En humilde reverencia voy hacia Ti, Señor,
con entendimiento y sinceridad, al hacer
sólo Tu voluntad.
Cuando invoqué Tu nombre en alabanza y oración,
comenzó mi salvación.
Pues sólo recibo, hallo y entiendo cuando
pido al Espíritu,
busco en el Alma, y
sigo al Amor.
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