro eslabón en la cadena del cristianismo de Cristo, la Lección-Sermón mantiene su correspondencia evidente con las Escrituras y contribuye a unir todas las épocas en el designio de Dios.

La Lección-Sermón no es una fórmula mágica, sin embargo cuando ha sido comprendida, abre de par en par las puertas a la espiritualización del pensamiento y la vida. Al instituir la Lección-Sermón, Mrs. Eddy tomó medidas sabias para asegurar su protección. Recalcó la importancia de su contenido e indicó que su estudio era esencial, pero no prescribió en manera alguna cómo debía ser estudiada. Eso lo dejó a la espontaneidad y disposición naturales del individuo.

El sentido espiritual es la recompensa de quienes estudian sincera y persistentemente a fin de espiritualizarse, y trae a la escena humana el Cristo, la consciencia espritual de la individualidad verdadera, inundando la obscuridad con torrentes de luz. Tal estudio de la Lección sana y salva. Es una forma elevada de oración que, por ser justa, es atendida. Nada tiene tanto éxito como la oración. El estudio más provechoso es espontáneo, libre de reglamentos y así no contaminado por la mera letra que mata.

¿Por qué declaró Mrs. Eddy en el Manual que la prosperidad de la Christian Science depende en gran parte de la Lección-Sermón? Sin duda porque ella sabía que la conformidad, relación y correlación del Verbo divino provee la substancia y los medios merced a los cuales cada uno de nosotros puede llevar a cabo la obra de su propia salvación. Escuchar un sermón de nuestro Dios personal y apropiarnos de su mensaje es rendir el mejor servicio posible al prójimo.

La eficacia de nuestro estudio y de la atención que prestemos a la Lección-Sermón puede medirse por la mejoría que experimentamos en nuestra manera de pensar y vivir. El progreso puede definirse como un cambio de pensamiento hacia algo mejor. Los cambios de esta naturaleza señalan un crecimiento espiritual; no se producen simplemente leyendo la Lección cada mañana y luego olvidando el resto del día nuestra individualidad verdadera, siin cambiar de pensamiento, y por lo tanto observando la misma conducta de antes. Se ha dicho con mucha razón que la Christian Science representa una manera de vivir. El estudio sincero de la Lección-Sermón es en cierto modo una manera de orar, y la oración incesante encomendada por Pablo a los Tesalonicenses requiere incesantes e intensos esfuerzos por espiritualizar la consciencia, por ser buenos y hacer el bien, por comprender cada vez mejor nuestra unidad con Dios y la verdadera individualidad del hombre.

Para la compilación de nuestra Lección semanal, el pastor de la Iglesia Científica de Cristo tiene, en la Biblia y en Ciencia y Salud, un vasto tesoro de experiencias espirituales, aspiraciones religiosas de las más elevadas que se han visto cumplidas, y la más profunda filosofía. Estos libros nos ofrecen la metafísica pura de la profecía, la cual es exenta de la materia y por tanto del tiempo y el espacio. La profecía es la consciencia no trabada por el pasado, el presente o el futuro; es un vislumbre de lo que inevitablemente ha de ser más allá de los límites del tiempo: la consciencia del desenvolvimiento ineludible de aquello que ya es. En la profecía, los sucesos humanos simbolizan la eternidad y certitud de aquello que ha sido, que es y que será.

Proclamada por un pastor semejante, la Lección-Sermón nos ofrece las riquezas inagotables de la literatura, la poesía, la cultura y el arte de todas las épocas. Es un sermón inspirado a la vez que práctico, que responde a toda necesidad humana. Un sermón que se dirige a cada uno pero que es impersonal, es decir, libre de las flaquezas de las opiniones humanas. Un sermón repleto de la Ciencia divina aplicada a la humanidad. Un sermón adornado e ilustrado con las más vívidas viñetas; un sermón que incita a la reflexión y mantiene siempre el interés; un sermón imbuído del poder curativo y redentor del Cristo y del solaz del Consolador que nos guía a toda la verdad. Bien hacemos en agradecer a Dios por la sabiduría que expresó nuestra Guía al disponer que la Biblia y Ciencia y Salud fueran el pastor permanente de la Iglesia Científica de Cristo. Y bien haremos en apreciar y reconocer debidamente el trabajo devoto y abnegado de los compiladores de la Lección-Sermón.

