Padre-Madre, gracias
por innumerables supuestos milagros:
por imposibilidades revertidas
o simplemente diluidas
— por lo que nunca sucedieron —
cuando vemos Tus soluciones correctas,
maravillosas respuestas,
divinamente naturales,
tan superiores a cualquier
planeamiento humano,
sabemos entonces que podemos
demostrar lo que estamos aprendiendo,
¡probar lo que estamos ganando!