Es apropiado que se celebre el día de independencia en muchos países alrededor del mundo. La libertad política que se ha logrado y defendido en los campos de batalla a costa de vidas humanas es un legado precioso que merece devoto mantenimiento.
Pero aun aquellos que viven en países libres pueden tener necesidad de aprender a vivir en libertad. Las personas distan mucho de ser libres si temen perder su libertad. Las personas distan mucho de ser libres si son esclavas de malos hábitos, si están sujetas al sufrimiento si temen abogar por sus convicciones y, finalmente, si sienten que están destinadas a morir porque creen que son mortales.
La Ciencia Cristiana ofrece la libertad otorgada por Dios para liberarnos de las trabas de la materialidad que pretenden hacernos creer que estamos sujetos a perder, pecar, enfermarnos, intimidarnos y morirnos. Tal libertad es mucho más que sólo un premio de triunfo sobre la dominación de dichas trabas. La libertad divina es una realidad indomable que puede ser demostrada por todos.
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