La prosperidad de la Christian Science depende en gran parte de la Lección-Sermón, pues ésta inculca la espiritualidad; y la civilización nueva y final debe basarse en la espiritualidad verdadera, ya que sólo el ánimo espiritual es vida y paz. El mundo nuevo que se va desarrollando debe tener por base la Christian Science. Nuestra Guía así lo previó pues ella también era profetisa. Para que todo lo real, predicho por Cristo Jesús, acontezca, para que se establezca el reino de la paz y de la espiritualidad verdadera, tan esencial para la nueva civilización que previó nuestra Guía, es menester que cada uno de nosotros que haya nombrado el nombre de Cristo en la Christian Science se muestre fiel, mantenga claro el pensamiento y sea firme y devoto. En la medida en que nuestro modo de vivir asemeje la vida de Cristo, seremos en verdad los eslabones en la cadena del ser científico, que aparece en esta, nuestra época, uniendo todas las épocas en el designio de Dios.

[El informe completo sobre esta reunión apareció en el Christian Science Sentinel ]

Reunión para fomentar el progreso de la Iglesia

Rodeando la ciudad

Hemos llegado a la mitad del siglo veinte. Acerca de este siglo nuestra bien amada Guía, Mary Baker Eddy, ha escrito en su obra Pulpit and Press (pág. 22): "Si las vidas de los Científicos Cristianos atestiguan su fidelidad a la Verdad, pronostico que durante el siglo veinte todas las iglesias cristianas en nuestro país y algunas en tierras lejanas llegarán a una comprensión de la Christian Science que será suficiente para sanar a los enfermos en nombre de Cristo. Cristo dará al cristianismo su nuevo nombre y la cristiandad será clasificada como Científicos Cristianos."

Dios nos está llamando a nosotros, como Científicos Cristianos, así como llamó a Josué: "Levántate, pasa este Jordan.. .. Desde el desierto. .. hasta el río grande, el río Eufrates, toda la tierra de los Heteos y hasta el Mar Grande, done se pone el sol, serán vuestros términos" (Josué, 1:2, 4). Significativamente, en el glosario de su obra "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" (pág. 585), Mrs. Eddy define al río Eufrates en parte como sigue: "La Ciencia divina, circundando al universo y al hombre;. .. la metafísica reemplazando la física."

Ante Josué y su compañía, se alzaba Jerico, ciudad amurallada que resistía a los hijos de Israel, tal como el materialismo del modo de pensar de una comunidad trata de resistir el progreso y los grandes beneficios que aporta la Christian Science. ¿Cómo podremos penetrar estas murallas de la resistencia para "tomar la ciudad"?

¿Cómo habremos de rodear hoy la ciudad con el Arca de Jehová? ¿No será acaso rodeando la comunidad con nuestras oraciones, mediante la comprensión de que todos los que la habitan son hijos de un mismo Padre? ¡Cuánto mejor será para nosotros y para la comunidad el que seamos nosotros los que la rodeamos de esta manera y no ella la que nos rodee a nosotros con su materialismo!

He aquí un punto que merece nuestra consideración. ¿Está nuestro modo de pensar, como Científicos Cristianos, surtiendo tanto efecto sobre la comunidad como el que ella tiene sobre nosotros? Puede ser que el modo de pensar de la comunidad sea en gran parte negativo en su materialismo. Ciertos aspectos de este materialismo creen tener el derecho de delinear y determinar cuál será el pensamiento y aun la vida misma de la comunidad. Si quedan muchos problemas por resolver en nuestra iglesia o quizá en la vida particular, ¿será porque no hemos contrarrestado la resistencia que opone el pensamiento colectivo a la actividad del Cristo en su medio?

Es natural que el movimiento de la Christian Science incluya en su designio de amor a todos los que habiten una localidad. Nos lleva a las alturas divinas de la comprensión y la demostración espirituales. Revelando a cada uno su entidad derivada de Dios, nos libera de la esclavitud que impone el materialismo. En el ministerio redentor de la Christian Science, el practicista sana al individuo; la iglesia a la comunidad y las iglesias a las naciones.

En Ciencia y Salud, Mrs. Eddy escribe (pág. 561): "Juan vió la coincidencia de lo humano y lo divino, manifestada en el hombre Jesús, como la divinidad abrazando la humanidad en la Vida y su demostración,— reduciendo a la percepción y comprensión humanas la Vida que es Dios." En otras palabras, la divinidad de la Iglesia abraza la humanidad de la comunidad en la Vida y su demostración, haciendo conocer a los hombres la Vida que es Dios. De manera que, si bien obedecemos las leyes del país, tenemos el privilegio de demostrar metafísicamente el hecho divino de que cada culto de la Christian Science, cada conferencia, cada tratamiento — todo lo cual podríamos calificar como "el Arca de Jehová"— rodea o abraza la comunidad como la ley del bien y de la curación y no es en manera alguna abrazada, restringida ni obstaculizada por ella.

