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Asamblea Anual de La Iglesia Madre

Del número de octubre de 1952 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


DE muchas partes del mundo vinieron miembros miembros de La Iglesia Madre para concurrir a su Asamblea Anual celebrada la tarde del lunes 2 de junio, que se distinguió por el avivamiento de su consagración a la Causa fundada por nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy.

El himno de apertura fué el No. 30 del Himnario de la Christian Science: “Oh, bajo Tu ala tutelar,” cuyas palabras fueron escritas por Mary Baker Eddy. Cantado este himno, la Presidenta saliente, Mrs. Lora C. Rathvon, leyó estos pasajes de la Biblia y del libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por nuestra venerable Guía:

La Biblia
I Juan 1:1, 3, 5
I Juan 4:7, 8, 12
I Juan 5:3 (hasta ;), 4, 20

Ciencia y Salud
233:1–15
261:32–5
469:30–5
98:15
113:5–6

Después de breves momentos de oración en silencio seguida por la repetición audible del Padre Nuestro, la congregación entonó el himno No. 176: “Luengamente has subsistido, ¡Oh iglesia de Dios.”

En seguida Mrs. Rathvon anunció los nuevos dignatorios de La Iglesia Madre, a saber: Presidente, Teniente Coronel Robert Ellis Key, de Boston, Massachusetts, y Londres, Inglaterra; Tesorero, Roy Garrett Watson, de Brookline, Massachusetts; Secretario, Gordon V. Comer, de Boston, Massachusetts.

La Presidenta saliente, Mrs. Rathvon, se dirigió entonces a la asamblea en estos términos:

Como tan sabiamente lo prescribe nuestra gran Guía la reverenda Mary Baker Eddy en el Manual de La Iglesia Madre, hoy estamos reunidos aquí en Asamblea Anual. Al darnos cuenta de lo que el descubrimiento que ella hizo hace ochenta y seis años significa no sólo para nosotros, sino también para el mundo entero, nuestros corazones rebosan en gratitud a Dios. A medida que las verdades de la Ciencia divina alboreaban en Mrs. Eddy, avanzaba impertérrita hasta fundar esta magna Iglesia cuyas ramas circuyen el globo.

A pesar de las convulsiones en que el mundo se agita, hay inequívocas señales de que la idea espiritual que Cristo Jesús implantó y hoy interpreta la Ciencia, cunde penetrativamente por los anochecidos ámbitos del mundo hasta que logre gobernar a la humanidad en todos sus detalles. Reconócese crecientemente que el esclarecimiento espiritual, y sólo el esclarecimiento espiritual ha de disipar el materialismo que causa todos los trastornos y acrecienta todos los problemas de la raza humana. Nos gloriamos en la evidencia engrandeciente, en términos de curaciones cristianas, de que la comprensión espiritual que tanto necesitan los hombres, ya la tienen a su alcance. Los Científicos Cristianos se gozan en perpetuar el rico legado de divulgar el evangelio elevándose a sí mismos mediante su propio crecimiento y experiencia.

Hace varios años visitaba yo el desierto occidental en las primeras horas de una mañana de sol, admirando las áridas laderas de escarpadas montañas que de la noche a la mañana se habían matizado de leve pero definitivo verdor primaveral. El milagro de ese retoñar daba mucho en que pensar. Montañas tan viejas, tan ásperas y austeras, y sin embargo a cada nueva primavera despiertan a la vida, belleza y atractivo, trayendo a mientes la primavera de la libertad espiritual, del gozo y de la gracia que son nuestros si los reclamamos. Necesitamos más de esta consciencia primaveral en la que aprendemos a desprendernos de los harapos de la duda, el temor, la apatía, el retroceso, vistiéndonos en cambio con la rectitud, el gozo, la fe, compasión, amor, progreso, a fin de proseguir con renovado esfuerzo en la primavera de la Verdad. Dice Mrs. Eddy (Miscellaneous Writings, pág. 330): “A cada nuevo año, más altos gozos, más santas miras, una paz más pura y energía más divina deberían refrescar la fragancia del ser.”

Los doce meses pasados han estado llenos de oportunidades en que aprender más respecto a la omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia de Dios para probar como nunca que la creencia en que hay vida en la materia es lo que impide el progreso. Hemos visto incontables recordatorios de trabajar con más desinterés, de promover el bien de la Causa y de discernir con la penetración de que es capaz el Alma las maquinaciones de la mente mortal, dándonos cuenta de que es nula o nada.

Nuestra meta ha sido obedecer el edicto del Maestro: “Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” Meta que se alcanza sólo subordinando nuestra voluntad a la de Dios, adviniendo así en nuestra consciencia más del Cristo que a su vez desplaza más del error. Así cumpliremos con las palabras de Mrs. Eddy (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 150): “Entonces, en oración inaudible, pedid a Dios que os capacite para reflejar a Dios, para que os volváis Su propia imagen y semejanza, o sea el reflejo sereno, claro y radiante de la gloria del Cristo, curando enfermos, trayendo pecadores al arrepentimiento y resucitando los muertos espiritualmente en transgresiones y pecados a la vida en Dios.”

A continuación Mrs. Rathvon presentó al nuevo Presidente, que dijo:

En esta época del año en la que nos reunimos aquí procedentes de todas partes del mundo para asistir a la Asamblea Anual, nuestros pensamientos convergen instintivamente hacia nuestra querida Guía, Mary Baker Eddy, que nos legó mediante sus escritos el don inestimable de la Christian Science.

En breve ojeada retrospectiva contemplamos sus primeros años de lucha por establecer la idea del Cristo y luego sus años de realización y de triunfo. Hoy presenciamos la Causa de la Christian Science en constante progreso bajo la dirección y al impulso del Espíritu. Los credos se desmoronan; los dogmas agonizan; y la influencia divina del perpetuo Cristo espiritual se deja sentir universalmente.

Mrs. Eddy halló el secreto del ser verdadero en las páginas de las Sagradas Escrituras. Con su interpretación espiritual del inspirado Verbo bíblico nos ha restituido el evangelio de la curación cristiana que se había perdido. A la clara luz de su comprensión, la palabra escrita se volvió la Palabra viviente.

Mediante las enseñanzas de la Christian Science hemos hallado a Dios y Su Cristo. Guiados por el Amor divino, hemos encontrado el privilegio de ser miembros de La Iglesia Madre y el de nuestra confraternidad. Escribe Mrs. Eddy en “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (pág. 35): “Nuestra iglesia está construida sobre el Principio divino, el Amor. Podemos unirnos a esta iglesia sólo en tanto que nazcamos de nuevo en el Espíritu, que alcancemos la Vida que es Verdad y la Verdad que es Vida, produciendo los frutos del Amor,— echando fuera el error y sanando a los enfermos.” La Christian Science está espiritualizando el universo. Los “nacidos de nuevo en el Espíritu” deben vivir y curar con el Espíritu. Con tal fin, urge que respondamos al llamado de Cristo y que mantengamos la norma de la Christian Science — Dios perfecto, hombre perfecto y demostración perfecta. El Maestro ordenó (Mateo 10: 8): “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia.” Acatando este mandato de sanar aseguramos nuestro progreso espiritual individual y la rápida expansión de nuestra Causa.

