Mirándome en un espejo,
Me veo sólo a mí,
No a un monstruo terrible,
O un árbol de mango.
Y aunque siga mirando,
Aún me veo sólo a mí,
No a una banana madura
O un pájaro pequeñín.
La Ciencia de Dios es un espejo,
Para ver con exactitud a
Su mundo y uno al otro,
y a mi yo espiritual.
Me muestra la justa respuesta
Y cómo las cosas tienen que ser.
En el espejo de Dios no hay mal,
Sino el reflejo del Amor: yo.
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