¿Cuáles son algunas de las ideas divinas fundamentales que constituyen este Arca de Jehová? Uno de los hechos que revela la Christian Science es que la comunidad en la cual vivimos es en realidad la comunidad de las ideas de Dios que se halla bajo el gobierno de la Mente divina, más antes que una comunidad de mortales bajo la dominación de la mente mortal. De modo que, allí mismo donde para los sentidos mortales parece haber un mortal, el pensamiento esclarecido percibe la individualidad divina, y la Verdad reemplaza el objeto de los sentidos con la idea del Alma. ¡Qué bendición más grande recibe la comunidad que es abrazada en semejante comprensión!

El poder curativo de tal pensamiento correcto, que conscientemente abraza la communidad, quedó ilustrado en la experiencia de una practicista muy activa que recibía llamados continuos pidiendo ayuda, justamente en momentos en que había resuelto dedicarse al trabajo metafísico como preparación para una conferencia de la Christian Science que debía darse esa misma noche.

Percibió que estas interrupciones eran simplemente la manifestación de la resistencia que oponía la comunidad a la conferencia. Comenzó entonces a trabajar, reconociendo que el Verbo de Dios, expresado en forma de una conferencia, abraza a todos los miembros de la comunidad, obrando como una ley para ella. Percibió además que esa ley no podía ser resistida ni revocada ya que establecía a Dios como la Mente única, para la cual no existe nada sino la perfección, nada que tenga necesidad de ser curado.

Mientras meditaba sobre este concepto de la presencia del Amor divino, abrazando a la comunidad en forma de una conferencia, las noticias que recibía por teléfono iban cambiando notablemente. Entre otros casos, dos personas que habían sufrido recaídas de enfermedades contagiosas fueron sanadas. El Arca de Jehová había rodeado a esa comunidad, trayendo la curación.

Esta actitud constructiva con respecto al público resultó igualmente eficaz cuando el ayudante de un Comité de Publicación tuvo que tomar las medidas necesarias para que se publicara en un diario local el texto de una conferencia sobre la Christian Science. Después de revisarla y elegir varios pasajes interesantes, acudió al redactor.

En resumen le dijo lo siguiente: "He leído cuidadosamente esta conferencia y creo que su publicación aportaría grandes beneficios a la comunidad. En fin, si un conocido estadista viniera a esta ciudad y dijera algunas de estas cosas, sin duda ustedes publicarían sus observaciones en la primera página."

A los pocos minutos el redactor, que al principio había vacilado, prometió que se publicaría el texto entero de la conferencia, en el interés general. Una vez más el Arca de Jehová había rodeado y derribado las murallas de la resistencia mortal.

El Verbo de Dios es supremo. Cuando el Arca de Jehová, la idea del Cristo o sea la idea verdadera del Amor divino, activo en nuestro pensamiento, rodea nuestra comunidad, la ciudad del materialismo da lugar a la ciudad descrita por el Revelador, la santa ciudad que desciende "del cielo". desde Dios.

En la obra curativa y redentora de la Christian Science, nosotros podemos hacer nuestra la promesa de Dios a Josué: "No te dejaré ni te desampararé.. .. ¿No te lo he mandado yo? Ten fortaleza pues y buen ánimo; no temas ni te amedrentes; porque Jehová tu Dios es contigo dondequiera que vayas."

La eficacia curativa de la Christian Science

Cuando Juan Bautista envió a dos de sus discípulos a Jesús para preguntarle (Lucas, 7:20): "¿Eres tú aquel que había de venir?" Jesús respondió: "Id, y declarad a Juan las cosas que habéis visto y oido: Los ciegos reciben la vista y los cojos andan, los leprosos son limpiados y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es predicado el evangelio." Comentando esta declaración del Maestro, Mary Baker Eddy declara en "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" (págs. 131, 132): "En respuesta a la pregunta de Juan: '¿Eres tú Aquel que había de venir?' Jesús dió una contestación afirmativa, enumerando sus obras en lugar de referirse a su doctrina, confiado en que esta exposición del divino poder sanador contestaría la pregunta satisfactoriamente." Hoy en día la pregunta: "¿Ha sido descubierta la Ciencia del Cristo?" es contestada citando innumerables obras de curación y regeneración.

Ojalá pudiérais ver conmigo la inmensa cantidad de bellos testimonios que recibe la Sociedad Editora de la Christian Science todos los años. Durante el año 1948 el número de testimonios, debidamente verificados, era mayor que en cualquier otro año.

La Christian Science se manifiesta al género humano en distintos modos. Recientemente una mujer que nos había mandado un testimonio acerca de la curación de un niño que al parecer estaba muerto, nos escribió diciéndonos que más de cien personas que habían leído su testimonio en nuestros periódicos le habían escrito, muchas de ellas expresando su gratitud y contándole del valor y fortaleza que les había proporcionado el leerlo. La Redacción recibe muchas comunicaciones de esta índole, por lo que es evidente que una sola curación puede tener efectos incalculables.

