Texto: "Y llamando a sí a sus doce discípulos, les dió autoridad sobre los espíritus inmundos, para echarlos fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia" (Mat. 10:1).
¿Puede algo ser tan cierto y claro como esta declaración? Jesús ordenó inequívocamente a los que le sigan que curaran toda clase de enfermedad, y se ha dejado casi exclusivamente a la iglesia de la Christian Science la tarea de reinstituir este Cristianismo puro, primitivo y prístino, tal y como el Maestro nos lo dió. Debemos agradecer a Mary Baker Eddy y a la iglesia que fundó que nos hagan recordar que la curación fué de primera importancia en la misión y el mensaje de Jesús. Después de veinticinco años en el ministerio, he leído todo lo que escribió Mrs. Eddy, y durante los últimos doce años he dado un mensaje anual sobre la Christian Science. ...
Cuando se encuentra uno con gente que ejemplifica una paz íntima, una serena compostura, y poder espiritual, se da uno cuenta de que la razón les asiste. Los Científicos Cristianos se distinguen por su modo positivo de ver y tomar la vida. Mrs. Eddy lo resume así en la página 472 de Ciencia y Salud: "Toda realidad está en Dios y Su creación, y es armoniosa y eterna. Lo que El crea es bueno, y El crea todo lo que se crea. Por tanto la única realidad del pecado, la enfermedad y la muerte, es el hecho horrible de que las irrealidades parecen reales a la creencia humana errada, hasta que Dios las despoje de su disfraz. No son verdaderas, porque no proceden de Dios."
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