Cuando la cristianización del carácter y la consagración absoluta a la Verdad gobiernen nuestros móviles y nuestros hechos, la curación resultará naturalmente y atraeremos multitudes a nuestra bandera. Lo que necesitamos es conocer a Dios mejor y probar, con nuestras obras que sanan, la inseparabilidad entre Dios y el hombre. ¿Cómo llevar a cabo tal tarea? ¿Cómo demostrar nuestra libertad y la de los demás? Cristo Jesús nos da la respuesta (Juan 8:32): “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Aquí marca dos pasos el Maestro: preparación metafísica, y demostración práctica. Hay que saber o entender qué es verdadero, por lo cual se requiere preparación. Y luego esta comprensión de la verdad nos hará libres; eso es demostración.

Pero quedar libres de la esclavidad de la enfermedad o del pecado no es nuestra meta final. Una vez logrado cierto grado de salud y de armonía, avanzamos a la realización del dominio completo. Tal debe ser nuestro ideal. Indica Mrs. Eddy (Ciencia y Salud, pág. 496): “Todos tenemos que aprender que la Vida es Dios. Preguntaos: ¿Estoy viviendo la vida que más se acerca al bien supremo? ¿Estoy demostrando el poder sanador de la Verdad y el Amor? Si es así, entonces el camino se irá iluminando cada vez más ‘hasta que el día sea perfecto.’ ” El Cristo nos capacita para que lo hagamos así con regocijo, progreso y éxito.

Las naciones están representando un drama en la tierra, y mediante el poder de Cristo que redime y salva, el drama va a terminar para que advenga el reino de Dios en su lugar. Si bien es cierto que la guerra y la destrucción marcaron la primera mitad del siglo veinte, hubo también progreso y espiritualización, y el progreso y la espiritualización han de marcar los años subsecuentes. Una voz nueva se oye en el mundo; una esperanza nueva se despierta. La nota tónica del siglo actual no es caos sino Cristo. El Cristo que se entiende en la Christian Science viene restituyendo todas las cosas. Pero antes de que la restitución quede consumada, las cosas viejas deben desaparecer y el concepto espiritual de la creación debe reemplazar al viejo materialismo.

¿Qué parte tienen los Científicos Cristianos en lo obra de la restitución espiritual? Vital es su parte y grande su responsabilidad. Dice Mrs. Eddy (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 152): “La restitución del Cristianismo puro se apoya únicamente en la comprensión espiritual, la adoración espiritual y el poder espiritual.” Es esencial que utilicemos nuestra comprensión espiritual, que adoremos espiritualmente y que ejercitemos nuestro poder espiritual. Se nos ha dotado de la potestad de Cristo según aseguró el Maestro (Lucas 10:19): “He aquí, os he dado potestad para hollar serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo; y nada os dañará.” Dijo también (Lucas 17:21): “El reino de Dios dentro de vosotros está.” El reino, el poder y la gloria son del Padre, pero nuestros por reflexión. Hay que estar alerta y reclamar nuestra calidad de hijos de Dios, ejercer dominio espiritual y entender dándonos cuenta de la presencia divina.

Salgamos a nuestros respectivos campos de servicio imbuidos de la comprensión de que en Cristo tenemos dominio sobre todo lo que no sea semejante a Dios o verdadero. Utilicemos el poder espiritual de que estamos dotados y disfrutemos el gozo y la satisfacción de trabajar en la viña del Padre.

Este es el tiempo aceptable, la hora de la siega, en la que ya maduran los frutos del Espíritu sobre la tierra. Lo que al Cristo se oponga no puede prevalecer contra el poder de la comprensión espiritual. Mrs. Eddy escribe de la hora de cosechar (Miscellany, pág. 269): “Dios ha hincado la hoz, y separa la cizaña del trigo. Esta hora está fundida en el horno del Alma. Su canto de la siega cubre todo el mundo y es mundialmente conocido, mundialmente grande.”

En esta ocasión feliz y trascendental las palabras de Isaías hacen eco en nuestros corazones (52:9, 10): “¡Prorrumpid en regocijo, cantad juntas, oh ruinas de Jerusalem! porque Jehová tiene compasión de su pueblo, y ha redimido a Jerusalem. Jehová ha desnudado su santo brazo, a la vista de todas las naciones; y todos los fines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.”

Una palabra de La Junta Directiva de la Christian Science,

La Junta Directiva de la Christian Science os da la bienvenida hoy aquí. Los corazones de los Científicos Cristianos por todo el mundo laten con los nuestros en esta ocasión de nuestra Asamblea Anual, fundiéndose en uno solo en gratitud a nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy, y en leatad a La Iglesia Madre que ella fundó, La Primera Iglesia Científica de Cristo, en Boston, Massachusetts.

Al congregarnos bajo la portentosa cúpula de este templo, al resonar dentro de sus ámbitos los acordes de su gran órgano nuevo a los que se unen nuestras voces para elevarse en himnos de alabanza, al escuchar los informes del progreso de La Iglesia Madre, los mensajes de lealtad y prosperidad de nuestras iglesias filiales, y los relatos de las curaciones, ojalá que el espíritu de Pentecostés, el influjo de la Ciencia divina, nos inflame de manera tal que avive nuestra espiritualidad, despierte nuestra comprensión y nos ciña de poder divino. Una vez escribió nuestra Guía a cierto grupo de iglesias filiales de nuestro Campo (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 164): “Una gran sanidad, un algo poderoso en las entrañas de lo invisible, ha consumado una resurrección entre vosotros, surgiendo en amor vivo. ¿Qué es este algo, este fuego del fénix, esta columna diurna que enciende y guía y guarda vuestra senda? Es la unión, vínculo de la perfección, la míltuple expansión que ha de ceñir al mundo,— la unión, que desarrolla el más recóndito pensamiento dentro de nosotros hacia lo mayor y mejor, el súmmum de cuanto es real y bueno.”

Hoy nos trae aquí nuestro amor a La Iglesia Madre, y el amor de La Iglesia Madre a su vez cobija el Campo. Como las cuentas de un collar rodarían por aquí y por allí si se rompiera la cuerda que las une, como las ramas de un árbol se agostarían y morirían sin el tronco que las nutre, así la unidad de nuestra Causa que radica en La Iglesia Madre se desintegraría sin ella. Las oraciones de nuestra amada Guía dieron ser a esta Iglesia, su tierna solicitud y cuidado vigilante la guiaron y la fortalecieron, y hoy La Iglesia Madre derrama su bendición por todo el mundo cual viviente testimonio del amor de nuestra Guía.

En su etapa inicial, Mrs. Eddy dirigió una carta a esta Iglesia prefaciándola con las palabras de San Pablo (II Cor. 10:4, 5): “(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, mas son poderosas en Dios para demoler fortalezas,) derribando razonamientos soberbios, y toda cosa elevada que se ensalza contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo.” Dice ella en esa carta (Miscellaneous Writings, pág. 140): “Edificada sobre la roca, nuestra iglesia resistirá las tempestades de los siglos: aunque la superestructura material se derrumbara quedando reducida a polvo, la más adecuada sobreviviría,— la idea espiritural viviría cual símbolo perpetuo del Principio divino que refleja.” Luego continúa proféticamente: “La Primera Iglesia Científica de Cristo, nuestra oración en piedra, será la profecía cumplida, el monumento enhiesto de la Christian Science. Os hablará de la Madre, y de la ofrenda de vuestros corazones a la que fué el medio por el cual se os reveló la toda-potencia, toda-presencia y toda-ciencia de Dios.” Y añade con la certeza de la Verdad: “Ya empezado este edificio, se elevará, sin que eso pueda perjudicar a nadie, porque nadie puede resistir el poder en que se apoya; y contra este templo ‘las puertas del infierno no podrán prevalecer.’”

