Dedos de luz resplandeciente que franjeando el cielo matutino,
ahuyentan la oscuridad.
¡El despertar!
El amanecer llega,
heraldo del día.
Rayos de Verdad infinita que penetrando en el pensamiento,
ahuyentan el error.
¡El despertar!
El Cristo llega,
heraldo de Dios.
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