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Asamblea Anual de La Iglesia Madre

2 de junio de 1986

Del número de noviembre de 1986 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La Asamblea Anual de La Iglesia Madre, La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Boston, Massachusetts, E.U.A., se celebró en Boston el lunes 2 de junio de junio de 1986. El tema de la asamblea fue: “El cumplimiento de nuestra misión: la curación mediante el Cristo”. A continuación se da un relato condensado de la asamblea.

La asamblea se inició con el Himno N.° 208 del Himnario de la Ciencia Cristiana. El Presidente saliente, Robert H. Mitchell, leyó de la Biblia y de los escritos de Mary Baker Eddy. El Sr. Mitchell anunció los nombres de los dignatarios de La Iglesia Madre: Secretaria, Virginia Sydness Harris, de Birmingham, Michigan; Tesorero, Donald C. Bowersock, de Boston, Massachusetts; Primer Lector, Timothy A. MacDonald, de Alexandria, Virginia; Segunda Lectora, Marianne Bauer, de Francfort del Main, República Federal de Alemania; Presidenta, Jean K. Weida, de Boston, Massachusetts.

Comentarios de la Presidenta entrante

Volvamos juntos por un momento a una Asamblea anterior. Es junio de 1905, y los miembros de La Iglesia Madre han preparado un saludo especial para nuestra Guía, la Sra. Eddy. En su mensaje, se están regocijando de que la construcción del edificio de la Extensión de La Iglesia Madre adelanta sin interrupción. En 1905, las paredes de este mismo edificio en donde estamos reunidos hoy, se estaban elevando verdaderamente y, como ellos dijeron: “no sólo a la fe, sino también a la vista”.

Los miembros comenzaron a hablar de una dimensión adicional de su regocijo, y ésa era “que este templo, el cual representa la adoración del Espíritu, con su acompañamiento inseparable, la curación mediante el Cristo, se está edificando en nuestra época...” Citado por la Sra. Eddy en The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 23.

La misión era clara para La Iglesia Madre, para sus filiales y para nosotros como individuos. La misión en 1905 y la misión en 1986 siguen siendo las mismas. Es la curación mediante el Cristo, que incluye a toda la humanidad.

Nuestro mundo está clamando por respuestas, por nueva luz. Los problemas raciales, el hambre, el terrorismo, el temor, la separación, la lucha familiar, las nuevas enfermedades así como las antiguas; todo ello clama por curación. Adoptemos juntos la decisión de demostrar la profundidad de nuestro propio amor sin medida como la Sra. Eddy lo hizo al seguir a Cristo Jesús, y de dar la bienvenida a toda la humanidad a las buenas nuevas del reino de Dios, que está a mano. Hagamos cada uno nuestra parte fielmente para llevar hacia adelante la Causa de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) y para demostrar que esta querida Iglesia, “con su acompañamiento inseparable, la curación mediante el Cristo”, todavía se está edificando en nuestra época.

La curación mediante el Cristo: la misión de nuestra Guía

Una charla grabada en cinta de video, por La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana, en la Sala de los Directores

No podemos hablar acerca de nuestra Guía sin tener que recurrir a este libro, la Santa Biblia. Cristo Jesús da varios ejemplos que señalan lo que nuestra Guía iba a descubrir posteriormente. Por ejemplo, aquí el Maestro dice en el Evangelio según San Lucas: “¿Qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido”. Lucas 15:8, 9.

“Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido”. La Sra. Eddy no sólo encontró el perdido elemento de curación; llamó a sus vecinos para compartirlo con ella. Llamó a la humanidad para que se regocijara con ella.

Esos eslabones proféticos continúan a lo largo de la Biblia, incluso la profecía que dice que habría un libro, y, como sabemos, ese libro, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por la Sra. Eddy, es el cumplimiento de esa profecía. En este libro, encontramos ese elemento revelado de la curación mediante el Cristo. Y me parece que la misión de la Sra. Eddy está establecida allí, y es nuestra misión comprenderlo mejor — estudiar esas Escrituras, estudiar sus escritos, su Ciencia y Salud— de manera que busquemos y encontremos y curemos.