Tenemos ahora en nuestros archivos un testimonio cuyo autor hace algunos años atrás se hallaba en un hospital del estado, padeciendo de una enfermedad mental, una afección al corazón y diabetes. Era además un alcohólico empedernido, fumador inveterado y jugador de profesión. En el hospital, un médico le recomendó la Christian Science como un medio para solucionar sus dificultades. Merced al estudio de la Biblia y de Ciencia y Salud, este hombre se curó del hábito de beber y fumar y poco después fué dado de alta del hospital. En señal de gratitud, se hizo miembro de una iglesia filial de la Christian Science. Percatándose de que había sido sanado de sus males físicos, notificó a la compañía de seguros que ya no tenía derecho a la renta que recibía por su anterior incapacidad. No pudiendo dar crédito a sus palabras, la compañía le hizo examinar por un psiquíatra y por dos especialistas, quienes lo declararon completamente sano.

Sin embargo, la curación por la cual sintió más gratitud este hombre fué la del vicio de jugar. En este caso la curación fué mas lenta, pues no deseaba deshacerse del hábito y además le proporcionaba bastante dinero. Pero finalmente perdió todo deseo de jugar.

El ejemplo de este estudiante ha ayudado a otros en muchas ocasiones. Citaremos un caso. Como miembro de su iglesia formó parte de un comité de prisiones. Un día al visitar una prisión, se le acercó uno de los presos, llamándole por su nombre. Era un hombre con el cual había trabajado antiguamente y que había cometido dos crímenes. Después de una breve conversación, este hombre le dijo: "Yo sé lo que la Christian Science ha hecho por usted. Yo mismo no me intereso por ella, pero tengo un amigo a quien creo que usted podría ayudar."

El Científico Cristiano se enteró de que este otro hombre había sido acusado de un grave crimen; además padecía del corazón y de desavenencias en la familia. Había leído unos pasajes de Ciencia y Salud, sin haberlas comprendido. Mas buscaba a Dios. Unas semanas después de la visita del Científico Cristiano, este hombre le escribió expresándole su gratitud por la ayuda que había recibido. Manifestó que la entrevista de media hora le había proporcionado un concepto de la Verdad que jamás había tenido antes. La noche de la visita había dormido normalmente por primera vez en nueve meses. Continuó estudiando la Christian Science, fué absuelto y además se le solucionaron sus problemas domésticos.

En el Manual de La Iglesia Madre nuestra Guía nos ha dado un estatuto concerniente a los testimonios. En la sección 24 del artículo VIII, ella dice en parte: "El testimonio referente a la curación de los enfermos es sumamente importante. Más que un simple relato de bendiciones, escala el pináculo de la alabanza e ilustra la demostración del Cristo, 'que sana todas tus enfermedadas' (Salmos, 103:3)."

Objetivos alcanzados por la Agrupación de Científicos Cristianos de una Universidad

Es interesante observar que hace más de medio siglo Mary Baker Eddy ya percibió la necesidad de presentar la Christian Science correctamente en las instituciones de enseñanza superior. En el artículo XXIII, sección 8, del Manual de La Iglesia Madre, Mrs. Eddy proveyó la base para las actividades de la agrupaciones universitarias.

La vida universitaria presenta muchos problemas que le son peculiares. A los estudiantes se les van inculcando ideas y conceptos nuevos, obligándoseles a aprender muchas cosas que parecen estar en desacuerdo con la religión. Además, los problemas del uso de alcohol y el tabaco y de la conducta social se presentan en forma muy agravada. Sin embargo, no hay nada más bello que el ejemplo del joven Científico Cristiano que se eleva por encima de estas pretendidas atracciones de la mente mortal, ayudando con su ejemplo a sus colegas.

Recientemente en la Universidad Northwestern tuvimos una experiencia muy agradable en lo que atenía al programa religioso global de la universidad. En la página 21 de su obra Pulpit and Press, Mrs. Eddy declara: "El mantener una fría distancia entre nuestra religión y otras sectas, cerrando la puerta a las iglesias o a ciertas personas — por más que se nos haga esto a nosotros — no está de acuerdo con la Christian Science. No os asociéis con los que no expresen alguna cualidad del Cristo, mas donde percibáis una clara expresión de la semejanza divina ahí permaneced con fe y esperanza." Hace dos años, al meditar estas palabras y otros consejos similares que aparecen en los escritos de nuestra Guía, nuestro grupo universitario se preguntaba si debía participar en el programa religioso global de la universidad.

Muchos de nuestros miembros fueron de esta opinión, sobre todo cuando se enteraron de que varios de los guías religiosos en el seno de la universidad no sabían nada acerca de la existencia de nuestro grupo.

Decidimos unirnos al Consejo Religioso de Estudiantes. Se nos aseguró que no tendríamos que apoyar ningún proyecto que estuviera en desacuerdo con nuestras convicciones; además dejamos sentado que sólo podíamos actuar en completa conformidad con el Manual de La Iglesia Madre.

