¿Ha sentido usted alguna vez la necesidad o el deseo de cambiar de empleo? Pocos empleos son perfectos y, a veces, cuando existen problemas, es posible que sintamos la tentación de pensar que el único modo de solucionarlos es cambiando de empleo. Si nuestra experiencia incluye tal pensamiento negativo, no es porque Dios haya dejado de amarnos.
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