Con referencia a lo que decíamos acerca de que la Sra. Eddy siempre recurría a la Biblia, el Salmista dice: “... para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación”. Salmo 67:2. ¿De qué otra manera se va a conocer esa salvación a menos que la publiquemos? Y respecto a las publicaciones periódicas, la Sra. Eddy no empezó con el The Christian Science Monitor; ella empezó con el The Christian Science Journal, el Christian Science Sentinel y El Heraldo de la Ciencia Cristiana. En éstos, ella nos mantiene a la altura de la demostración, en donde se aplica lo que obtenemos del libro de texto. Hay artículos completamente nuevos acerca de la curación mediante el Cristo, la curación científica. Luego tenemos en el Monitor la oportunidad de servir de “monitor”, y verificar con qué éxito estamos aplicando la verdad en todo el mundo. Es algo así como los dos grandes mandamientos: amar a Dios, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Y lo que es científicamente cierto acerca de nosotros, tiene que ser científicamente cierto en cuanto a nuestro prójimo.

La Sra. Eddy era una gran creyente en la comunicación oral, porque, cuando estableció el Cuerpo de Conferenciantes de la Ciencia Cristiana, dijo que eran necesarias las conferencias en público, y que era necesario compartir las buenas nuevas de que la curación mediante el Cristo sí existe, que la hemos encontrado. Lo que se había perdido, ha sido restaurado. Y al llevar ese mensaje, se invita a cualquier oyente a recurrir a los libros, a encontrar esos libros, a leer las publicaciones periódicas, y, mediante la autoinstrucción o la instrucción en clase, aprender a ser un sanador.

Todo esto ha sido estipulado en el Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy, y a veces nos preguntamos: ¿Qué decir de las cosas que estamos haciendo hoy? Tales como la videocon-ferencia, “Vivir para toda la humanidad”, o esta cinta de video.

Sr. Thorneloe: ¿Cómo se relaciona esto con la visión de nuestra Guía?

Sra. Jenks: Bueno, no sólo se relaciona con su visión, sino que es el cumplimiento continuo de la misión bajo su liderazgo. Cuando tuvimos esa videoconferencia hace unos dos años, “Vivir para toda la humanidad”, cuando todos oramos en silencio y, luego, lo hicimos audiblemente en todo el mundo, sé que todos percibimos que algo ocurrió. Me recordó la carta que la Sra. Eddy envió al Movimiento en Chicago. Algo estaba produciendo un sacudimiento allí. Ella les escribió: “Una gran sensatez, un algo poderoso enterrado en las profundidades de lo invisible, ha producido una resurrección entre ustedes, y ha emergido de súbito como amor viviente”. En esa reunión del 8 de diciembre, surgió un amor viviente, algo vital, y creo que todos los que piensan en dicha reunión, recuerdan ese amor. La Sra. Eddy también preguntó a los que estaban en Chicago, ¿cuál es la causa de esto?, y dijo: “Es la unidad, el vínculo de la perfección, la expansión sin límites que abarcará al mundo...” Miscellany, pág. 164. Y sigue explicando, pero ella realmente destaca que nuestra misión es la de llegar a toda la humanidad e incluirla. Es por eso que digo que su liderazgo es todavía muy evidente.

Sr. Thorneloe: Así es. La misión de la Iglesia no ha cambiado. La Sra. Eddy claramente vincula esa misión más amplia — sanar salvar al mundo del pecado y la muerte — al cristianismo primitivo y arraiga esta misión en él, en la eficacia sanadora de su Iglesia.

Hoy, en lo que resta de la Asamblea Anual, vamos a considerar tres preguntas: ¿Cuál es el papel que tiene La Iglesia Madre en el cumplimiento de esa misión? ¿Las iglesias filiales? ¿El individuo? ¿Qué debe hacer usted; qué debo hacer yo? En cierta manera, la respuesta está en la frase que escucharon cuando la leyó Robert Mitchell de Ciencia y Salud: “Jesús estableció su iglesia y mantuvo su misión sobre la base espiritual de la curación mediante el Cristo”.Ciencia y Salud, pág. 136. Esos son los cimientos, ésa es la base. Y ustedes y yo podemos edificar sobre ella.

Informes del progreso obtenido al cumplir con nuestra misión

Informes del Movimiento de diversas partes del mundo

Este año, los informes estarán exentos de formalidades y se darán a través de charlas en grupo. Con este propósito, quiero presentarles a Michael Thorneloe, Presidente de La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana; a Virginia Harris, nuestra Secretaria; a Donald Bowersock, nuestro Tesorero; y a Nathan Talbot, Gerente de los Comités de Publicación.

