LA BIBLIA DE COVERDALE
Mientras tanto, el rey autorizó que otra traducción de la Biblia al inglés llegara al público. Esta fue la traducción que hizo el amigo de Tyndale del grupo de la Posada del Caballo Blanco, llamado Miles Coverdale.
Durante años, Coverdale había mantenido correspondencia con Cromwell acerca del estudio y la traducción de la Biblia. Además, es posible que haya trabajado durante un breve tiempo con Tyndale en Hamburgo en la traducción del Pentateuco. Aunque los conocimientos del griego y del hebreo que poseía Coverdale eran limitados, sabía latín y alemán. Y su manejo del inglés era extraordinario. Su Biblia se basa fundamentalmente en la Biblia Vulgata Latina, la Biblia en alemán de Lutero, y en la traducción de Tyndale.
En ese momento, Enrique VIII debía enfrentar una enorme presión de parte del público que demandaba una Biblia que reemplazara el Nuevo Testamento de Tyndale, que él y sus obispos habían hecho desaparecer del mercado. Cromwell vio en la Biblia de Coverdale una oportunidad de satisfacer esa necesidad del público, por lo cual persuadió al rey para que apoyara el trabajo de Coverdale.
En 1535, mientras Tyndale aún estaba preso en Europa, la Biblia de Coverdale fue impresa y puesta en circulación en Inglaterra — la primer Biblia completa que se publicó en Inglaterra. Coverdale la dedicó al rey Enrique VIII.
La Biblia de Coverdale satisfizo a muy pocos. No era más que una versión diluida de la Biblia de Tyndale sin el radicalismo de ésta. Era meramente una traducción de otras traducciones de la Biblia y no una reconstrucción de los textos originales en griego y hebreo. Tenía las cualidades, eso sí, de ser clara y fácil de leer. Pero ni Cromwell ni Cranmer ni el público inglés, estaban dispuestos a abandonar la posibilidad de reimprimir la traducción de Tyndale.
LA BIBLIA DE MATEO
John Rogers, un íntimo amigo de Tyndale, entrevió la posibilidad de volver a publicar el Nuevo Testamento del reformista. Rogers se encontró por primera vez con Tyndale en 1534 en Amberes donde ejercía el cargo de capellán católico de los comerciantes ingleses. Tyndale lo convirtió rápidamente al protestantismo. Después que Tyndale fue puesto en prisión, le confió a Rogers todo el material que poseía incluso su traducción casi completa del Antiguo Testamento.
El año en que Tyndale fue ejecutado, Rogers comenzó una recopilación completa de la Biblia basándose en el manuscrito incompleto de Tyndale. Para completarlo utilizó el texto de Coverdale. Pero se dedicó a añadir a la nueva Biblia prefacios y notas marginales, de un fuerte tono anticatólico.
No obstante, Rogers tomó precauciones para no correr la suerte de Tyndale. Publicó su Biblia bajo el seudónimo de Thomas Matthew, posiblemente el nombre de alguno de los que lo ayudaron económicamente. Con la esperanza de que el rey le diera su aprobación, dedicó su obra al rey Enrique y a la que era su esposa en esos momentos, Lady Jane.
Rogers hizo imprimir en Amberes mil quinientas Biblias y envió de antemano un ejemplar a Cranmer que estaba en Inglaterra. El arzobispo le dijo de inmediato a Cromwell: “Me gusta [la Biblia] más que todas las traducciones hechas hasta ahora”. Y exhortó a Cromwell para que obtuviera cuanto antes la autorización del rey. Al cabo de una semana, Cromwell convenció al rey — quien aparentemente nunca sospechó que la “Biblia de Mateo” era simplemente un texto disfrazado de Tyndale — para que autorizara que la Biblia pudiera venderse en toda Inglaterra. Por lo tanto, en 1537, o sea sólo un año después que Tyndale fuera martirizado, su Biblia fue nuevamente publicada y distribuida en su tierra natal.
LA GRAN BIBLIA
No obstante, la Biblia de Mateo encerraba muchos problemas. Los prefacios y notas explicativas de la nueva Biblia, eran tan manifiestamente polémicos que el rey y los conservadores de la Iglesia inglesa se sintieron ofendidos. Así que Cromwell comprendió que debía idear otra Biblia en su reemplazo. Acudió a Coverdale, que tenía fama de ser un redactor talentoso y comprometedor, para que preparase un nuevo texto en inglés que el rey pudiera aprobar.