Bien conscientes de que nuestro primer deber consistía en hacer conocer las verdades de la Christian Science en nuestro medio, percibimos asimismo que este programa religioso global nos ofrecía una oportunidad de hacer esto en una escala más amplia. Fué así que a principios de enero el señor Erwin D. Canham dirigió la palabra a un grupo de estudiantes reunidos en la capilla de la universidad; al dia siguiente se dirigió a otro grupo que seguía un curso sobre asuntos internacionales; por la tarde se dirigió a una gran asamblea y esa noche a otra reunión menos numerosa. Su visita contribuyó en gran manera a atraer la atención del público, de modo favorable, a nuestra religión. Y, más importante aún, sus discursos despertaron en el pensamiento de los estudiantes nuevos conceptos del mundo que nos rodea. Su mensaje titulado The Twilight of Materialism (El crepúsculo del materialismo), reproducido en The Christian Science Monitor el 11 de febrero de 1950, hizo comprender a muchas personas que en todas las esferas del pensamiento humano el materialismo está cediendo gradualmente a conceptos más elevados, más espirituales.

En resumen diremos que en esta época en que la educación superior está al alcance de tantos, es de suma importancia que las Agrupaciones de Científicos Cristianos en nuestras universidades cumplan con su deber de presentar la Christian Science en debida forma. Los miembros de estos grupos van probando que la atracción de la Iglesia supera las seducciones del mal. Están probando las leyes de la cohesión, al unirse los unos con los otros para fortalecerse mutuamente. Además están demostrando las leyes espirituales de la adhesión, al perseverar en sus esfuerzos por presentar a los que se hallan en su medio las ideas y los ideales religiosos más elevados.

Muchos estudiantes ya se están dando cuenta que la Christian Science va más allá de los estudios académicos. Nuestros problemas no hallan su solución en la instrucción material sino en la comprensión espiritual. No es el estudio de la materia lo que es menester sino el estudio de Dios y de Su idea, el hombre. La Christian Science constituye la educación más elevada, la más autentica, y su estudio representa algo que es muy superior a la universidad.

En su obra Retrospection and Introspection (pág. 88), comentando el mandato de Jesús que nos ordena predicar el evangelio a toda la humanidad, nuestra Guía dice: "El mandato del Señor significa esto: que debemos adoptar el espíritu del ministerio del Salvador, y morar en una actitud espiritual tal, que atraerá a todos hacia nosotros."

Promoviendo y extendiendo las actividades de nuestro movimiento

Como Científicos Cristianos, se nos ha conferido el poder más grande que existe en el mundo, el poder de la oración eficaz, y cuando buscamos los medios por los cuales nuestras iglesias filiales pueden promover y extender más eficazmente la Causa de la Christian Science, nuestro pensamiento se torna inmediatamente hacia la oración, ya que la oración es en el mundo la única actividad que siempre es sostenida por Dios.

La oración es en verdad nuestra único recurso. Si nos valemos de ella, no tenemos necesidad de recurrir a otros medios, pues nuestra bien amada Guía, Mary Baker Eddy, nos ha dicho en nuestro libro de texto "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" (pág. 1): "La oración, la vigilancia y el trabajo, combinados con la inmolación propia, son los medios misericordiosos de Dios para lograr todo lo que se ha hecho con buen éxito para la cristianización y la salud del género humano."

La Christian Science nos ha demostrado que la oración es más que una mera súplica o petición. Nos enseña que la oración es la afirmación y utilización de la ley de Dios para transformar las condiciones humanas, y la Christian Science nos ha probado que la comprensión de la ley de Dios se manifiesta en forma del dominio sobre las creencias erróneas de los sentidos materiales, y su consiguiente expulsión.

Una pequeña iglesia filial notó que no estaba progresando; el número de miembros y el de los discípulos en la escuela dominical no aumentaba y pocos asistían a los cultos aparte de los miembros. Se comprendió entonces que debía hacerse algo para poner fin a este estancamiento. En una reunión de los miembros se les recordó que en Ciencia y Salud (pág. 570), nuestra Guía dice: "Millones de mentes sin prejuicios — sencillos buscadores de la Verdad, fatigados peregrinos, sedientos en el desierto — están esperando anhelantes descanso y refrigerio", y uno de los miembros observó que sin duda había en la comunidad algunas de estas "mentes sin prejuicios" y que a medida que la verdad fuera comprendida y demostrada, su luz llegaría a los que la buscaban.

La mayoría de los miembros se pusieron a trabajar con entusiasmo. Poco después se recibieron varios pedidos por el libro de texto de la Christian Science y además ocurrieron muchas cosas interesantes.