Todos hemos escuchado cuáles son las tres preguntas que vamos a considerar esta tarde, de modo que comenzaremos con la primera. ¿Qué papel desempeña La Iglesia Madre en el cumplimiento de nuestra misión de la curación mediante el Cristo?

Tenemos muchas pruebas de que La Iglesia Madre está cumpliendo con su misión de la curación mediante el Cristo. Pero, como hemos escuchado decir a la Junta Directiva, comienza con cada uno de nosotros. Y en la oficina de la Secretaria, nos enteramos de curaciones mediante informes de personas, iglesias filiales, practicistas y enfermeros de la Ciencia Cristiana, de diversas partes del mundo. Específicamente, durante los dos últimos años hemos llevado a cabo seminarios para practicistas en varias partes del mundo. Estos continuarán todavía por un año más. La meta de estos seminarios es la de invitar a todos los practicistas de diversas partes del mundo que están registrados en el Journal, para que concurran a estas sesiones que duran todo un día. Hay también sesiones vespertinas, y éstas son para los que consideran la idea de entrar en la práctica, la cual nutren en su pensamiento y en su corazón pero que todavía no están listos para registrarse en el Journal.

Sra. Weida: En nuestros seminarios vespertinos alentamos a los concurrentes a que se consideren a sí mismos practicistas porque la Sra. Eddy alienta a todos a que practiquen la Ciencia Cristiana. Y tuvimos noticias de una señora que asistió a uno de nuestros seminarios vespertinos, que son para quienes alimentan la esperanza de entrar en la práctica. Había viajado dos mil cuatrocientos kilómetros de ida y vuelta para concurrir a esa reunión. Después de esto, dijo que tomó la determinación de entrar en la práctica. Se registró en el Journal, y hace poco más de un mes, viajó más de tres mil ochocientos kilómetros de ida y vuelta para concurrir a nuestro seminario diurno, que es para quienes están registrados en el Journal. Dijo que esto había hecho maravillas para su práctica. La dedicación que vemos es realmente maravillosa.

Les oigo hablar acerca de la manera en que alientan a estos practicistas, y pienso que todos nosotros valoramos eso en gran manera. Me hace pensar un poco en aquella persona que siente un gran amor por su jardín y de la manera en que lo cultiva, planta, alimenta y cuida esas semillas. Pero se evidencia otro factor aquí; a veces, los jardines son puestos a prueba. Se presentan tales cosas como mapaches, ardillas y cosas así. Necesitamos proteger esos jardines.

Veo eso como parte del trabajo del Comité de Publicación. Es esa clase de actividad protectora.

A veces, el cuerpo legislativo, por ejemplo, tiende a dictar leyes que tienen el efecto de restringir la práctica de la curación espiritual. Ciertas veces es intencional; otras no lo es. En ciertas ocasiones, los medios informativos publican cosas que son inexactas y engañan a la gente acerca de la naturaleza de la curación espiritual. No hace mucho, leí, por ejemplo, un artículo en un periódico que afirmaba que Mary Baker Eddy no era, después de todo, la Descubridora de la Ciencia Cristiana. También escuché a un ministro decir en un sermón que la Sra. Eddy no fue realmente quien descubrió la Ciencia Cristiana. Es necesario que haya una manera amable y natural de guiar al pensamiento humano para ayudarle a que reconozca que ésta es la mujer que recibió la revelación. Nuestro trabajo consiste realmente en efectuar un planteo correctivo y cristiano. Pienso que la labor del Comité se podría ver como el trabajo sanador que protege la obra sanadora.

Sr. Thorneloe: ¿Cuál es la función del Tesorero en todo esto?

Mientras el Sr. Talbot y la Sra. Weida hablaban, yo pensaba sobre lo agradecidos que estamos por las donaciones que hacen nuestros miembros, porque son esas donaciones las que hicieron que esos seminarios fueran posibles. Esos seminarios han sido un regalo de La Iglesia Madre al Movimiento, que sólo han sido posibles por las donaciones de nuestros miembros.

