La mortal narración
en su mayor parte es aflicción,
¿por qué prestarle atención y tenerle miedo?
Es todo un mentir,
y no se trata de mí,
que en el Espíritu vivo y me muevo.
Del número de junio de 1985 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana
La mortal narración
en su mayor parte es aflicción,
¿por qué prestarle atención y tenerle miedo?
Es todo un mentir,
y no se trata de mí,
que en el Espíritu vivo y me muevo.