Por ejemplo, una mujer muy enferma de esa ciudad había sido llevada al hospital para ser operada inmediatamente. Tuvo este pensamiento: Sólo Dios podrá reponerme de esta operación. Luego para gran sorpresa suya le vino este otro pensamiento: Si Dios puede apoyarme en semejante operación, seguramente me puede curar sin una operación. Pidió entonces a una enfermera que le llamara un taxi, se vistió al momento y abandonó el hospital. Una Científica Cristiana que vivía en la misma ciudad supo por los hijos de aquella mujer que no había sido operada y que por el contrario había regresado a su hogar. La Científica Cristiana se sintió impulsada a visitarla y a hablarle de la Christian Science. Le dijo a la enferma que esta religión sanado hoy en día precisamente como habían sanado en otros tiempos Jesús y sus discípulos. La mujer, que jamás había oído hablar de la Christian Science, la escuchó con gran gozo, y al ser presentada con el libro de texto, lo leyó fielmente. Durante muchos años había orado de este modo: "Dios mío, yo no puedo hallar la verdad; Tu tendrás que enviármela." Cuando halló la Christian Science se dió cuenta que su oración había sido correspondida. Su curación fué completa. Inscribió a sus niños en la escuela dominical y desde que recobró la salud ha estado activa sanando a otros.

Merced al trabajo metafísico hecho por los miembros de la iglesia, la asistencia a los cultos y el número de alumnos en la escuela dominical han aumentado considerablemente.

Un caso similar ocurrió en una ciudad ya más grande. La asistencia a los cultos no aumentaba, de manera que la Comisión Directiva de la iglesia nombró un comité de cinco miembros para que trabajaran metafísicamente para solucionar este problema. Aparte de la Comisión Directiva, nadie sabía de la existencia de este comité; además los miembros del comité no trabajaban como un grupo sino individualmente.

La creencia de estancamiento parecía tener por origen la supuesta oposición al Cristo, la Verdad. El antecristo pretende obscurecer la verdad de la Christian Science, ocultándola a aquellos que están ansiosos de oír su mensaje sanador. Pero como la naturaleza del antecristo es completamente espuria, al rechazarse su pretensión de poder se anula por completo la creencia de que pueda ocultar a los hombres el poder y la presencia del Cristo revelados en la Christian Science.

El trabajo diario sistemático sobre cualquier fase de creencia errónea mediante la cual pretenda operar el antecristo es eficaz para poner fin a la creencia de que pueda haber en la comunidad persona alguna que esté fuera de la infinitud del Amor divino.

La sugestión de que el error puede operar en forma de una inclinación supersticiosa hacia los métodos curativos materiales fué reducida a la nada, como también la creencia de que el magnetismo animal, o antecristo, puede presentarse en forma de la apatía, la inercia, los placeres fútiles, el exceso de trabajo o las demandas materiales. La noción de que el magnetismo animal puede tomar la forma de un rígido apego a las creencias del pasado también fué negada, declarándose la verdad de que la perniciosa influencia del magnetismo animal no podía mantener a los miembros de esa comunidad esclavizados a los conceptos prescritos acerca del bien, y que la adhesión a lo tradicional en cuanto a la iglesia o a los credos no puede obstaculizar ni retrasar el progreso en el conocimiento y la comprensión de Dios. Se percibió que la falsa teología carece de poder para mantener a la comunidad en la esclavitud, ya que Dios es omnipotente, infinito. Puesto que el hombre Le refleja, la luz del conocimiento de Dios brilla en la consciencia de todos Sus jijos. La naturaleza de Dios revelada en la Christian Science se manifiesta a la humanidad aquí y ahora mismo y ninguna teoría falsa acerca de Dios puede ocultarla a los hombres, pues la omnipresencia de la Verdad disipa las tinieblas de la falsa teología y opera como una ley que atrae hacia la Christian Science aquellos que se hallan espiritualmente preparados para aceptar su mensaje divino.

Al cabo de unas semanas se notaron muchas caras nuevas entre los concurrentes a los cultos de esa iglesia. Al ser interrogadas, algunas de estas personas dijeron que sabían que había una iglesia de la Christian Science en su barrio y que habían tenido toda la intención de investigar algún día las enseñanzas de la Christian Science, y que últimamente se les había ocurrido que no había motivo para postergar sus investigaciones. Otros dijeron que habían conocido la Christian Science años atrás, habiéndose apartado de ella, pero que ahora se sentían divinamente guiados a volver a ella nuevamente. Mientras continuaba el trabajo metafísico, la asistencia a las reuniones de los miércoles por la noche se duplicó; también hubo un notable aumento en la asistencia a los cultos dominicales.