Quisiera compartir una experiencia que tuvimos en la Oficina del Tesorero cuando concluyó la Reunión de las Organizaciones Universitarias que se celebró aquí el 15 de agosto de 1985. Un joven que había venido de Europa, vino a nuestra oficina con mucha gratitud, diciendo que su iglesia filial lo había enviado a la reunión y había reunido el dinero para que él viniera. Agregó que le había sobrado algo de dinero. Motivado por la gratitud que sentía, quería dejar ese sobrante con el Tesorero para que se usara de la manera que pensáramos que era la más apropiada.

Luego, comenzó, literalmente, a vaciar sus bolsillos, y cerca de doscientos dólares cayeron sobre la mesa. Fue una maravillosa y espontánea expresión de gratitud.

Sr. Thorneloe: Consideremos ahora la segunda parte de nuestra pregunta y veamos el papel que desempeñan las iglesias filiales en el cumplimiento de la misión de la curación mediante el Cristo.

Sra. Harris: De acuerdo con lo que estipula nuestra Guía para que se compartan informes del Movimiento en la Asamblea Anual, veremos ahora en una cinta de video algunos de los muchos informes de las iglesias que fueron enviados. Estos se refieren a las abundantes curaciones efectuadas en las respectivas comunidades y al crecimiento en las iglesias filiales.

Video

Durante esta presentación, miembros de la iglesia filial en Backnang, Alemania Occidental, describieron cómo encontraron un nuevo local cuando el edificio en donde se habían estado reuniendo no se pudo utilizar más. Los miembros de Octava Iglesia de Cristo, Científico, en Houston, Tejas, E.U.A., explicaron qué pasos dieron cuando tuvieron que encontrar un nuevo local para su Sala de Lectura. De la iglesia filial en Hong Kong, los espectadores se enteraron de los esfuerzos efectuados para trabajar con la comunidad de habla china y comunicarse con ella. Finalmente, los miembros de Primera Iglesia de Cristo, Científico, Sheffield, Inglaterra, hablaron de la construcción de un nuevo edificio cuando la estructura del edificio anterior, que ya tenía sesenta años de antigüedad, fue declarada insegura.

Sr. Bowersock: Un acontecimiento interesante de este año pasado fue la manera en que las iglesias filiales, de una forma muy especial, apoyaron a La Iglesia Madre. Había gran necesidad de proveer ayuda en zonas tales como Etiopía, México, algunas partes de Asia y en los Estados Unidos. La Iglesia Madre cuenta con un Fondo de Socorro y Ayuda que hemos utilizado para prestar ayuda en estas situaciones. No es para Científicos Cristianos sino para todo el mundo en general. También tenemos un programa de ayuda a las filiales y a Científicos Cristianos que se encuentren en esas zonas, si necesitan ayuda. En todas esas zonas de diversas partes del mundo, no fue necesario ayudar a las iglesias filiales ni una sola vez y esto, creo, se atribuye al trabajo metafísico que han hecho en todas partes cada una de nuestras filiales.

Pero, en efecto, dimos contribuciones a diversas zonas en general. Y, durante ese período, las filiales llamaron y escribieron preguntando: “¿De qué manera podemos contribuir?” Nosotros contestamos que podían enviar contribuciones a tal o cual organización, o que las podían enviar a La Iglesia Madre y nosotros las agregaríamos a nuestra contribución. La mayoría de las iglesias optaron por hacer eso, y para fines de año, habíamos triplicado la cantidad de dinero que originalmente se había planeado enviar a esas zonas. Estamos muy agradecidos por esto, porque muestra el interés que tienen las filiales por llegar a toda la humanidad.

Sr. Thorneloe: Por cierto que sí, y demuestra, en este trabajo en colaboración, un hermoso sentido de unidad. Por supuesto, las iglesias filiales están formadas por cada uno de los miembros de la filial; de modo que consideremos la tercera pregunta.

