Una comprensión correcta del vocablo Cristo es sumamente importante si uno quiere que el poder de Dios sea consecuentemente práctico en la experiencia humana. Cristo es el ideal inmortal de Dios que define Mary Baker Eddy en la página 583 del libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras,” como “La divina manifestación de Dios, que viene a la carne para destruir el error encarnado.” De esta definición se infiere que Cristo no puede usarse propiamente como sinónimo de Jesús.
En muchas partes de Ciencia y Salud figura la expresión “Cristo, la Verdad,” no en el sentido de que Cristo sea sinónimo de Dios, la Verdad, sino dando a entender que Cristo es la Verdad divina que emana de Dios, como lo indica este pasaje (ibíd., pág. 473): “Jesús es el nombre del hombre que más que ningún otro ha manifestado el Cristo, la verdadera idea de Dios, sanando a enfermos y pecadores y destruyendo el poder de la muerte.” El hecho de ser Cristo “la verdadera idea de Dios” es lo que lo hace tan significativo y tan práctico para el Científico Cristiano. Siendo la idea verdadera de Dios, Cristo presenta la idea verdadera del hombre puesto que el hombre es la imagen y semejanza de Dios. Y la idea verdadera del hombre como espiritual, reemplazando el falso concepto del hombre como material, es factor fundamental en la práctica de la Christian Science.
Alguien puede preguntar: ¿Cómo viene a la carne Cristo o “la divina manifestación de Dios,” según indica nuestra Guía en la definición antedicha? Sencillamente conociendo uno la verdad. La verdad espiritual que uno conoce evidencia la cognición o consciencia del Cristo, y ese mismo conocer lo trae a la carne o cuerpo material puesto que, como revela la Christian Science, la mente mortal y el cuerpo son la misma cosa. Lo cual muestra la gran importancia de disciplinarse a uno mismo a fin de que su modo de pensar esté cada vez más consciente de la naturaleza y presencia de Dios. La purificación que logramos mediante la percepción que clarifica y la aceptación de la consciencia del Cristo nos capacita para experimentar en creciente grado nuestra entidad verdadera. ¿Qué es lo que testifica la consciencia del Cristo? Testifica que Dios, la Mente infinita, es Todo. La Mente crea ideas únicamente. Cada una de estas ideas expresa perfecta y eternamente, a su modo individual, la Mente que es Dios. Cada idea está en armoniosa relación con todas las demás, y la ley espiritual mantiene por siempre esa coordinación.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!