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Así como no hay repetición en las Lecciones Bíblicas que se nos proporcionan regularmente en el Trimestral de la Christian Science y que representan un privilegio especial — el regalo de nuestra Guía a La Iglesia Madre (véase Miscellaneous Writings 300:23-28), tampoco puede haber selecciones determinadas basadas en los temas de estas Lecciones Bíblicas. En el Manual de La Iglesia Madre, bajo el Artículo III: "Deberes de los Lectores de La Iglesia Madre y de sus iglesias filiales" leemos: "Obligaciones morales. Sección 1. Los Lectores de La Iglesia Madre y de todas sus iglesias filiales tienen que dedicar una parte adecuada de su tiempo para preparar la lectura de la lección del domingo,— de cuya lección depende en gran parte la prosperidad de la Christian Science."

Al Primer Lector le corresponde escoger las selecciones de la Biblia, los himnos y la bendición que sirven de engaste para la joya que constituye la Lección Bíblica. De modo que cada culto requiere un estudio especial y renovada consagración. En este trabajo el Lector no necesita recurrir a compilaciones ajenas. El apoyarse sobre compilaciones tales privaría los cultos de nuestras iglesias de la lozanía e inspiración tan esenciales para su vitalidad espiritual y su eficacia curativa. Según la espiritualidad que ha influído en su preparación, cada culto dominical presentará un mensaje completo que se adaptará a las necesidades de la congregación.

Lo mismo puede decirse respecto a las reuniones testimoniales de los miércoles por la noche. Habiendo el Primer Lector escogido con gran devoción las selecciones, éstas son como el pan de cada día que satisface el corazón hambriento, respondiendo así a las exigencias del momento.