Muchas veces he derivado provecho de la lectura de los testimonios de curaciones publicados en nuestras revistas religiosas. Así es cómo me ha venido el deseo de expresar mi gratitud por este mismo medio por las muchas curaciones que hemos tenido mi familia y yo mediante el estudio y la aplicación de la Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”..
Vino esta Ciencia a mi atención por primera vez después de haberle dicho a mi esposo un eminente médico de uno de los más grandes hospitales del oriente norteamericano que ya no me llevara allí otra vez para que recibiera más tratamientos en vista de que la ciencia médica ya había agotado todos sus recursos procurando curarme, y que era mera cuestión de tiempo para que yo pasara al más allá. Hacía unos doce años que me llevaban allí periódicamente para que recibiera tratamientos de lo que llamaban una complicación de enfermedades.
En la mañana de un domingo nuestra hija de catorce años de edad fué en compañía de una vecina a una Escuela Dominical de la Christian Science. A su regreso, mi hija me entregó regocijadamente un ejemplar del libro de texto, Ciencia y Salud, por Mary Baker Eddy, exclamando: “Mami, este libro te va a curar si lo lees.” Yo tomé el libro y lo coloqué en una mesa, pensando: ¿Cómo puede curarme un libro cuando todos aquellos doctores no pudieron?
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