Hoy nos reunimos aquí como miembros de esta Iglesia. ¿Nos damos cuenta cabal de los privilegios y las responsabilidades que como miembros nos atañen? El mundo se afana por lo que sólo la espiritualidad puede dar. Ninguna creencia en la materia resolverá jamás los problemas del mundo. Ningún recurso a los arbitrios materiales logrará establecer protección y seguridad. Cuando Cristo Jesús dijo (Juan 14:27): “La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy,” reveló la naturaleza de la paz que dura y señaló su fuente. Cuando prometió (versículo 12): “El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre,” indicó la habilidad que Dios otorga a la humanidad para comprenderlo espiritual y científicamente, como él mismo lo comprendía, y la eficacia suprema de tal comprensión.

¿Qué sino el poder del Espíritu puede a esta hora de urgencia mundial penetrar más allá de la confusión y fraudulencia del mortal pensar y hasta la sublime grandeza y realidad de la Vida? ¿Qué sino el reflejo y la demostración del infinito Amor que es Dios puede hacer que se cumpla la orden escritural (Marcos 12:31): “Amarás a tu prójimo como a ti mismo?” Esto es lo que hoy revela al mundo la Christian Science. Como Científicos Cristianos, miembros de esta amada Iglesia Madre, ¿sentimos este Amor? ¿Estamos probando la fe que hay en nosotros? ¿Estamos demostrando la sabiduría que es más fuerte que los imperios? No las multitudes ni el poderío humano, sino la Verdad — la comprensión espiritual — es la fuerza que ha de forjar el destino del mundo.

Ahora que el ingenio humano desata fuerzas nunca igualadas para bien y para mal y la mente humana se agita hasta su fondo, que la corrupción mina el gobierno y la astucia trama engaños, que el mesmerismo parece pulular desenfrenado y el temor y la inquietud dominan a los mortales, está surgiendo el reino de Cristo. En su hora negra, el mundo espera que los Estados Unidos lo oriente y lo dirija. Ojalá que esta nación amada que gracias al Cristianismo de su Constitución, la integridad de su legislación, la liberalidad de su modo de pensar y la sensatez de su gobierno dió a luz la Christian Science, se adhiera a sus ideales, y ojalá que nos hallemos, como Científicos Cristianos, demostrando universalmente el gobierno de Dios. Aparentemente la lucha actual se libra entre el sistema de libertad de empresa y la dictadura, entre el capitalismo y el comunismo, pero no es así; el ataque es de las fuerzas agresivas del mal contra el Cristo. La Christian Science viene revelando el verdadero significado de la democracia; está demostrando el derecho espiritual del hombre de ser sano, feliz, libre y próspero.

En nuestra experiencia como Científicos Cristianos pronto aprendemos que la labor de Mrs. Eddy como Descubridora es inseparable de su labor como Fundadora. En el año de 1866, su curación mediante la oración de los efectos de un accidente pronosticados como fatales, la indujo a hacer el descubrimiento más grande de los siglos, el descubrimiento de la ley espiritual que fundamentaba las curaciones efectuadas por el Maestro. Este descubrimiento es la revelación finial de la Verdad. Ella lo ha inscrito en su totalidad en nuestro libro de texto, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras.” En los poco más de setenta y cinco años que han transcurrido desde que se publicó, se han vendido millones de ejemplares de este libro. Ha superado en ventas a todo libro de texto religioso que se ha escrito con excepción de la Biblia; y, como todos nosotros testificamos con agradecimiento, en los corazones y en las vidas de los Científicos Cristianos es el compañero inseparable de la Biblia.

Después de su descubrimiento, y como el fruto de años de enseñar y demostrar la verdad, años en los que se enfrentó con el desafío y la hostilidad del mundo, Mrs. Eddy fundó su Iglesia, estableciendo así su labor de Fundadora. Ella concibió su forma de gobierno; ella escribió sus Estatutos que más tarde recoliló en el pequeño volumen que hoy se conoce como el Manual de La Iglesia Madre. Este Manual permanece inviolable, un modelo de gobierno perfecto. Es la ley que Dios inspiró para nuestra Iglesia, guardándola y guiándola a mayor utilidad y una realización más espiritual. Es digno de notarse que a medida que la Causa se expande, se encuentra que las Reglas y los Estatutos del Manual nunca restringen su desarrollo debido ni su recta actividad, sino que son siempre sabia y tiernamente dirigentes y protectivos, dando así prueba de su base cristianamente científica. El Manual abraza todo el desarrollo de la Causa en el amor de nuestra Guía, y lo unifica.

Los organismos filiales de La Iglesia Madre se extienden por todos los continentes y a muchas islas de los mares. Así ejemplifica La Iglesia Madre, mediante sus ramas, “la míltuple expansión que ha de ceñir al mundo,” demostrando en todos los países el gobierno de la Ciencia divina hasta que ya no haya guerra, y las razas y los credos cedan su puesto al Cristo.

La Iglesia Madre está haciendo práctica la presencia unificante de Cristo, la Verdad, para toda la humanidad, mediante sus servicios religiosos, sus Escuelas Dominicales, sus Salas de Lectura de la Iglesia Científica de Cristo por todo el mundo según prescripción del Manual de La Iglesia Madre; mediante sus conferenciantes y maestros debidamente habilitados; mediante su vasto sistema de Comités de Publicación; mediante la publicación y diseminación de los escritos de nuestra Guía y un número siempre creciente de sus traducciones a otros idiomas; mediante la actuación editorial de La Sociedad Editora de la Christian Science; mediante sus capellanes, su actividad pro Bienestar de los Campos (del Servicio Militar), su labor institucional de beneficencia y educación, así como su ejército de devotos practicistas y sus millares de miembros leales y consagrados a la demostración cotidiana de la Christian Science en el hogar, en los negocios y las profesiones, en los campos de educación. Hoy escucharemos informes de estas actividades. Dondequiera que un ejemplar de Ciencia y Salud halle camino propicio, dondequiera que alguien recoja y lea alguna de nuestras publicaciones periódicas, allí está La Iglesia Madre extendiendo su beneficencia y llevando la antorcha de la curación de la Christian Science. A la luz de todo ésto, ¿no adquiere nuevo significado lo que prescribe el Manual en la Sección 15 del Artículo VIII: “Dios requiere todo nuestro corazón, y suministra dentro de los anchurosos canales de La Iglesia Madre ocupación perentoria y suficiente para todos sus miembros?”

Ciertamente que “las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones” (Apocalipsis 22:2). Madura está la mies y los obreros listos.

Informe del Tesorero,

Como prescribe el Manual de La Iglesia Madre por Mary Baker Eddy, he informado a quienes corresponde el monto de los fondos en efectivo a mano, el monto de las cuentas por pagar y de los gastos erogados durante el año fiscal que ha terminado.

Fuera de las cuentas que vencen y de las contribuciones devengadas, La Iglesia Madre está libre de deudas. Los libros del Tesorero han sido debidamente intervenidos.

Es admirable presenciar cuán cariñosamente responden nuestros miembros a cualquier necesidad especial de que les diga La Junta Directiva de la Christian Science. Así respondieron especialmente cuando se solicitaron fondos para auxiliar a las víctimas de la inundación del Valle Kansas-Missouri el verano pasado. Copiosamente llegaron las contribuciones monetarias y distribuimos unos 200,000 dólares.