Nuestra bien amada Guía se dirigía a los Científicos Cristianos y por tanto a nosotros, cuando escribió en su obra Miscellaneous Writings (pág. 357): "Que busquen las ovejas perdidas que, habiéndose apartado del verdadero rebaño, han perdido a su gran Pastor y están anhelosos de hallar las praderas verdes y descansar junto a las aguas de reposo." Además nos dice en esa misma obra (pág. 370): "El espíritu antagonista del mal aun está activo por doquier, pero el espíritu de Cristo, más grande aún, también lo está,— abandonadas las mortajas de la tradición y las cavernas de la ignorancia." Gracias a Mrs. Eddy, el espíritu del Cristo sanador está una vez más entre nosotros.

La curación en la Christian Science, tarea individual

Hace muchos años de esto, Mrs. Eddy declaró en su libro de texto, "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" (pág. 317): "Jesús dijo cosas que habían estado 'escondidas desde la fundación del mundo',— desde que el saber material usurpó el trono del divino Principio creador, insistiendo en la fuerza de la materia, el poder de la falsedad, la insignificancia del espíritu, y proclamando un Dios antropomórfico."

Mrs. Eddy amplió esta declaración en términos de la Ciencia divina al definir las cosas escondidas como los hechos espirituales de la Vida divina y de su universo formado de ideas inmortales. Esta Ciencia divina revela que los únicos elementos y fuerzas de la creación son los que emanan del Amor divino, cuyas leyes son siempre protectoras. Todos los que estamos aquí presentes hemos comprobado en cierta medida que cada vez que comprendemos alguna verdad de la existencia espiritual, se hace más evidente, como realidad eterna, la indestructibilidad de la substancia, la perpetuidad de la Vida y la continuidad de la individualidad verdadera. Comenzamos a comprender el poder del Espíritu, la fuerza de la Verdad, y a conocer a Dios como el bien infinito, omnipotente.

Como consecuencia del descubrimiento hecho por Mrs. Eddy y su presentación de las cosas secretas de Dios, vivimos en una época en que las fuerzas de la divinidad se están reconociendo más claramente y se hacen sentir cada vez más en todas partes del mundo. Toda curación efectuada en la Christian Science resulta de las suaves mas irresistibles fuerzas del bien infinito, que ponen de manifiesto la acción ininterrumpida del Principio siempre presente. Estas fuerzas presagian la aparición final y completa del reino del poder divino.

Puesto que el Espíritu es la substancia del universo, sólo la Ciencia espiritual puede interpretar la naturaleza del universo. El Espíritu constituye esta Ciencia, mediante la cual se demuestra su poder infinito a través de todo el espacio. La Ciencia divina nos ha enseñado que el universo creado por Dios no encierra un solo elemento, instante o poder que se relacione con el mal. Cuanto más exploremos los secretos del universo de Dios, más conscientes estaremos de "la profundidad, anchura, altura, poder, majestad y gloria del Amor infinito" a que se refiere nuestro libro de texto (pág. 520). Nuestra búsqueda revela la eterna seguridad del universo y del hombre. Las cosas profundas de Dios ya no se hallan escondidas sino que brillan con toda su gloria primitiva en la práctica de la curación cristiana.

Escudriñar aquello que los hombres llaman Lo Desconocido es en verdad descubrir la eterna presencia de la causa espiritual invencible. En este terreno no hay secretos que no se puedan compartir con toda la humanidad, pues todo cuanto se revela obra para el bien de todo ser viviente. El compartir con todos los hombres un descubrimiento científico de esta naturaleza es loable, y esto es lo que hacen continuamente, tanto en el oriente como en el occidente, los cultos de nuestras iglesias, fijando así en los corazones de los hombres la base de una paz duradera.

El conocimiento material pretende que el materialismo constituye la esencia del universo y que las llamadas ciencias físicas descubren y explican los elementos y fuerzas de esta naturaleza hipotética. Puesto que la mente mortal ignora la realidad, el bien, todo cuanto ella cree descubrir en el reino material tiende a aumentar las creencias de la limitación y el caos. El conocimiento material no entiende la naturaleza y por consiguiente la interpreta incorrectamente. En su obra "Ciencia y Salud" (pág. 581), Mrs. Eddy declara: "Mientras más alto los conocimientos erróneos edifiquen sobre la base del testimonio obtenido de los cinco sentidos corporales, mayor confusión seguirá, y con más seguridad resultará la caída de su estructura." Cuanto más la falsedad aprende acerca de sí misma, más tiende a destruirse a sí misma, porque descubre su propia irrealidad. Luego "el poder de la falsedad" (ib., pág. 317), no es en verdad fuerza alguna. Estamos aprendiendo que no destruye ni una sola partícula de la realidad; tampoco puede estorbar por un solo instante el reino de la armonía. Jamás puede imponerse, ya que las fuerzas del Principio divino operan continuamente para mantener la obra del creador.