Sra. Harris: Todos sabemos acerca de la actividad sanadora que se está llevando a cabo individualmente, mediante nuestros cultos religiosos vespertinos de los miércoles, y nuestras publicaciones periódicas. Los relatos de curaciones acompañan a cada una de las solicitudes para anunciarse en el Journal. A veces, cuando alguien solicita afiliarse a La Iglesia Madre, envía relatos de curaciones. También hemos solicitado informes de personas en el Movimiento, tal como hemos pedido informes de las filiales. Y, como de costumbre, hemos recibido cientos de respuestas, más de las que podemos compartir esta tarde. Pero quisiera mencionar algunos de los relatos de curaciones que recibimos: una espalda paralizada a causa de una lesión, un cáncer en el pecho, un tumor en un pie, el uso de tabaco y bebidas alcohólicas, una enfermedad de los riñones, gangrena, apendicitis, insolación y tuberculosis. Esos relatos, junto con los testimonios de nuestras reuniones vespertinas de los miércoles y los que se publicaron este año pasado en nuestras publicaciones periódicas, indican, ciertamente, un poderoso sentido de curación por todo el mundo. Y ahora, veamos una cinta de video que presenta algunos de esos testimonios de curaciones que fueron enviados.

Video

Loan relataron cómo oraron cuando su médico en obstetricia les dijo que, debido a una condición tóxica, el bebé que esperaban podría estar en peligro y que, probablemente, no sería normal, ya que la Sra. Loan podría tener problemas durante el parto. Su hijo, Bert, que se gradúa este año en la universidad, describió lo que había significado para él la firmeza espiritual de sus padres durante su crecimiento.

habló sobre la manera en que venció los deseos de suicidarse; sobre la curación de graves y debilitantes reacciones adversas a los alimentos; y de un nuevo propósito y dirección en su vida en donde, antes, “literalmente no tenía nada”.

, una practicista de la Ciencia Cristiana, relató cómo se sanó de una fractura en el cuello, de múltiples heridas en la cabeza y de la pérdida de una vértebra, luego de haber sufrido un accidente automovilístico.

La última curación provino de las Islas Filipinas, en donde , siendo confundido con otra persona, fue baleado a quemarropa en la cara por un soldado filipino. El y sus hermanos Bienvenido y Herminiano, cuentan cómo oraron y todo lo que significó esta curación para su iglesia y la comunidad.

Sra. Weida: Necesitamos que venga alguien acá, y esa persona es el Gerente de La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana. John Hoagland, ¿quiere usted unirse a nosotros?

Sr. Thorneloe: En la Asamblea Anual del año pasado, usted, John, informó sobre un aumento en las suscripciones al The Christian Science Monitor.

Creo que lo que informamos hace un año en la Asamblea Anual, fue que, después de muchos años de una disminución lenta y constante en la circulación de nuestro diario, habíamos observado un claro aumento de la misma en los últimos dos años, es decir, lo inverso de esa disminución, y el comienzo de un aumento constante.

Sr. Thorneloe: Coincidentemente con ese aumento en la circulación del Monitor, usted mencionó, el año pasado, el trabajo de radio que en ese entonces estaba por comenzar o que ya había comenzado.

Sr. Hoagland: En este año pasado, se ha llevado a cabo un gran número de pasos interesantes y progresivos con respecto al programa semanal. A la Red de Fuerzas Americanas (American Forces Network) le gustó tanto nuestro programa que ahora lo difunden todas las semanas a las fuerzas americanas por todo el mundo. Y, por supuesto, esa red tiene una audiencia internacional. Radio Luxemburgo, en Europa, ha extendido su alcance no sólo a Europa, sino, en onda corta, al Oriente Medio, mediante una adaptación del programa. De modo que ha progresado muy rápidamente.

Sr. Thorneloe: ¿Qué nos dice usted acerca de la onda corta, en términos generales, para el movimiento?

Sr. Hoagland: El plan básico consiste en la construcción de tres radiotransmisoras poderosas de onda corta en diferentes partes de los Estados Unidos y en el exterior, para llegar a todo el mundo, de modo que podamos estar en el aire muchas horas al día con noticias del The Christian Science Monitor, con artículos religiosos de El Heraldo de la Ciencia Cristiana, del Journal y del Sentinel, y conferencias sobre Ciencia Cristiana en varios idiomas. Estamos ahora en un punto en el que podemos ver que el progreso ha comenzado a tomar forma. Tenemos una cinta de video de poca duración que creo que explicará lo que está ocurriendo en la primera localidad en un pequeño pueblo llamado Scott's Corners, en Maine, E.U.A.