Da gusto anunciaros que, gracias a los esfuerzos devotos y unificados de nuestros miembros residentes en la Gran Bretaña, parte de los fondos de capitación que “congeló” o detuvo el gobierno han vuelto a circular, a su destino asignado, durante el año pasado. El hecho de que esta disposición del Banco de Inglaterra se basó en el examen que hizo el banco de la Sección 13 del Artículo VIII del Manual de La Iglesia Madre, es mucho más importante que el recibo del dinero por constituir un reconocimiento de parte del Gobierno Británico del derecho que tienen nuestros miembros radicados en Inglaterra de contribuir monetariamente al sostenimiento de La Iglesia Madre de conformidad con nuestro Manual.

El costo de mantenimiento de las tres instituciones de beneficencia de La Iglesia Madre durante el año pasado excedió a lo que pagaron los asilados en unos 680,000 dólares. Mucho habremos de agradecer las contribuciones que recibamos para el Fondo de Instituciones de Beneficencia, el Fondo de Radiodifusiones, y el Fondo para Servicio del Tiempo Bélico de La Iglesia Madre.

La restauración de los edificios y del órgano de La Iglesia Madre ya está casi terminada. Va a costarnos más de un millón de dólares. Agradecemos las contribuciones especiales que estamos recibiendo del Campo para este gasto.

En un mensaje a una de nuestras iglesias filiales escribió nuestra Guía (Miscellany, pág. 195): “El éxito laudable de esta iglesia, y sus esfuerzos unidos por construir un edificio en que adorar al infinito, brotaron de los templos levantados primero en los corazones de sus miembros — el amor desinteresado que edifica sin manos, eterno en el cielo del Espíritu. Ojalá que esta unión prevalezca, y que continuéis edificando, reedificando, adornando y llenando estos templos espirituales con gracia, Verdad, Vida y Amor.”

De los Fideicomisarios de la Christian Science para Dádivas y Fideicomisos revocables,

Hace veintiseis años que La Junta Directiva de la Christian Science fundó este organismo administrativo para que se encargue de la inversión de los fideicomisos que se donen a La Iglesia Madre. Estos Fideicomisarios aceptan con tal fin sumas revocables de mil dólares o más de miembros de La Iglesia Madre o de asociaciones de estudiantes de la Christian Science para colocarlos en fideicomisos “vivientes” (los que especifican cómo invertir la suma donada y cómo disponer de los intereses). Con el transcurso del tiempo, la mayor parte de estos intereses van a La Iglesia Madre.

También se complacen los Fideicomisarios en servir a las iglesias y sociedades filiales aceptando e invirtiendo sus fondos sobrantes, o una parte de ellos, siendo reembolsables total o parcialmente en cualquier fecha sin ninguna obligación de adjudicar porción alguna a La Iglesia Madre.

Mientras dure el fideicomiso, los donantes perciben los intereses devengados. El 19 de mayo los Fideicomisarios administraban cuatro cientos noventa y un fideicomisos con un monto total de 7,290,513.48 dólares. Toda solicitud de información debe dirigirse a Roy Garrett Watson, Trustee and Treasurer, 107 Falmouth Street, Boston 15, Massachusetts, quien se complacerá en contestar lo que se pregunte respecto al establecimiento de estos fideicomisos.

Nuestro agradecimiento a los donantes por su cariñosa y generosa provisión para La Iglesia Madre quizá lo expresen mejor las palabras de nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy, en su Mensaje a La Iglesia Madre del 2 de enero de 1898 (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 123): “Nuestra solidaridad y nuestro progreso son proverbiales, y las donaciones que he recibido de esta iglesia son incomparables —¡se han vuelto maravilla! Pero para mí la maravilla más grande es el amor, así es que seguiré apreciando el amor aun más que los regalos que tienden a expresarlo. El gran galardón del Amor divino que impele los corazones de los hombres a la bondad y la grandeza, ha de premiar a los donantes, y ésto me anima a instaros a que aceptéis el modelo perfecto como el objetivo final de la Christian Science.”

Informe del Secretario,

Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Christian Science, bien pudiera hoy decir a su Iglesia (Miscellaneous Writings, pág. 150): “La perspectiva es halagüeña. Ya hemos presenciado la salvación de muchos por la Christian Science. Capillas e iglesias tachonan todo el país. Ya pueden obtenerse casas y halls adecuados en los cuales, como fuera de ellos, los Científicos Cristianos pueden adorar al Padre ‘en espíritu y en verdad,’ como enseñó nuestro gran Maestro.” Tengamos presente la explicación que ella nos da de Dios. ¡Cuán consoladora es para el mundo! (ibíd.): “Dios es universal; no se concreta a sitio alguno, no hay dogma que lo defina ni secta que se lo apropie. Dios es demostrable, no más a uno que a todos, como la Vida, la Verdad y el Amor divinos; y Su pueblo son los que lo reflejan — los que reflejan el Amor.”

La Iglesia Madre, La Primera Iglesia Científica de Cristo, en Boston, Massachusetts, está fundada en su Principio divino, el Amor; la obediencia a tal Principio es natural en sus miembros y los premia indefectiblemente.

Por todas partes la gente despierta a su urgente necesidad de esclarecimiento espiritual. Comienzan a darse cuenta de cuán pasajeras e inestables son las creencias materiales y los planes humanos. Para saciar ese anhelo, la Iglesia Científica de Cristo se destaca a la vanguardia. Enseña la naturaleza transitoria de las cosas que la humanidad considera grandes y la permanencia de las cosas que expresan la infinita bondad de Dios. Que la humanidad desea fortaleza, paz, curación y la oportunidad de servir, lo evidencian los miles de solicitudes que recibimos anualmente de los que buscan pertenecer a La Iglesia Madre. Las recibidas el año pasado vienen, como siempre, de muchos países de ambos hemisferios. En algunos casos vinieron de países en los que las dificultades para enviarlas pueden haber parecido insuperables. Estos ávidos solicitantes han sentido que el Cristo omnipresente toca sus corazones, y ninguna sugestión de retardo, inconveniencia o peligro ha logrado disuadirlos de su intenso deseo de ser miembros de La Iglesia Madre. ¡Cuán verdaderamente es irresistible el Cristo que fundamenta la Christian Science! y la humanidad está siendo bendecida.

En este confundido mundo, la relación que existe entre La Iglesia Madre y sus miembros es incomparable. El magno amor de La Iglesia Madre irradia en todas direcciones a todos los dispuestos a acogerlo. Al responder a una miembro a la hora en que lo necesitaba, ella contestó que, en sus propias palabras: “mucho me conmueve hallar que en tan grande organización cuente uno solo de sus miembros.” Es perdurable y precioso el vínculo que une a La Iglesia Madre con sus miembros.

La Iglesia está cumpliendo con su misión de sanar enfermos y pecadores y de quitar el agobio de la escasez. La correspondencia que hay en nuestros archivos consta de testimonios de rápida curación de cáncer; de deformidad e imbecilidad disipadas; de triunfo completo sobre pretensiones tales como, nombrando unas cuantas, la parálisis de niños, el vicio de fumar, cálculos biliarios, asma, artritis, el hábito de tomar bebidas embriagantes en convivialidades, afección cardíaca, nefritis, huesos cariados y carne ulcerada, desórdenes estomacales, nariz deformada. La Iglesia Madre se goza en la amplia aceptación de su mensaje de salvación y en las vidas de los Científicos Cristianos consagrados que demuestran diariamente la curación cristiana como la practicó Jesús.

