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La copa

Del número de abril de 1952 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Los que han logrado compenetrarse en cierto grado de la realidad espiritual que revela la Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”. están profundamente agradecidos. Se dan cuenta de que les ha advenido el Cristo, la revelación y comprensión de Emmanuel, “Dios con nosotros.” Está fuera de duda que el Cristo, o sea la verdad del ser, ha aparecido en la Christian Science. Por lo cual ésta es inevitablemente Cristiana, y es al mismo tiempo Ciencia, y como tal, demanda ser entendida y demostrada. Esto implica un punto que talvez no haya sido comprendido del todo y por lo tanto requiere más énfasis.

En la página 26 del libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras,” su autora Mary Baker Eddy escribe: “Aunque adoramos a Jesús, y el corazón rebosa de gratitud por lo que él hizo por los mortales,— caminando a solas en su jornada de amor hasta el trono de la gloria, en silenciosa agonía explorando el camino para nosotros,— con todo eso Jesús no nos ahorra una sola experiencia individual, si seguimos fielmente sus mandatos; y todos tienen que beber la copa del doloroso esfuerzo en la proporción en que lleguen a demostrar su amor, hasta que todos sean redimidos por el Amor divino.” ¿Qué copa es esa “del doloroso esfuerzo” que mismo Cristo Jesús pidió pasara de él? ¿No es la experiencia por la que todo estudiante de la Christian Science, y en verdad toda persona, debe pasar al enfrentarse con el mal para demostrar su carencia de poder y realidad? ¿Puede alguien enfrentársele y demostrar ésto en lugar nuestro o por nuestra cuenta? No. La redención es claramente individual. No hay salvación vicaria. Ni Jesús, ni nuestra amada Guía, ni un profesor de la Christian Science, ni un practicista pueden en último análisis hacer eso por nosotros.

“Pero,— preguntará alguien —¿porqué dice Mrs. Eddy ‘la copa del doloroso esfuerzo?’ ¿Tiene que ser doloroso?” No, ni tiene que ser ni debería ser. El dolor lo causa la renuencia de los sentidos personales o sea la resistencia material de parte de la consciencia humana individual. El esfuerzo es doloroso en la proporción en que el mal logre inculcarnos su pretensión de que es real. La prueba a que nos sometemos puede parecer dolorosa a los sentidos humanos, pero el resultado es gozoso. No hay que olvidar eso.

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