Este es el extracto de un programa de radio que se transmitió en la edición radial del Christian Science Sentinel. En el mismo participaron Bellevue, Washington, Summit, Nueva Jersey y Santa Fe, Nuevo México.
Edward Little: En el primer capítulo del Génesis, el segundo día de la creación empieza con estas palabras: "Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo". Gén. 1:6—8. ¿Qué representan estas aguas en el relato de la creación de la Biblia, o de la revelación de la verdad de Dios?
Glynis Burgdorff: Pienso que el Génesis nos enseña que Dios es nuestra Vida. Es fácil para nosotros entender la vida humana en términos de agua. Es un símbolo importante: la bebemos, hace que los alimentos crezcan, nos bañamos y jugamos con ella.
Douglas Keith: Sí, pero tiene un lado opuesto. Si hay mucha agua, puede causar inundaciones destructivas. Si no hay suficiente agua, la sequía puede arruinar la cosecha de los granjeros. Y la contaminación de las aguas es una amenaza para la salud de la gente.
Burgdorff: Es verdad. Emocionalmente, derramamos lágrimas de tristeza. Sentimos oleadas de temor, algunas veces sentimos que nos encontramos en aguas profundas, o que nos ahogamos.
Keith: Yo tuve una experiencia en la que sentí que me ahogaba de temor, desesperación y depresión. Fue en 1968, cuando estaba con el ejército norteamericano en Vietnam. Una noche un puesto de comunicaciones que teníamos en la cima de una montaña fue atacado y destruido. Yo formaba parte de los refuerzos de infantería que fueron allí a la mañana siguiente. Hubo un intenso tiroteo cuando nuestro helicóptero iba a aterrizar en esa zona, y el cuadro ante nosotros era tétrico. Nos tuvimos que ocupar de muchos muertos y heridos ese día, y también tuvimos que trabajar mucho para fortalecer nuestras defensas y los alrededores.
Recién cuando llegó la noche pude sentarme y pensar sobre la situación. Para ser breve, éramos como ochenta dentro de una zona no más grande que una cancha de fútbol. Estábamos rodeados de una densa selva, y dentro de nuestra cerca de alambre de púas asomaban las partes superiores de grandes piedras. Por lo tanto, era muy fácil para el enemigo acercarse a nuestras posiciones sin que supiéramos que estaban allí, y por si fuera poco, nos superaban en número en una relación de veinte a uno.
Yo estaba muy bien pertrechado aquella noche, tenía una M-16 y doble cantidad de municiones. También tenía una pistola calibre 45, y llevaba una carga de municiones superior a lo normal. A pesar de esto, cuanto más pensaba en la situación peor me sentía. Recuerdo que traté con todas mis fuerzas de orar, pero parecía que cuanto más trataba de hacerlo, tanto más me sentía deprimido y con miedo. Pensé que aquella noche nos íbamos a morir todos.
En el punto más crítico, sólo conseguí tener un pensamiento claro. Simplemente que prefería ir a la batalla sin mis armas, pero sabiendo que Dios estaba conmigo y que Él me guiaría y protegería, en lugar de ir a la batalla con mis armas pero sin sentir la presencia y el poder del amor que Dios tiene por mí. En ese preciso momento escuché una voz muy clara que me decía como si alguien estuviera hablándome: "El amor de Madre te está protegiendo". En ese momento las olas de temor, desesperación y depresión se disiparon completamente. Fue como si no hubieran existido.
Hubo mucho intercambio de fuego esa noche, pero a la mañana cuando inspeccionamos nuestro perímetro, encontramos que el enemigo había cortado el alambre de púas en treinta lugares distintos y también los cables de las minas, pero en cada caso el enemigo se había retirado. Nunca nos enfrentamos directamente con el enemigo, y ninguno de nosotros fue lastimado o herido aquella noche, y al inspeccionar los alrededores aquella mañana tampoco encontramos rastros de sangre. Así que pienso que tampoco ningún soldado enemigo fue lastimado o herido.
Cuando pienso en esa experiencia, recuerdo dos cosas. La primera es que cuando razonaba desde el punto de vista humano veía que no me llevaba a ninguna parte. Me desesperaba más y tenía más miedo. La segunda es que hasta que no me decidí a abandonar todo sentido material de ayuda y recurrir de todo corazón a Dios, no recibí respuesta alguna. Fue una respuesta poderosa y salvadora, y resultó ser una respuesta no solo para mí sino para todos los que estábamos allí.
Burgdorff: Entonces, realmente fuiste rescatado de las "aguas profundas".
Keith: Cierto. Parecía que las aguas nos estaban rodeando, pero se presentó la respuesta.
Little: Bueno deberíamos preguntarnos, ¿de dónde vienen estas aguas — esta sensación de temor y desesperación — que tú sentías? Quizás la respuesta se encuentra en el segundo capítulo del Génesis, en el versículo 6, donde dice: "Sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra". Gén. 2:6. Estas aguas se describen como vapor que sale de la tierra o debajo de ella.
Burgdorff: El vapor es como la neblina, impide ver. De modo que tendríamos que preguntar qué nos impide ver este vapor. Quizás son "las aguas que se encuentran arriba".