El Departamento local de Actividades de La Iglesia Madre relativas a la Literatura es ahora una división de la oficina del Secretario. Consta del Comité de Distribución de Literatura, Comité de Información de Anuncios de The Christian Science Monitor, y el Comité de Información de Circulación regional de La Iglesia Madre. Estos tres comités informan que sus actividades respectivas aumentaron el año pasado. Además de sus actividades locales, la división suministra números atrasados sobrantes de las publicaciones periódicas a personas y pequeños grupos radicados en lugares aislados. A los grupos o agrupaciones no reconocidos oficialmente todavía se les han suministrado Himnarios de la Christian Science; a las Salas de Lectura de las iglesias filiales se les han ampliado sus bibliotecas de referencia; a las pequeñas iglesias filiales de ultramar se les han abastecido semanal o mensualmente números atrasados de las publicaciones periódicas.

Informe de la Escuela Dominical

La Escuela Dominical de La Iglesia Madre continúa evidenciando que progresa. Los alumnos aprenden cada vez más a utilizar la Christian Science en su vida diaria. Se ha dado parte de muchos casos en los que los niños se han curado a sí mismos cuando se han hallado fuera de casa en la escuela o en algún campamento. Entre los jóvenes, muchos de los que les ha tocado reclutarse han mostrado la confianza que nace de su convicción espiritual.

La enseñanza dominical se imparte en devota obediencia a los requisitos del Manual de La Iglesia Madre por Mrs. Eddy, esforzándose por ceñirse a la norma que fija nuestra Guía en la página 230 de The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany: “Da gozo saber que los que sean fieles a los encargos fundamentales, como el de educar cristianamente a la niñez querida, cosecharán el premio de la rectitud, elevándose en la escala del ser, y realizando finalmente la promesa del Maestro: ‘Y todos ellos serán enseñados de Dios.’”

Conclusión

El capítulo veintiuno del Evangelio según Lucas registra que el Maestro amonestó a los que se dejaban mesmerizar por el temor y la preocupación de lo que habría de acontecer en el mundo, que alzaran su mirada por encima de tales cosas, “Porque vuestra redención se acerca.” Hoy está el poder del Cristo redentor asequible para todos, y la Christian Science lo revela al pensamiento que así se eleve. Escribe Mrs. Eddy en Unity of Good (La Unidad del Bien, págs. 11, 12): “Jesús no requería ciclos ni de tiempo ni de pensamiento para madurar la adaptabilidad a la perfección y sus posibilidades. Dijo que el reino de los cielos está aquí y la Mente lo incluye; que mientras decimos: Faltan cuatro meses, y luego viene la cosecha, yo os digo: mirdad hacia arriba, no hacia abajo, porque las mieses ya están blancas para la siega; y recoged la cosecha mediante procedimientos mentales, no materiales. Son pocos los obreros en esta viña de la siembra y la siega de la Mente: pero que apliquen al grano que espera la hoz curvilínea del eterno círculo de la Mente, y que aten las gavillas con vínculos del Alma.”

De la Administración Fideicomisaria según Testamento de Mary Baker Eddy,

Partiendo del año de 1915 en el que dieciseis iglesias filiales de La Iglesia Madre solicitaron de la Administración Fideicomisaria según Testamento de Mary Baker Eddy les ayudara a sufragar el costo de la edificación de sus iglesias, y hasta la fecha, esta Administración ha adjudicado 1830 donaciones contribuyendo 5,150,000 dólares para fomentar la construcción de iglesias y la cancelación de adeudos.

La Administración ayuda a pagar el costo de libros destinados a las bibliotecas que los prestan y de las publicaciones periódicas que se distribuyen gratuitamente. Contribuye también a sufragar los gastos de la primera conferencia que dé una iglesia o sociedad filial y ayuda a que se dé una conferencia cada año escolar bajo los auspicios de la organización del colegio o universidad correspondiente. Igualmente continúa impartiendo ayuda especial a las iglesias y sociedades de campos lejanos para cubrir en parte los gastos de viaje de los conferenciantes. Durante el año pasado contribuyó con más de 318,000 dólares para tales fines y otros semejantes que promueven y difunden la religión de la Christian Science.

Esta Administración se complace en informar que las ventas del libro de texto, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras,” y otras obras de Mrs. Eddy, continúan a un nivel muy elevado. En respuesta a la demanda de nuevas traducciones, se ha impreso una edición holandesa de nuestro libro de texto. “Rudimentos de la Ciencia Divina” y “No y Sí” ya se hallan asequibles en portugués e italiano — dos nuevos idiomas a los que se traducen escritos de nuestra Guía. El estudio sistemático de todas sus obras ha recibido nuevo impulso gracias a una nueva edición económica encuadernada en tela de la Complete Concordance (diccionario completo de las concordancias de todos esos escritos), impresa en tipo ordinario y otra en tipo de imprenta grande.

Hay disponibles doce discos adicionales en forma de Libros Parlantes para los que no puedan leer letra de imprenta a tinta y para los que por una u otra causa encuentren útil escuchar la lectura del libro de texto meditativamente proferida. Con el tiempo, todo el libro quedará asequible en discos. También hay asequible un disco fonográfico con dos de las poesías de Mrs. Eddy con tonada especial para que las canten los niños.

Noventa y siete iglesias filiales de La Iglesia Madre hicieron sus respectivas salas de lectura más accesibles al público mudándolas a plantas bajas durante el año.

Una serie de anuncios de nuestro libro de texto publicados cooperativamente hoy llegan a un vasto número de lectores de los más destacados rotativos, y los resultados muestran el valor de tales anuncios para crear mayor interés en la Christian Science en esta y otras naciones.

Nuestra Guía escribe en la página 245 de The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany: “Que la voz de la Verdad y del Amor se escuchen por encima del horrendo estrépito de la nada que es la mente mortal, y que la marcha majestuosa de la Christian Science prosiga ad infinitum, alabando a Dios, repitiendo las obras del Cristianismo primitivo, e ilustrando al mundo.”

De los Comités de Publicación,

Los Comités de Publicación se esfuerzan por estar alerta a fin de corregir las imposturas de que es objeto el público con referencia a la Christian Science. Sus esfuerzos por seguir adelante con valor, inteligencia y estratégica verdadera están rindiendo resultados complacientes.

La Cámara Legislativa de New Jersey ha aprobado dos decretos sometidos a instancias de nuestro Comité de Publicación de aquel estado, permitiendo a las juntas educativas eximan de la vacuna e inmunización a los estudiantes cuyos padres se opongan por razones de religión.

En Massachusetts, una ley que decreta se sometan los alumnos de las escuelas a un examen físico más riguroso, fué reformada a efecto de eximir de tal examen a los niños de Científicos Cristianos.

Los Comités de Publicación vienen combatiendo una campaña que trata de inducir a las autoridades municipales de las ciudades y los pueblos a que diluyan fluoruro en el agua potable, en vista de que los que abogan por tal proyecto indican claramente que el fluoruro se considera medicinal para la dentadura, y como tal, su uso constituye medicina estatal. Plácenos informar que un proyecto de ley presentado a ese respecto en la legislatura de California tendente a inmunizar a las autoridades municipales contra litigios por daños causados por el uso del fluoruro, fué rechazado.

