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[Original en francés]

“¡Alabad el nombre de Jehová! ¡alabadle,...

Del número de enero de 1957 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“¡Alabad el nombre de Jehová! ¡alabadle, oh siervos de Jehová!” (Salmo 135:1.) Deseo expresar mi gratitud sincera por una curación que marcó la presentación de la Christian Science a mi familia, la Ciencia maravillosa que descubrió neustra amada Guía, Mary Baker Eddy.

La curación ocurrió hacia fines de 1935 en un país en el que no conocíamos a ningún Científico Cristiano. Nuestra hijita se nos puso muy enferma, y en pocos días quedó sorda, muda y ciega. A pesar de la fiel atención de varios doctores y de todo el afecto que le mostrábamos atendiéndola con cuidado, se nos dijo una noche que ya no debíamos esperar que sanara. Los doctores nos notificaron que no sólo era inútil esperar que recobrara su salud, sino que estaba en peligro de quedar paralítica y mentalmente debilitada.

No obstante no darnos cuenta de ello realmente entonces, Dios nos guiaba. Un miembro de la familia radicado en una región próxima a la nuestra nos telefoneó y nos habló de la Christian Science. Luego un intercambio de telegramas nos puso en comunicación con una practicista que vivía en Francia. En menos de tres semanas nuestra hija ya podía hablar y sentarse en la cama, sin otra ayuda o remedio que tratamiento cristiano-científico, para la gran sorpresa de los doctores, que vinieron a verla. En poco tiempo quedó otra vez perfectamente normal de salud y se hallaba jugando de nuevo en el jardín. Hoy es ella una joven atractiva y atlética que se prepara para el magisterio.

Otras curaciones hemos tenido en nuestra familia desde entonces, tales como de afecciones del oído, bronquitis y úlceras. Aunque después de haber dado a luz a mi primera hija los doctores predijeron que ya no tendría otros hijos, he tenido dos más.

Pero lo que es de más valor para mi es conocer al Dios verdadero y servir a la Causa de la Christian Science. Estoy agradecida especialmente a los practicistas y a mis parientes y amigos Científicos Cristianos que me han guiado en mis pasos hacia adelante. Tengo la dicha de ser miembro de La Iglesia Madre y de haber recibido instrucción facultativa de esta Ciencia. Cada día agradezco la ayuda y el aliento que nos dan la Biblia y los escritos de nuestra amada Guía y nuestras diversas publicaciones periódicas. —

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