Video

El Sr. Hoagland explicó que las radiotransmisiones desde la localidad en Maine llegarán a Europa, al Oriente Medio y Africa. Indicó que se están llevando a cabo negociaciones para comprar una estación en Saipán (en las Islas Marianas) y que esto permitirá que las transmisiones de onda corta abarquen el contorno asiático del Pacífico desde Japón hasta Australia. Dentro de dos años, desde una localidad en Tejas, se transmitirá en español y portugués hacia toda América Latina.

Luego, la congregación se unió en oración silenciosa y, después,
repitió el Padre Nuestro en voz alta.
La congregación cantó el Himno N.° 5.

Informe de La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana

, Redactora del The Christian Science Monitor
Robert Nelson, Redactor para Televisión
, Director de Publicaciones
John Parrot, Redactor para Radio
, Jr., Redactor del The Christian Science Journal, el
Christian Science Sentinel y El Heraldo de la Ciencia Cristiana
Michael B. Thorneloe, Presidente de La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana
Jean K. Weida, Presidenta de La Iglesia Madre

Sr. Thorneloe: Ahora bien, edificando sobre lo que hemos oído hasta el momento, exploremos más ampliamente cómo se relacionan las publicaciones con el cumplimiento de nuestra misión sanadora.

Sr. Nenneman: ¿Recibe usted de la gente cartas que indiquen que el Monitor les es realmente útil en su vida?

Sra. Fanning: Efectivamente. Recibimos una cantidad enorme de cartas de nuestros lectores, y estamos muy agradecidos por ello. Me gustaría compartir una carta que recibimos recientemente, agradeciéndonos por un artículo que tuvo un efecto sanador, aunque no era uno de los artículos religiosos; era un editorial.

Una madre escribió relatando que su hijo, un adolescente, se había ido de su hogar y había llamado a la familia, diciéndoles que pensaba quitarse la vida. La madre recordó que en el Monitor de ese día se había publicado un editorial titulado: “Ayudemos a los adolescentes a elegir la vida”, y se le ocurrió leer a su hijo, por teléfono, una parte de ese editorial que estaba precisamente dirigido a los adolescentes. Esto motivó el regreso del hijo a su hogar y destruyó el mesmerismo. Me gustaría leerles sólo una frase de su carta. Ella dice: “El mundo necesita el análisis específico del Monitor, y estoy muy agradecida porque ustedes pusieron las palabras en mi boca”.

Sr. Nenneman: Exceptuando el estudio de la Lección–Sermón, supongo que nada es más importante para los miembros que están aquí reunidos, que lo que obtienen del Journal, el Sentinel, y los Heraldos. Pero, con frecuencia me pregunto, ¿piensan usted y sus asociados en todos nosotros, los miembros, que estamos esperando esas publicaciones en nuestros hogares, al redactar esas publicaciones periódicas, o tienen en mente sólo a los que todavía no son Científicos Cristianos?

Sr. Phinney: Bueno, espero que cada día sea más evidente que pensamos en ambos. La Sra. Eddy tenía en mente a ambos, y es por eso que nosotros así lo hacemos. Es muy interesante lo que se percibe al recordar y ver lo que la Sra. Eddy esperaba que cumplieran las publicaciones periódicas que ella fundó. Pienso que se perciben dos cosas clave. Ante todo, obviamente esperaba que las publicaciones periódicas religiosas continuarían presentando la Ciencia del cristianismo. Después de todo, ella había dado su vida a este descubrimiento y su fundación. De manera que ella pensaba que este descubrimiento, que sacudiría y cambiaría al mundo, era lo que continuaría manifestándose mediante las publicaciones periódicas religiosas. Pero, en segundo lugar, es interesante ver que ella esperaba y oraba para que esas publicaciones periódicas religiosas trascendieran las paredes de la iglesia. Algunas de sus cartas a los Redactores indican eso. Y ella estaba muy segura de que la levadura de la Ciencia estaba operando en el mundo — que estaba preparando al pensamiento para que recibiera la Ciencia del cristianismo — que sabía que habría nuevos lectores a medida que avanzáramos, y que a medida que, como Científicos Cristianos, aprendiéramos a compartir la Ciencia Cristiana de corazón — es decir, sin dogmatizar — que, quienes tuvieran corazón responderían. Y eso es lo que empezamos a ver. Y es por eso, una época realmente llena de expectativas.