Además de su trabajo relacionado con las legislaturas de los estados, los Comités de Publicación están en guardia para proteger la libertad religiosa de los Científicos Cristianos contra las restricciones legislativas que tratan de imponerse en las ciudades, pueblos y condados. Para ilustrar el punto, mencionaremos la exención que logró el Comité de Publicación de Delaware de una disposición de la Junta Educativa de Wilmington, excusando a los niños de exámenes e inspecciones físicas a condición de que sus padres supliquen por escrito al director de la escuela conceda tal exención por razones religiosas y convengan definitivamente en asumir toda responsabilidad por la salud del respectivo niño.

En su libro, Pulpit and Press, nuestra Guía Mary Baker Eddy escribe estas palabras provocativas para todo Científico Cristiano (pág. 22): “Si las vidas de los Científicos Cristianos dan testimonio de su fidelidad a la Verdad, yo predigo que en el siglo veinte todas las iglesias cristianas de nuestro país, y unas cuantas de países lejanos, comprenderán la Christian Science lo suficiente para curar enfermos en nombre de Cristo.”

Aunque parezcamos estar muy lejos todavía de que se realice esta promesa de nuestra Guía, es señal sumamente alentadora el hecho de que aumenta grandemente el número de invitaciones de otras iglesias a que les mandemos oradores que hablen a sus miembros sobre la Christian Science.

Un reducto aparente contra la libertad religiosa en la nación lo constituye el grupo lamentablemente grande de colegios y universidades que insisten en que todo estudiante debe someterse a examen físico y, en cierto grado, a tratamiento médico bajo la falsa suposición de que el sistema médico es no sólo un agente curativo, sino el único agente curativo que resguarda la salubridad de la comunidad.

La obra de información pública que La Iglesia Madre lleva a cabo mediante la radio y otros medios de circulación fué reforzada grandemente el año pasado. Las estaciones que radiodifunden nuestras transcripciones que duran quince minutos han quebrado todos los records con un total de seis cientos veintiuna en las últimas semanas. Hemos tenido y aprovechado durante el año la oportunidad de tomar parte en varios programas especiales de redes nacionales. Cada programa ha contado con un auditorio de radioescuchas mayor que el del programa anterior, según muestran los resultados.

En una serie de videodifusiones que se transmiten de Los Angeles, California, bajo el título de “Church of the Air” (iglesia de la radio), hemos disfrutado la oportunidad de presentar un programa de la Christian Science. Este fué un experimento inestimable de medios eficientes para utilizar este nuevo medio de comunicación que se va esparciendo con rapidez.

En nuestra labor de corregir erróneos conceptos sobre Christian Science, hemos tenido muchas oportunidades de suministrar información auténtica a redactores, autores e investigadores técnicos.

Nuestro Salón de Exhibición ubicado en Washington, D. C., ha sido objeto de algunas mejoras respecto a las actividades de la Christian Science que allí se exhiben. Desde que se inauguró, lo han visitado unas cuarenta mil personas, sin que muchas de ellas sean Científicos Cristianos.

Finalmente, los Científicos Cristianos se han de alegrar de saber que ya contamos con catorce capellanes de la Christian Science asignados a las fuerzas armadas.

En seguida la congregación cantó el himno No. 183, “Apréstate, hombre, a obrar.”

De La Junta de Conferenciantes de la Christian Science,

Al revisar el progreso de La Junta de Conferenciantes de la Christian Science correspondiente al año pasado, encontramos que dos puntos de primera importancia se destacan como especialmente impresionantes. Es en efecto significativo que un número mayor de extraños concurran a nuestras conferencias y que acreciente el aprecio que de la Christian Science muestran los ministros y los miembros de otras religiones. Cuando se considera que la función más importante de nuestras conferencias es la de difundir las buenas nuevas de la Christian Science por todo el mundo y refutar o corregir el prejuicio y las críticas de los otros, un buen informe referente a estas fases de nuestra labor es de veras alentador.

Agradecemos que se estén empleando nuevos medios estrictamente modernos para anunciar nuestras conferencias, y que muchas iglesias hayan logrado obtener más adecuada cabida para nuestras conferencias en la prensa y en la radio. Se ha utilizado mucho más la correspondencia directa como medio publicitario.

Estos métodos, adunados al trabajo preparatorio y a las sumamente importantes invitaciones y recordatorios personales, nos han ayudado a lograr el resultado muy deseable de atraer a las conferencias por todo el mundo a los que tienen sed del mensaje de paz, consuelo y curación que ofrece la Christian Science a toda la raza humana.

Algunas iglesias han auspiciado conferencias en comunidades sin iglesia ni sociedad autorizadas. La Iglesia Madre dió diez de estas conferencias en las cercanías de Boston, además de las cinco pronunciadas en la propia Iglesia Madre y dos al mediodía en el centro de Boston.

A propósito del creciente aprecio de la Christian Science de parte de otras denominaciones religiosas, considerad lo amistoso que se mostró un ministro Congregacional en Australia: El conferenciante sustentaba un interrogatorio de parte del auditorio en una radiodifusión, y al invitar al ministro a que hiciera preguntas, aceptó de buena gana.

Después de haberse pronunciado una conferencia en Inglaterra, dijo un ministro al conferenciante: “¿No es admirable esta verdad?” Le contestó el conferenciante: “Usted ha de poseer un ejemplar de Ciencia y Salud,” a lo que respondió espontáneamente el ministro: “Tengo varios ejemplares — uno para mi propio uso y los demás los presto a otros.”

Un tercer ministro observó cordialmente al conferenciante: “¿Se dan ustedes cuenta de lo que vienen haciendo? Están leudando toda nuestra teología.”

Tales evidencias son alentadoras para todos nosotros: presagian el cumplimiento de lo que predijo nuestra amada Guía para el siglo veinte. En el párrafo que sigue a su predicción en la página 22 de Pulpit and Press, escribe Mary Baker Eddy: “Cuando queden demolidas las barreras doctrinales entre las iglesias y la comprensión y el Amor espirituales cimienten los vínculos de paz, habrá solidaridad de espíritu y prevalecerá el poder sanador de Cristo. Entonces Sión se habrá vestido con sus más hermosos ropajes, y sus yermos habrán echado renuevos y florecido como la rosa.”

De los Fideicomisarios de La Sociedad Editora de la Christian Science,

“La Primera Iglesia Científica de Cristo en Boston, Mass.,” según el Manual de La Iglesia Madre por Mary Baker Eddy (pág. 19), “está destinada a ser edificada sobre la Roca, Cristo, o sea la comprensión y la demostración de la Verdad, la Vida y el Amor divinos, sanando y salvando al mundo del pecado y de la muerte; reflejando así en cierto grado la Iglesia Universal y Triunfante.”

Mediante la actividad de La Iglesia Madre que se conoce públicamente como La Sociedad Editora de la Christian Science, nuestra Guía suministró cariñosamente el medio para propagar la palabra de la Verdad en una incesante corriente de publicaciones diarias, semanales, mensuales y trimestrales en muchos idiomas para todas las naciones que tengan hambre y sed de justicia y que estén dispuestas a recibir los beneficios que otorga la religión de la Christian Science.