A pesar de que en la portada de la nueva Biblia se indicaba que era una traducción original del griego y el hebreo, Coverdale no incluyó ningún material de ese tipo. El, y tal vez algunos otros estudiosos que él había elegido, simplemente corrigieron el texto de Tyndale, combinándolo con su propio texto anterior y el de la Biblia de Matero, sin incluir las polémicas notas y prefacios escritos por Rogers. Una vez completado este rápido proceso de redacción, Coverdale y un acaudalado almacenero llamado Edward Whitchurch fueron a París para imprimir la Biblia.
Pero en París surgieron complicaciones. Las autoridades hicieron interrumpir el trabajo y confiscaron el papel para imprimir. De alguna manera, Coverdale y Whitchurch pudieron rescatar buena parte de sus materiales — como ser prensas, papel para imprimir, tipos, e incluso la gente que hacía el trabajo — a fin de completar la tarea de impresión en Londres. El resultado fue una espléndida edición de gran tamaño, cuyo apodo fue la Gran Biblia, precisamente debido a esa característica.
Al desaparecer las polémicas notas que abogaban por el protestantismo, el rey Enrique VIII de inmediato aceptó estampar su sello de “autoridad real” en la Gran Biblia. Y Cromwell emitió órdenes para que todas las parroquias del país tuviesen una copia de la Biblia “ubicada en algún lugar adecuado dentro de la iglesia” para que cada uno de los feligreses pudiese leerla.
LA BIBLIA DE CRANMER
En abril de 1540, Cromwell patrocinó una segunda edición de la Gran Biblia, esta vez con un prefacio escrito por Cranmer en su capacidad de arzobispo. La declaración de Cranmer se destaca por ser uno de los respaldos más apasionados en favor de la lectura de las Escrituras conocido en la historia de la Biblia inglesa. En ella, él dice: “En las Escrituras están los verdes pastos del alma.. . Toda clase de personas, hombres, mujeres, jóvenes, viejos, instruidos, ignorantes, ricos, pobres, sacerdotes, laicos, caballeros, damas, oficiales, arrendatarios, hombres perversos, vírgenes, esposas, viudas, abogados, comerciantes, artesanos, agricultores y toda clase de personas, cualquiera sea su estado o condición, pueden con este libro aprender todas las cosas que ellos no debieran hacer, al igual que todo lo que concierne al Dios Todopoderoso, y también todo lo que concierne a ellos y a los demás”. El arzobispo continúa diciendo: “En pocas palabras, nadie puede sentir aversión a leer las Escrituras.. . [salvo] que no sepa que las Escrituras constituyen la medicina más saludable”. Esta edición fue conocida como la Biblia de Cranmer.
Dos meses después de la publicación de la Biblia, Cromwell, el arquitecto en jefe del plan de publicar la Biblia de Tyndale, fue encerrado en la Torre de Londres. Sus enemigos, los conservadores, lograron finalmente orquestar su caída, y en julio de 1540, este líder de la Reforma Protestante de Inglaterra fue decapitado.
Después de la muerte de Cromwell, la Iglesia tomó un rumbo más conservador. El rey Enrique VIII publicó un edicto que prohibía a la gente hablar sobre la Biblia en público. En 1547 el hijo de Enrique, Eduardo, un joven y ardiente protestante, ocupó el trono de Inglaterra. Con su apoyo, Cranmer condujo a la Iglesia por un rumbo más radical y escribió el hermoso libro llamado Book of Common Prayer (Libro de oraciones) que se utiliza para los oficios de la Iglesia Anglicana. Cranmer preparó cierto número de salmos y otros pasajes de las Escrituras para los servicios religiosos para que el pueblo pudiese oír diariamente la Palabra de Dios leída o cantada en voz alta. Pero el reinado de Eduardo se interrumpió por su temprana muerte, y su hermana católica, la reina María, ocupó el trono.
LA REINA MARIA PROHIBE LA LECTURA DE LA BIBLIA
Durante los cinco años que reinó, María se dedicó a restablecer el catolicismo en Inglaterra. Tanto ella, como su esposo español, Felipe II, hicieron ejecutar a centenares de protestantes que querían mantener su fe y continuar leyendo sus Biblias. John Rogers fue el primer mártir que ardió en la estaca. Cranmer fue quemado en 1556. Un número incontable de protestantes — entre ellos Coverdale — huyeron a Europa y se unieron a la colonia de protestantes exiliados en Ginebra.
La mayor parte del grupo original de la Posada del Caballo Blanco se perdió durante el breve pero horripilante reinado de María. Pero su legado, la Biblia de Tyndale, aún vive en los corazones y en las mentes de la gente de habla inglesa de todas partes. Porque es la voz de Tyndale que canta prolongada y fuertemente y de la manera más inefable a través de las líneas de la Biblia King James.