He Disfrutado De tantos testimonios en las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana que me gustaría compartir uno propio.
En 1972 dejé una empresa grande con trabajo seguro para irme de socio en un pequeño negocio en mi pueblo natal. Había orado mucho para dar este paso, ya que muchos de mis amigos pensaban que era muy tonto que dejara un trabajo tan bueno para meterme en un negocio nuevo tan arriesgado. Pero yo me sentí divinamente guiado para hacer el cambio y así lo hice.
En cuanto empecé, investigué los libros de la nueva companía y encontré todo tipo de discrepancias. Había evidencia de financiamiento que no cubría los gastos, doble financiamiento, malas relaciones con los clientes, cuentas atrasadas, cuentas por cobrar atrasadas, certificados vencidos, malas actitudes entre los empleados, inventarios inadecuados y un surtido excesivo de equipo que habíamos recibido como parte de pago. Estaba abrumado. Pero para entonces, ya había comprado las partes de dos socios, así que no tenía más alternativa que abordar los problemas y resolverlos.
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