¿Tienes un lugar secreto en tu casa o afuera en tu jardín o calle abajo? ¿Un lugar que nadie conoce excepto tú? ¿Donde te sientes especial y a salvo? Tal vez vayas allí cuando no quieras jugar con tus amigos o simplemente deseas estar tranquilo.
Todos podemos tener otra clase de lugar secreto. Este lugar no tiene que estar en el jardín o en la casa. Es un “lugar” en el pensamiento al que llamamos oración.
Cristo Jesús habló mucho sobre la oración en su Sermón del Monte, sobre cómo orar y cómo no orar. Él indicó cuán equivocado era hacer de la oración una gran exhibición, usar palabras o asistir a la iglesia para que lo vieran los demás. Luego dijo: “Cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. Mateo 6:6.
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