Por todos lados percibimos que la llamada mente mortal trata de usurpar las prerrogativas de Dios, pretendiendo poseer un poder supremo, el cual utiliza para destruir todo cuanto existe, excusando su criminalidad atribuyéndola a leyes que rigen los elementos de la vida, y así engañando a la humanidad para que acepte algo que no es más que la anarquía y la devastación. En nuestro libro de texto leemos (pág. 541):

"Génesis, 4:9. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé; ¿soy yo acaso guarda de mi hermano?

"Aquí la mentira serpentina inventa nuevas formas. Primero usurpa el poder divino. Se presume que dijo en el primer instante: 'Seréis como dioses.' Ahora repudia hasta el deber humano del hombre hacia su hermano."

La pretensión de la mente mortal que se arroga el papel de vencedor de fuerzas elementales malignas, es seguida por otra pretensión, que afirma que no hay nada que pueda protegernos contra este supuesto poder. Ahora bien, en su obra No and Yes (pág. 23) nuestra inspirada Guía nos da esta seguridad: "El mal no puede arrogarse las prerrogativas de Dios, ni tampoco hacer el mal omnipotente y omnipresente." Existe un modo de protegernos contra las arrogantes afirmaciones de la creencia material. Consiste en comprender la naturaleza espiritual del universo gobernado por la fuerzas del Amor y de la Vida. Tal comprensión, junto con la prueba de su utilidad, es difundida por la Iglesia Científica de Cristo en un vasto número de comunidades. Nuestras iglesias son los laboratorios de la Verdad, que publican las buenas nuevas de objetivos alcanzados de una manera científica, divina.

Son los Científicos Cristianos y no los físicos los que marchan a la cabeza en el desarrollo del pensamiento progresivo. En nuestras iglesias, todo discípulo fiel y esclarecido se da cuenta de la obligación que tiene para con la humanidad en estos tiempos. La era de la Ciencia divina ha llegado. Nuestro es el inapreciable privilegio de probar al mundo, mediante la habilidad que nos ha sido conferida por Dios, que el mal no es una fuerza elemental ni mental que obliga a los hombres a aceptar aquello que tiende a su destrucción, sino que al contrario las fuerzas del Amor espiritual nos están obligando a reconocer y aceptar la verdad que promoverá el bienestar de los hombres, el cual cederá finalmente a la armonía eterna.

Merced al descubrimiento de la Verdad hecho por Mrs. Eddy, las cosas secretas de Dios, reducidas ahora a la forma de una comprensión espiritual demostrable, son el tesoro mental de nuestro siglo. Percibimos como el poder de la Ciencia divina está haciendo avanzar los siglos. Vemos como está reduciendo a la nada toda arrogante pretensión, expresada por medio de las tal llamadas ciencias, doctrinas y teorías. La fuerza de su imperativa pureza continúa esclareciendo la atmósfera mental del mundo. Apenas hemos tocado ligeramente las capacidades del Amor infinito; sólo hemos vislumbrado, como desde una lejana cima, la irresistible corriente que restablecerá el reino de la armonía entre los hombres. El mundo se vuelve hacia los Científicos Cristianos, exigiendo de ellos investigaciones espirituales más profundas, pruebas más notables del poder divino manifestadas en la curación cristiana, en el triunfo sobre todas las formas aparentes del error de la materialidad.

La Christian Science es capaz de responder a este llamamiento puesto que Dios es la fuente de su eficacia curativa. Mrs. Eddy ha pronosticado que el mundo será redimido del mal merced al ministerio del Cristo. Para que esta profecía se convierta en realidad, cada Científico Cristiano tiene que ser un consagrado agente en la curación divina. Entonces se harán las obras mayores como consecuencia natural de las demostraciones más modestas; las restauraciones en los casos individuales resultarán naturalmente en la curación de las multitudes. Las fuerzas de Dios, el Amor, comenzando con la curación de una persona se extenderán cada vez más, alimentando, como lo ha dicho nuestra Guía en Ciencia y Salud (pág. 17) "los afectos hambrientos" del mundo.

¿No permitiremos entonces que nuestros pensamientos descansen sobre las fuerzas de la Verdad espiritual, más antes que sobre las jactanciosas pretensiones del error; sobre el desenvolvimiento de la Vida eterna, más bien que sobre la disgregación de las creencias materiales; sobre las pruebas del poder divino, y no sobre las suposiciones de los hombres? Al hacer esto, ayudaremos a convencer al género humano que el mal no es un poder radicado en el centro o en la circunferencia del ser, que no hace más que condenar al género humano, sino que el Amor divino es la presencia infinita, omnipotente, que preserva para siempre la identidad e individualidad reales. El alto y noble destino del hombre se desarrolla según el propósito primordial de la Mente divina.

[El informe completo sobre esta reunión apareció en el Christian Science Sentinel ]

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