Una niñita de cabellos rizados de cinco años de edad le toma la mano a su madre y pregunta: “Mamá, ¿por qué nos tenemos que ir?”
Esta pregunta en tono de tristeza, evalúa tanto como cualquier distinción o premio el profundo interés generado por la Exhibición de la Biblia (no sectaria) presentada en el Centro de la Ciencia Cristiana en la ciudad de Boston. Esta presentación en once partes — resultado de catorce años de oración y planificación — es un banquete para la vista y el oído, apoyado por un sistema electrónico de los más avanzados. Ofrecido como obsequio a la ciudad y sus visitantes, la exhibición ha atraído a personas de diversas clases sociales y culturas de todo el mundo. Va más allá de la palabra “exhibición”; como su subtítulo sugiere, es “explorar la Biblia por medio de la vista y el sonido”.
Ilustrada por grandes transparencias a colores, la Tabla Cronológica es un curso muy corto de la Biblia que evidentemente logra alentar a quienes la ven a hacer un estudio más amplio. “No sabía que la Biblia era tan fascinante”, dijo una señora que visitó Boston por un día. Un hombre de negocios que vio la exhibición en su hora de almuerzo dijo: “Es realmente magnífica”. Pero lo que probablemente la describe mejor es que las personas llegan y se quedan. Y la razón por la cual se quedan es que esta exhibición llega al corazón del hombre proveyéndole un oasis refrescante y bendito fuera del mundo en confusión que muchos están experimentando.
“No soy sentimental”, dijo una señora, “pero la película realmente me conmueve. Es algo más allá de las emociones”. Diariamente se oyen estas expresiones espontáneas de aprecio. Otro visitante dijo: “Estoy deseando llegar a casa para sacar mi Biblia”. Un obrero que trabaja en una construcción en la calle pasa sus horas de almuerzo escuchando los viajes que se narran electrónicamente y viendo el programa de diapositivas “Como hijos de luz”.
Algunos comienzan con el mapa topográfico gigante que simula lo que uno vería si estuviera en una nave espacial suspendida a muchos kilómetros sobre la tierra. Al oprimir un botón, se puede ver cualesquiera de los doce viajes bíblicos efectuados por los personajes de la Biblia, como el de Moisés y los hijos de Israel cuando cruzaron el Mar Rojo. Al escuchar la narración a través de un audífono electrónico, seguimos las luces rojas y blancas intermitentes que localizan y luego trazan los viajes de Abraham, Jacob, David, Pablo y otros. Un punto rojo indica con precisión, por ejemplo, donde Cristo Jesús habló con la mujer samaritana. Muchos ven por primera vez cómo es el mar de Galilea.
De hecho, hay tantas cosas para ver que las personas vienen por unos minutos y a veces se quedan por horas. Muchos regresan durante varios días. “Se necesitaría una semana entera para asimilarlo en su totalidad”, dijo una pareja de Haití. Un hombre que acababa de ver la película y las diapositivas comentó: “Me reía en un momento y en otro lloraba”. Muchos regresan a ver la película repetidas veces.
Además de apreciar las maravillas de la electrónica, el visitante atento responde al mensaje del amor omnipresente de Dios que se siente en toda la exhibición. El cuidado exquisito y esmerado con el cual todo ha sido preparado, es parte integral de la exhibición misma, es una presentación espiritual y sincera del mensaje de Dios a la humanidad a través de las páginas de la Santa Biblia. Es el compartir sin reservas el amor de Dios.
También incluida en la exhibición, está la Pared de las Citas, Preguntas y Respuestas sobre la Biblia, y una escultura de alambre de tres pisos de alto, “El libro de luz”. Para las personas que les gustaría estudiar y aprender más sobre lo que han visto, el contiguo Centro de Exploración de la Biblia provee un tranquilo lugar para estudio, y ofrece una variedad completa de libros de referencias y cintas magnetofónicas. Los estudiantes de un conservatorio de música local vienen a ver y a estudiar la película como un ejemplo primario de la combinación de los elementos de la música con el arte cinematográfico. Para los niños pequeños hay una sección especial en donde se les permite usar los libros de cuentos bíblicos ilustrados a colores y hojear las páginas al escuchar las lecturas por audífonos. También se exhiben unas ediciones raras e históricas de la Biblia y una vasija de dos mil años tomada de las cuevas del Mar Muerto.
“Esta exhibición bíblica es un refugio de paz”, exclamó un visitante del extranjero.
“Es una experiencia extraordinaria”, dice otro. “Pensé que sólo habría un montón de Biblias”.
Un hombre que va a entregar una carga de concreto en la zona, para su camión, entra y dice: “He pasado por aquí tantas veces, tenía que entrar”.
Los visitantes que no saben nada de la Ciencia Cristiana superan en número a los Científicos Cristianos en una proporción de cuatro a uno. La exhibición ha podido disipar algunos malos entendidos sobre la Ciencia Cristiana. Una señora dijo: “Me habían dicho que los Científicos Cristianos no leen la Biblia. Ahora puedo ver por mí misma que ciertamente la leen”.
Las palabras entusiastas de quienes han visto la exhibición atraen a personas de todas partes. Muchas son personas que están aquí asistiendo a convenciones locales. Un número de grupos religiosos han venido a visitar la exhibición después de haber leído u oído sobre ella de miembros que la han visto. También llegan visitantes de escuelas y universidades.
Vienen solos o en grupos. Obviamente conmovidos por lo que ven y sienten, hacen preguntas. Quienes desean saber algo sobre la Ciencia Cristiana — y muchos lo desean — son referidos a la Sala de Lectura o a alguien fuera de la exhibición, para mantener la exhibición no sectaria. Vienen personas que están buscando algo a que aferrarse en su vida, buscando un nuevo significado en Dios y su relación con El. Estos incluyen desde los curiosos hasta los profundamente preocupados y los desesperados. Algunos realmente obtienen curación. Un hombre le dijo a la guía cuando salía: “No soy la misma persona que entró aquí”.
Estas personas simplemente responden a “la atmósfera de amor y curación”, como lo dijo un visitante.
Durante casi cuatro años que tiene la Exhibición de la Biblia, se ha ganado reconocimentos y premios de las autoridades gubernamentales de la ciudad, de personas de negocios, grupos religiosos y educadores. Un visitante lo resumió así: “Se expone la Biblia sin predicarla”. Esta es la clave importante de su éxito. Es para todos.
Aun más importante, la exhibición inspira en muchos un deseo de aplicar las enseñanzas imperecederas de la Biblia a la vida actual; y la gente se siente alentada a reconocer la Biblia como compañera constante para obtener una vida y manera de pensar más felices, vitales y espirituales.
Otra vez Jesús les habló, diciendo:
Yo soy la luz del mundo;
el que me sigue, no andará en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:12