Acaba de terminar un año en el que tuvimos nuevas provocaciones y oportunidades, un año erizado de extraordinarios problemas de publicación y distribución debido a aspectos jamás igualados en las relaciones humanas en todas partes del mundo. Nos place informar que estamos resolviendo estos problemas gracias al gobierno divino y a la amable cooperación de los Científicos Cristianos de todas las regiones del Campo.

Nuestro Departamento de Redacción del Journal, Sentinel y Herald va estrechando sus relaciones con nuestros colaboradores y ensanchando sus editoriales, mejorando la calidad de los artículos de nuestros colaboradores cuidando al mismo tiempo de que conserven su individualidad esencial. The Christian Science Journal y el Christian Science Sentinel están cumpliendo con su misión progresivamente mejor. Las diversas ediciones de The Herald of Christian Science han avivado el interés de parte del Campo, siendo muchos los que se están subscribiendo a estas publicaciones y regalando subscripciones para distribución foránea especial.

En un mundo de controversia nacional e internacional, The Christian Science Monitor se ha esforzado durante el año pasado por presentar hechos claros, interpretación penetrativa de los mismos, y salutíferos análisis de los provocantes problemas de la hora que pasa. La serie de artículos, “Cómo construir un mundo mejor,” ilustra adecuadamente este cometido. Recopiló los pareceres de destacados leaders religiosos y funcionarios públicos de acumen, y fué encomiada y utilizada mucho más allá de los linderos de la Causa de la Christian Science.

El Monitor se ha granjeado en creciente grado la confianza de hombres de estado aquí y en el extranjero, y la voz serena que nuestra Guía deseaba bendijera de continuo a toda la humanidad mediante el Monitor, sigue mostrando el camino hacia la paz y la fraternidad. Los lectores han significado con aprecio que notan la calidad y continuidad de sus páginas de atractivo especial a colores tipo magazine. La circulación del Monitor alcanzó de nuevo una cifra cumbre. Este apoyo activo de nuestro diario que por inspiración divina fundó nuestra Guía, continúa y es un privilegio especial de todos nosotros.

Entre la correspondencia que nos llueve de todas partes del mundo — con un promedio de más de tres mil cartas al día y once mil un día de enero que estableció record — hay cartas llenas de pruebas de los beneficios curativos de nuestras publicaciones periódicas. Hay práctica evidencia de gratitud en el creciente número de subscripciones por largos períodos, y muchos de los que antes se subscribían por trimestre, hoy se subscriben por año.

El total de anunciantes en el Monitor, sin incluir los de anuncios económicos clasificados por columna, ascendió a veintisiete mil dos cientos veintiseis, el más elevado en el historial de estas columnas. Los anuncios en colores también aumentaron substancialmente durante el año, así como el número de representantes regionales para obtener anuncios y el de comités de información de anuncios cuyo total es asimismo el mayor en nuestro historial. Creció ampliamente el interés, en las naciones de ultramar, por insertar anuncios en el Monitor.

Aunque todavía tropezamos con dificultades causadas por los problemas de distribución y de restricción en ultramar, nos alegra que las iglesias de Alemania Occidental ya pueden comunicarse directamente con nosotros. Nuestra distribución de Biblias llegó a nueva cifra cumbre, y durante el año se vendieron más de un millón cuatrocientos sesenta mil folletos, hojas sueltas plegadas en folletín, e impresos similares. Ya publicamos nuestro primer folleto en japonés. Son muchas las expresiones de gratitud que hemos recibido por nuestro programa de radiodifusión, “The Christian Science Monitor ojea las noticias.”

Agradecemos a La Junta Directiva de la Christian Science la amabilidad con que nos ha dirigido y aconsejado, y a todos nuestros compañeros por todo el Campo les damos las gracias por su apoyo práctico y metafísico. Con ellos nos gozamos en la incentiva invitación de Malaquías al allegarnos confiadamente a las tareas y oportunidades que nos aguardan (3:10): “Traed todo el diezmo al granero, para que haya alimento en mi Casa, y probadme ... en esto, dice Jehová de los Ejércitos; y veréis si no os abro las ventanas del cielo, y os derramo una bendición tal que no haya donde quepa.”

Del Departamento de iglesias filiales y practicistas,

El objetivo predominante en todo nuestro trabajo del año pasado ha sido extender y reforzar la excelente labor curativa que se lleva a cabo en nuestra magna Causa. Luz que nos guía en tales esfuerzos han sido las palabras de nuestra intrépida Guía, Mary Baker Eddy (Miscellaneous Writings, pág. 232): “La curación metafísica, o sea la Christian Science, es una exigencia de los tiempos. Todo hombre y mujer la desearía y exigiría, si supiera su infinito valor y su base firme.”

Siempre ha habido en nuestras filas una abundancia de buenos practicistas. A diario nos damos cuenta de las buenas cualidades de casi todos los que solicitan figurar en el directorio de The Christian Science Journal. Las solicitudes muestran que se lleva a cabo una labor curativa prominente. Lo cual agradecemos, porque se fortalece y prospera nuestra Causa en proporción al trabajo eficiente de nuestros practicistas.

Hemos observado agradecidos la magnífica aceptación que ha tenido en el Campo la grabación en cinta de la junta celebrada en junio pasado en la que se trató de “Nuestras oportunidades inmediatas.” Esta grabación continua ha sido oída en treinta y cinco países en juntas en las que han participado más de dos mil iglesias y sociedades filiales.

Nuestra Causa evidencia de continuo progreso y crecimiento. Lo vemos en las nuevas solicitudes de iglesias y sociedades y organizaciones colegiales listas para ser reconocidas oficialmente, así como en las de enfermeros y practicistas que buscan figurar en el directorio. Notamos acrecido interés en las actividades de las Organizaciones de la Christian Science en los colegios.

En Inglaterra, una pequeña sociedad estaba a punto de desbandarse; pero la animamos a que lograra vislumbrar la oportunidad infinita de tan justa actividad en servicio de la humanidad, y por lo mismo, para la prosperidad de la comunidad. La sociedad subsiste.

Tuvimos correspondencia con otra iglesia en el occidente del centro continental en la que se congregaban unos pocos para las reuniones vespertinas de los miércoles. Orando devota y persistentemente sus miembros, han logrado que su iglesia progrese, dando cuenta de que aumenta la concurrencia con estas palabras: “Quien rehuse desanimarse, ha de ganar al fin.”

Dícenos nuestra gran Guía en Miscellaneous Writings (pág. 177): “Jamás hubo un llamado más solemne e imperioso que el que Dios nos hace a todos, aquí y ahora, para que nos dediquemos con ferviente devoción y consagración absoluta a la más grande y más santa de todas las causas.” ¡Grande es la labor que se depara a nuestras iglesias y practicistas! Cada miembro de la iglesia debe continuar — y aumentar — su actividad curativa. Como Nehemías cuando reconstruía el muro, no hay que dejar que fase alguna de la supuesta mente carnal nos dilate ni nos desanime. Mediante nuestras demostraciones individuales, nuestras iglesias y nuestra Causa seguirán creciendo y sirviendo a la humanidad, ¡y ciertamente que los compos ya están blancos para la siega!

De las Actividades de la Christian Science en pro del Bienestar de los asignados al Servicio Militar y Actividades Postbélicas en Ultramar,

En nuestras actividades en pro del bienestar de los asignados al servicio militar, distribuimos durante el año pasado a solicitud y gratuitamente dos mil cien juegos Edición del Servicio de la Biblia y de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy, seis cientos de los otros libros de la Christian Science y más de diecinueve mil folletos y folletines a los soldados que se curan en los hospitales y a miembros de las fuerzas armadas. Hoy mandamos con regularidad grandes cantidades de publicaciones periódicas de la Christian Science a los pacientes de los hospitales y al personal del servicio en todas partes del mundo.

