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¿Sanarse uno mismo?

Del número de enero de 1985 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


¡Sí! “Pero yo no sé cómo hacerlo. Lo he intentado varias veces, sin ningún resultado. He estudiado la Biblia y nuestro libro de texto, Ciencia y Salud, pero no me ha sido posible efectuar una curación. No sé por qué, pero pareciera que por alguna razón la comprensión requerida para sanar me elude”.

¿Suena esto familiar? Investiguemos a fondo el problema. La comprensión que sana no se obtiene esperando dar con el oro con sólo raspar la superficie. Para alcanzar aquello que vale la pena, se necesita un esfuerzo consagrado. No debemos sentirnos desalentados si nuestros esfuerzos iniciales no tienen éxito. En nuestro libro de texto, la Sra. Eddy escribe: “Paso a paso hallarán los que en El confían que ‘Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones’ ”.Ciencia y Salud, pág. 444. Avanzamos paso a paso hacia la Verdad, pero, si nos damos por vencidos con facilidad, ¿podemos esperar la recompensa?

Y, ¿qué sucede si usted continúa estudiando e investigando diligentemente, y aún así la curación no se produce? ¡No se dé por vencido! Siga ahondando con mayor profundidad dentro de usted mismo, sondee hasta desenmascarar la resistencia a la curación. Ciencia y Salud nos dice: “Quienes no pueden demostrar, por lo menos en cierta medida, el Principio divino de las enseñanzas y de la práctica de nuestro Maestro, no tienen parte en Dios. Si vivimos en desobediencia a El, no debiéramos sentir seguridad, aunque Dios sea bueno”.Ibid., pág. 19. ¿Será esto lo que tiene la culpa? ¿Estamos desobedeciendo los mandamientos de Dios? ¿Estamos tan atrapados en la búsqueda de posesiones mundanas que no tenemos parte en El? ¿Está Dios ocupando el asiento de atrás en nuestras vidas? ¿Hemos olvidado Su primer y gran mandamiento: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”? Ex. 20:3. ¿Se ha convertido alguno de los dioses de este mundo en nuestra principal obsesión? ¿Es posible que no sólo ignoremos el gran mandamiento de Dios, sino que además no prestemos atención a la enseñanza de Cristo Jesús: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”? Mateo 6:33.

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