No Tengo Palabras para expresar mi gratitud por Cristo Jesús, nuestro Mostrador del camino, y por la Sra. Eddy, quien descubrió la Ciencia Cristiana y fundó la Iglesia de Cristo, Científico, “... la cual habría de restablecer el Cristianismo primitivo y su perdido elemento de curación” (Manual de La Iglesia Madre).
Hace aproximadamente veinte años, yo vivía con mi esposa y nuestros tres hijos en una finca rural en el estado de Oklahoma, E.U.A. Un día, los niños me pidieron que los ayudara a construir una casa en un árbol en el parque. Mientras trabajaba en este proyecto, me caí de espaldas sobre una tabla que había descartado y que tenía algunos clavos oxidados que sobresalían. Tres de estos clavos se me clavaron en la pantorrilla.
Quité los clavos de la pierna y les dije a los niños que todo estaba bien. Luego oré en silencio. Simplemente supe que nunca podía estar separado de Dios, la Vida. También oré para comprender que el Espíritu divino, el Amor, está siempre presente, todo lo sabe, es todopoderoso, y tiene al hombre por siempre a su cuidado.
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