Una niñita de cabellos rizados de cinco años de edad le toma la mano a su madre y pregunta: “Mamá, ¿por qué nos tenemos que ir?”
Esta pregunta en tono de tristeza, evalúa tanto como cualquier distinción o premio el profundo interés generado por la Exhibición de la Biblia (no sectaria) presentada en el Centro de la Ciencia Cristiana en la ciudad de Boston. Esta presentación en once partes — resultado de catorce años de oración y planificación — es un banquete para la vista y el oído, apoyado por un sistema electrónico de los más avanzados. Ofrecido como obsequio a la ciudad y sus visitantes, la exhibición ha atraído a personas de diversas clases sociales y culturas de todo el mundo. Va más allá de la palabra “exhibición”; como su subtítulo sugiere, es “explorar la Biblia por medio de la vista y el sonido”.
Ilustrada por grandes transparencias a colores, la Tabla Cronológica es un curso muy corto de la Biblia que evidentemente logra alentar a quienes la ven a hacer un estudio más amplio. “No sabía que la Biblia era tan fascinante”, dijo una señora que visitó Boston por un día. Un hombre de negocios que vio la exhibición en su hora de almuerzo dijo: “Es realmente magnífica”. Pero lo que probablemente la describe mejor es que las personas llegan y se quedan. Y la razón por la cual se quedan es que esta exhibición llega al corazón del hombre proveyéndole un oasis refrescante y bendito fuera del mundo en confusión que muchos están experimentando.
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