Tenemos más de trescientos sesenta obreros de la Christian Science sirviendo en pro del bienestar de los asignados al servicio militar a los recluidos en los hospitales y a los miembros de las fuerzas armadas. Estos obreros — hombres y mujeres — los nombra La Iglesia Madre para servir como practicistas y para que distribuyan libros y demás literatura a solicitud. También se han nombrado obreros para que sirvan a los estudiantes de la Christian Science que asisten a la Academia Militar de los Estados Unidos en West Point y a la Academia Naval de los Estados Unidos en Annapolis.

Nuestros obreros que sirven en pro del bienestar de los asignados al servicio militar dan parte frecuentemente de que han sido curados los pacientes de los hospitales. Uno de estos casos era el de un hombre recluido en un hospital militar por más de siete meses. El doctor que lo atendía se desesperaba de no poder ayudarle porque ni siquiera lograba despertarlo. “Su cuerpo está sencillamente desintegrándose,” dijo a nuestro obrero. “Debemos forzarlo a que coma, y ya no puede andar.” Cuando el doctor presentó a nuestro obrero al paciente, le dijo: “Nada más puedo yo hacer por usted, pero este obrero de la Christian Science sí puede.” Después de hablar con el paciente declarando mentalmente el verdadero ser del hombre como imagen y semejanza de Dios,— todo ésto en presencia del encargado del enfermo — se fué el obrero. Durante dos semanas dió tratamientos en ausencia. Cuando regresó se le informó que el paciente se hallaba en el exterior del hospital; que venía tomando toda comida con regularidad y que andaba por todo el lugar. Pronto fué dado de alta este paciente, completamente curado.

Hoy hay catorce capellanes de la Christian Science en servicio. El gobierno los asigna a las fuerzas armadas, y atienden no sólo a Científicos Cristianos sino también a los afiliados a otras religiones. Cuatro de nuestros capellanes están en Corea; uno en un transporte de tropas en el Oceano Pacífico; dos en Europa, y los siete restantes están estacionados en los Estados Unidos.

Se están celebrando servicios religiosos de la Christian Science en varios hospitales militares y en los campamentos de Corea, Japón, Guam, Islas Lu-Chu o Riu-Kiu, las Filipinas, las de Hawaii, Islandia, Europa y el Oriente Cercano.

La División de las Actividades Postbélicas de Ultramar agradece la amable y liberal ayuda individual de Científicos Cristianos, así como de las iglesias filiales de La Iglesia Madre por todo el país de los Estados Unidos, el Canadá, Australia, Nueva Zelandia y Sud Africa.

Durante 1951 se mandó ropa usada por valor de unos 46,000 dólares a las iglesias filiales de Austria, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Indonesia (Malasia), Italia, Holanda, Noruega y Grecia, así como a personas de Finlandia, Corea y Yugoeslavia, en donde no se han establecido iglesias filiales de La Iglesia Madre. También se enviaron a esas regiones paquetes de comestibles valuados globalmente en 13,000 dólares.

De los Fideicomisarios de Instituciones de Beneficencia,

Sumamente agradecida está La Iglesia Madre por el apoyo que sigue recibiendo del Campo de sus tres instituciones de beneficencia: los dos Sanatorios de la Asociación de Beneficencia de la Christian Science, situados en Chestnut Hill, Massachusetts, y en San Francisco, California, y de la Christian Science Pleasant View Home (Casa Linda Vista de la Christian Science), en Concord, New Hampshire. En vista de que ninguna de estas instituciones puede sostenerse pecuniariamente de por sí, es esencial que los Científicos Cristianos en todo el Campo continúen concediendo su dadivoso apoyo tanto espiritual como pecuniario. Escribe nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy, en “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” (pág. 206): “En la relación científica entre Dios y el hombre, descubrimos que todo cuanto bendice a uno bendice a todos, según lo demostró Jesús con los panes y los peces,— siendo el Espíritu, no la materia, la fuente de la provisión.”

Este año pasado hubo seis mil setesientos cuarenta y siete huéspedes, trescientos cuarenta y cuatro más que el año anterior, disfrutando de los privilegios de ambos sanatorios tanto por lo que toca al servicio de enfermería como a lo relativo a descanso y estudio. Entre noventa y cien huespedes fueron atendidos cariñosamente en la Casa Linda Vista, en donde han podido dedicarse a su buen trabajo en un ambiente de amor y solícito cuidado, libres de las preocupaciones mundanales.

En el Sanatorio de Chestnut Hill se ha dado especial atención a lo que requiere el Departamento de Enfermería, habiéndose hecho las renovaciones y alteraciones necesarias en algunos de los edificios. Una donación hecha por uno de los huéspedes hizo posible instalar un hermoso radiofonógrafo en la sala de recepción, para el gran gozo de todos los huéspedes.

En el Sanatorio de la Costa del Pacífico, se proyectó llevar a cabo durante en año varias alteraciones de interiores, habiéndose terminado algunas de ellas.

El curso de entrenamiento de enfermeros continúa ofreciendo la oportunidad en ambos sanatorios de que las o los solicitantes habilitados se adiestren para servir a nuestra Causa como enfermeros de la Christian Science. Noventa y ocho practicantes se han venido entrenando durante el año, de los cuales treinta se han graduado y dedicado al servicio en sus respectivos campos.

En la Casa Linda Vista de la Christian Science, los pintorescos terrenos siguen siendo objeto de cuidado experto. Y entre las renovaciones de interiores se cuenta la redecoración de la sala grande en la planta baja y la del comedor del cuerpo de empleados.

El año pasado todos estuvieron muy atareados en Linda Vista. Tanto los residentes como el cuerpo de empleados siguen cooperando, deseosos de contribuir cada vez más a hermosear y armonizar su casa. Aunque ésta puede considerarse el centro de sus afectos, no es el límite.

¡Qué bueno que estas instituciones continúan cumpliendo con el fin generoso para el cual se fundaron y ofreciendo nueva oportunidad a los miembros de La Iglesia Madre para que contribuyan a su sostenimiento!

Informes del Campo

Leyéronse a continuación cartas e informes que gratifican e inspiran, procedentes de las iglesias y sociedades filiales, e indicando que el año pasado se distinguió por la armonía, solidaridad, progreso incesante y creciente evidencia de curación de resultas del crecimiento espiritual individual. El tiempo asignado no bastó más que para que se leyeran unos cuantos de los informes, incluso el siguiente:

Primera Iglesia, Santiago de Chile, envía sus saludos y recuenta sus bendiciones reveladas en haber terminado la edificación de su templo, con órgano y un salón para la Escuela Dominical. El servicio de dedicación se celebra el ocho de junio. La carta informa que la Sala de Lectura, en el centro de la ciudad, registró actividad y progreso durante el año.

En nombre de La Iglesia Madre, La Junta Directiva de la Christian Science acusa recibo, agradecida, de este y muchos otros informes de las iglesias y sociedades por todo el mundo.

Incidentes de curaciones

Fueron leídos en seguida testimonios cuidadosamente comprobados que muestran el benéfico poder curador del Cristo, la Verdad, según lo revela la Christian Science.

Para clausurar la asamblea se cantó la Doxología.

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