Pregunta: Cuando la Ciencia Cristiana afirma que el pecado es irreal, ¿no está acaso negando la necesidad que tenemos de ser redimidos del pecado, necesidad que es la base misma del cristianismo?
Respuesta: En modo alguno, pues la Sra. Eddy afirma explícitamente que redimir a los mortales del pecado es el propósito primordial de la Ciencia Cristiana, como lo es de todo el cristianismo. A decir verdad, la Sra. Eddy emplea la palabra “pecado” y sus derivados más de mil trescientas veces en sus obras publicadas. Dice, por ejemplo, lo siguiente: ”El pecado es la imagen de la bestia, y ha de ser borrado con el sudor de la agonía”.Ciencia y Salud, pág. 327. Y cualquiera que estudie con cuidado sus obras sabe lo mucho que ella tiene que decir respecto a la redención, la salvación, el arrepentimiento, la expiación, el sacrificio, la gracia, el perdón, el abandono del “viejo hombre” y la identificación con el “nuevo hombre”.
Existe, sin embargo, una diferencia entre los Científicos Cristianos y la mayoría de los demás cristianos en un aspecto importante de este asunto. La Ciencia Cristiana enseña que el perdón del pecado requiere que se abandone el pecado, y esta redención radical no se puede lograr cuando se acepta que el pecado es una inexorable necesidad de la naturaleza humana. La Ciencia Cristiana insiste en que el pecado ni ha sido creado por Dios ni es permitido por Él y que, por consiguiente, no es parte del hombre hecho a imagen de Dios y revelado por medio del Cristo. Por lo tanto, el pecado sólo se puede vencer comprendiendo que el ser auténtico del hombre, derivado de Dios, es impecable desde un principio.
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