Me Criaron Sin ningún conocimiento de Dios, ni siquiera sabía qué era la religión.
En una ocasión me enfermé, y el examen médico reveló que tenía una úlcera estomacal. Me operaron, pero aún había algo mal que los médicos no podían determinar. Padecí durante seis o siete años, durante los cuales sólo tomé líquidos sin comer nada sólido. También tomé muchos medicamentos para poder dormir.
Un día, una vecina que era estudiante de la Ciencia Cristiana, me invitó a ir con ella a la iglesia filial a la cual asistía. Fuimos a una reunión de testimonios de los miércoles. Después me ofrecieron un ejemplar del Heraldo donde leí un testimonio de curación en el que se relataba cómo se había superado un caso similar al mío. El domingo siguiente asistí al servicio y compré el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy.
Comencé a leer el libro de texto con regularidad y todo empezó a cambiar. Comprendí lo que jamás había percibido u oído antes: las verdades espirituales acerca de Dios y el hombre. Después de ponerme en contacto con una practicista de la Ciencia Cristiana, decidí dejar de tomar medicamentos y confiar completamente en Dios para la curación. La practicista me dio tratamiento por medio de la oración, y la curación se efectuó durante la entrevista que tuve con ella.
Han transcurrido nueve años y continúo comiendo de todo sin sufrir consecuencias. Duermo bien y disfruto de una salud perfecta. Esto lo he logrado sólo a través de la oración, lo que prueba que Dios, el Espíritu, es Todo-en-todo.
Hoy soy miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial. Además he tomado instrucción en clase en esta Ciencia. Expreso mi gratitud a Dios trabajando en la iglesia como ujier y atendiendo la Sala de Lectura una tarde a la semana. También me siento agradecida porque me es posible estudiar la literatura de la Ciencia Cristiana traducida al portugués.
El siguiente pasaje en el libro de Isaías me ha ayudado mucho y pude comprobar en mi vida la verdad que encierra: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Mi profundo agradecimiento a nuestro Padre-Madre Dios.
Porto Alegre, RS, Brasil
