Los Ataques Terroristas que ocurren alrededor del mundo son vivos recordatorios de la necesidad de sentirse seguro. ¿Acaso la respuesta se encuentra en aumentar la cantidad de policías, tener sistemas de seguridad más avanzados, vigilar más de cerca a los grupos extremistas? Éstas puede que sean medidas temporales de seguridad, pero la manera de protegernos a nosotros mismos, así como a la sociedad constantemente de las actividades terroristas y criminales, y reformar ese comportamiento, es a través de un profundo cambio en la manera que cada uno de nosotros individualmente piensa acerca de Dios y de su prójimo.
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