Muchos consideran que lo que sucedió ayer, o hace años, es lo que ha causado pobreza, enfermedad y los dolores físicos o mentales actuales. Y pensar en lo que pueda ocurrir mañana infunde a los hombres temor, malestares e infelicidad. Lo que se toma como el pasado y el porvenir a menudo parece robarnos los tesoros y las oportunidades del presente. Mary Baker Eddy define el tiempo, en parte, como: “Medidas mortales; límites, en los cuales están comprendidos todos los actos, pensamientos, creencias, opiniones y conocimientos humanos” (Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 595).
Estudiando y aplicando la Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es “Ciencia Cristiana”. aprendemos a combatir y dominar paso a paso los límites y falsas creencias que acarrea consigo la aceptación del tiempo como influencia que domina o contribuye a dominar la vida de uno. Puede ser que el Científico Cristiano no haya progresado lo suficiente en su comprensión espiritual para eliminar de su experiencia la creencia en el tiempo. Pero por lo menos puede hacer del tiempo su siervo en vez de su amo.
Finalmente todos han de llegar al punto a que se refiere el autor del Apocalipsis cuando habla de un ángel que él oyó decir (10:6): “El tiempo no será más” [o dejará de ser]. Esto declaró el mensajero angelical sosteniendo en su mano un pequeño libro abierto. Tenía un pie en la tierra y el otro sobre el mar. Mrs. Eddy explica que el librito en mano del ángel representa la revelación de la Christian Science. Y el mar y la tierra simbolizan en este caso la mente mortal, o sea el error, y su universo que se supone sea material con todas sus manifestaciones pecaminosas.
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