¡Qué mejor propósito puede tener una filial de la Iglesia de Cristo, Científico, que cumplir con la ley del Amor para realizar su misión sanadora en la comunidad! El amor, cuando rebosa en el corazón de todos los miembros de la iglesia, es irresistible. El amor que expresa al Amor divino, Dios, es como un imán que atrae hacia sí tanto al buscador de la Verdad, como al que necesita curación, paz o consuelo. El pensamiento espiritualizado refleja al Amor que asegura el éxito en la curación.
Es el deseo de todo estudiante de Ciencia Cristiana demostrar el cristianismo que Jesús enseñó, cumpliendo así el mandato “Sanad enfermos”. Mateo 10:8. El estudio diario de las Sagradas Escrituras y de los escritos de la Sra. Eddy nos lleva a conocer más a la Deidad como el Padre-Madre Dios, cuyo propósito es el bien para todos Sus hijos, y a comprender Su ley —la ley del Amor siempre presente— que nos liberará de la esclavitud del pecado, la enfermedad y la muerte. Todo aquel que estudia esta Ciencia y la practica ateniéndose a sus reglas, puede comprobar que la Mente divina sana.
Cuando los miembros de una iglesia expresan cualidades como amabilidad, bondad, alegría, ternura y comprensión, todo persona que entra en la iglesia siente la atmósfera del Amor que reconforta y sana al enfermo y la pecador. Un pecador no es el hombre que Dios creó a Su semejanza. El Amor no pudo haber creado jamás a un ser tan completamente opuesto a Su naturaleza divina. De haber hecho tal ser, El no lo podría regenerar, pues lo que Dios creó permanece invariable.
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