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El poder reformador de las Escrituras

Esta serie ilustrada que se publica en el Heraldo trata sobre la dramática historia de cómo se desarrollaron las Escrituras en el mundo a lo largo de miles de años. Se concentra en los grandes reformadores que escribieron y tradujeron la Biblia. Muchos dieron su vida para hacer que la Biblia y su influencia reformadora estuviera al alcance de todos los hombres y mujeres. Esta es una serie.

Los libros apócrifos: un eslabón histórico entre el Antiguo y el Nuevo Testamento

Cuarta parte

Del número de julio de 1994 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Tal como ocurre con el libro de Proverbios en la Biblia, el libro apócrifo de la Sabiduría de Salomón está escrito como si su autor fuera el rey israelita, famoso por su entendimiento espiritual. El libro está dirigido a los reyes extranjeros, diciéndoles cómo deben administrar su reino. Sin embargo, la mayoría de los eruditos piensan que el mensaje está dirigido, en realidad, al millón o más de judíos que vivieron y fueron perseguidos en Alejandría en la segunda mitad del siglo I a.C. El libro ofrece consuelo a estos judíos y afirma que ellos deberían resistir la atracción de la idolatría pagana y persistir en la antigua ley Mosaica.

Aunque no sabemos con exactitud quién fue el autor de la Sabiduría de Salomón, por el formato de su libro — un largo y complicado discurso poético lleno de erudición y moldeado a estilo filosófico griego — es obvio que se trataba de un judío intelectual profundamente religioso. Estaba bien instruido en el helenismo, pero seguía fiel a las bases de la tradición judía. El creía que los judíos que soportaban persecuciones en esta vida, obtendrían la inmortalidad en la próxima. Por otro lado, los pecadores que oprimieron a los justos — aunque parezcan prosperar en esta vida — enfrentarían un severo juicio en el más allá.

A diferencia de la Sabiduría de Salomón, la Oración de Manasés destaca el perdón misericordioso que Dios concede a los que de manera genuina se han arrepentido de sus transgresiones. A lo largo de quince versos, la oración habla de Manasés, rey de Judá en el siglo VII a.C., a quien la Biblia describe como un monarca malvado que obligó a los judíos a adorar a Baal y mató a los que permanecieron leales a Jehová. De acuerdo con 2 Crónicas. Manasés se arrepintió de sus pecados mientras estuvo en cautividad en Babilonia. Pero cuando él oró con humildad pidiendo perdón, Dios escuchó su petición y lo restauró al trono. La oración apócrifa proporciona lo que el autor imaginó que podrían haber sido las palabras que pronunció Manasés.

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