Sr. Nenneman: ¿De dónde obtiene usted los escritores para las publicaciones periódicas?

Sr. Phinney: Nos agrada decir que las publicaciones periódicas se publican en Boston, pero los escritos provienen de todo el mundo. Y es realmente así. Si usted ve las publicaciones periódicas, se da cuenta de que sólo un pequeño porcentaje de su material se escribe, en realidad, en Boston. Las publicaciones periódicas tienen su energía en las demostraciones de ustedes, en las demostraciones individuales y en las curaciones de las vidas de los Científicos Cristianos. Esa es la energía que usamos para volar.

El cumplimiento de nuestra misión: una continua exigencia

Michael B. Thorneloe: Pienso que, una de las cosas que más me llamó la atención de las dos charlas que oímos, es la manera en que cada uno de los elementos de la Iglesia de nuestra Guía se combina en armonía, mostrándonos la forma en que podemos seguir adelante para cumplir con nuestra misión individual de curación. Esto me ha mostrado cuánto más necesito orar para apoyar estas ideas a medida que fructifican, y cómo necesito orar y dedicar bastante tiempo al ministerio sanador de la Ciencia Cristiana. ¿Cómo puedo hacer esto? ¿Cómo podemos todos hacer esto? Cristo Jesús nos enseña cómo hacerlo, y también nuestra Guía, Mary Baker Eddy.

Veamos primero a Jesús. El sanaba por medio de la oración.

Leemos con frecuencia en los Evangelios que Jesús tenía compasión. ¿Acaso no estaba presente allí una combinación de esa inherente cualidad semejante al Cristo, esa bondad, esa compasión, con Ciencia, con visión espiritual, con realidad?

El Maestro nos enseñó a orar. El no dejó fórmula alguna. Sus acciones demostraron que no existen fórmulas para dar un tratamiento en la Ciencia Cristiana. El Maestro dijo: “Vosotros, pues, oraréis así”, Mateo 6:9. y nos dio la oración que une a todas las iglesias cristianas por todo el mundo: el Padre Nuestro. No fue una fórmula, pero nos dio una norma para el enfoque que debemos dar al ministerio de curación.

Las primeras cuatro líneas de esa oración se refieren a la naturaleza de Dios: Su nombre, Su reino, Su voluntad. Presentan la relación del hombre con Dios, mostrándonos que El es nuestro Padre. Y, sobre esa base, la comprensión de lo que es Dios, todas las necesidades humanas son satisfechas, y la tentación de creer en el mal es vencida. El nos dice a mí y a ustedes que hagamos lo mismo.

Ustedes sí saben cómo orar. Sí saben cómo sanar. No caigan en la tentación de creer que no saben. El Maestro nos ha enseñado a hacerlo y la Sra. Eddy edifica sobre el ejemplo de nuestro Maestro. De hecho, nuestra Guía exige curación. Ella dice en Ciencia y Salud: “Negar la posibilidad de la curación cristiana roba al cristianismo el elemento mismo que le dio fuerza divina y su éxito asombroso y sin igual en el siglo primero”.Ciencia y Salud, pág. 134.

Durante la sesión de apertura, en la cinta de video que se grabó en la Sala de los Directores, vieron que hablamos sobre la continua actividad de nuestra Guía en el cumplimiento de esta misión de la curación mediante el Cristo. Vimos cómo nuestra Guía reconoció, en el Manual de la Iglesia, que su Iglesia estaba arraigada en el cristianismo primitivo, con su exigencia de progreso, con su expectativa en la curación metafísica. Y ella vio esa Iglesia arraigada en el cristianismo, coronada con la curación y salvando al mundo del pecado y la muerte. ¿Es este desafío demasiado grande? ¿Podemos ustedes y yo responder a él? Veo varias cabezas que se mueven en señal de asentimiento, diciendo: “Sí, podemos”. Y, podemos. Podemos responder con nuestros corazones.

El Maestro dijo: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:32. Esto no es sólo una promesa maravillosa; es un recordatorio de la realidad espiritual. “Conoceréis la verdad”. El hombre, como expresión de la Mente, no tiene opción, y la verdad los hará libres a ustedes y a toda la humanidad. Ese es el resultado inevitable cuando la Verdad divina, Dios, es “aquí y ahora obedecida”.

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