Little: Sí, es cierto, y ¿cómo es el hombre en estas tinieblas? Encontramos la respuesta en el segundo, tercero y cuarto capítulo del Génesis. Allí, el hombre se encuentra en la resaca de aguas de confusión, temor, odio, enfermedad y muerte.
Burgdorff: También es interesante notar que así como el vapor emana de la tierra, el hombre dentro de este vapor emana del polvo. Ésta es la raza que emana de Adán y Eva, que se excluyeron de la paz y armonía divina; y el relato de Caín y Abel personifica la rivalidad, el odio, la venganza y la guerra. Los efectos de creer que somos parte de esta raza de Adán, realmente describe lo que habrás sentido en Vietnam, pero para ti el vapor se disipó, ¿no es así?
Keith: En efecto. Ese amor de Madre disolvió completamente el temor, el odio y la amenaza de muerte.
Little: Al considerar el primer día de la creación, sobre el que hablamos, el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y cuando el espíritu de Dios se movía, lo primero que hizo fue decir la Palabra: "Y Dios dijo". ¿No fue eso lo que Doug escuchó, la Palabra, o la verdad del amor de Dios, hablándole y salvándolo?
Es esta actividad de la verdad y el amor de Dios que al expresarse así misma — la Palabra — disipa el vapor. Esa voz callada y suave es la esencia de la revelación divina que se encuentra en toda la Biblia. También se encuentra en Ciencia y Salud.
Keith: La Sra. Eddy escribe allí estas bellas palabras: "La 'voz callada y suave' del pensamiento científico cruza continentes y océanos, hasta llegar a los extremos más remotos del globo. La voz inaudible de la Verdad es para la mente humana como cuando 'ruge un león'. Se oye en el desierto y en los lugares tenebrosos del temor".Ciencia y Salud, pág. 559. Fue allí donde la escuché aquella noche. Es maravilloso saber que esta declaración de la Verdad llega para salvarnos de esas aguas que vienen de abajo, y creo que es a esa voz a la que se refiere la Biblia en el segundo día de la creación como las aguas de arriba.
Burgdorff: Me encantan los versículos de Isaías que comparan a las aguas que descienden de los cielos con la Palabra de Dios. Dicen: "Porque como desciende de los cielos la lluvia... así será mi palabra que sale de mi boca". Isa. 55:10, 11.
Little: Hablamos de cómo es el hombre dentro del vapor. ¿Cómo será el hombre que aparece de las aguas que descienden de los cielos?
Burgdorff: Ciertamente no se parece al hombre que está en el vapor. El primer Salmo dice que "será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará". Salmo 1:3. Este hombre que procede de las aguas de los cielos expresa la totalidad de la Vida que es Dios.
Little: Entonces, esta creación perfecta — estas aguas de lo alto — se invierte en el relato de la creación del segundo capítulo del Génesis, a la que se refiere como vapor, el vapor del odio, el temor y la muerte.
Burgdorff: Cuando pienso en esta creación falsa o de las aguas debajo de la tierra, siempre hago hincapié en que no hay dos creaciones. Esta creación de debajo de la tierra no es otra creación ni una adición a la creación de Dios. El primer día de la creación Dios no dijo: "Sea el vapor". Dijo: "Sea la luz". Gén. 1:3.
Si tuviera que explicar esto a mis hijos, los llevaría afuera y les mostraría un bello pájaro blanco volando. Luego preguntaría: "¿Qué pasaría si mamá les pone anteojos de sol rojos?" Ellos responderían: "El pájaro se vería rojo". Luego diría: "¿Dónde está el pájaro blanco, y dónde el pájaro rojo?" ¿Hay ahora dos pájaros? O, ¿se fue el pájaro blanco y en realidad hay un pájaro rojo?" Se sonreirían y dirían: "No, mami, no hay un pájaro rojo, sólo hay un pájaro blanco que parece rojo porque tenemos puestos los anteojos de sol. No hay dos pájaros". Entonces puedo sacar la conclusión de que el ponerse los anteojos de sol nunca hizo que el pájaro blanco fuera rojo. Lo único que se alteró fue nuestra percepción del pájaro.
De la misma manera, lo que llamamos universo material, o creación mortal, nunca existe. Solo parece que existe a través de los lentes falsos, o lentes de sol, de lo que llamamos mente mortal, que es el vapor, las aguas de debajo de la tierra. El vapor es una percepción falsa de la única existencia verdadera. Nunca altera la perfección de la creación de Dios así como los anteojos de sol rojos no pueden transformar al pájaro blanco en rojo.
Little: Si es solo vapor, me pregunto por qué nos parece tan real. Quizás la respuesta sea ese otro "participante" que encontramos en el segundo relato de la creación: la serpiente que habla. Pero, no existe tal cosa como una serpiente que "habla".
Keith: No, no existe. Todo lo que se refiere a la serpiente es mitológico. Es una mentira. La serpiente — la mentira de que hay vida e inteligencia en la materia — sugiere que tanto la creación espiritual como el sentido material de la creación son reales y que Dios es su autor. La serpiente confunde y mezcla estas dos creaciones al persuadir a Adán y a Eva para que coman del árbol prohibido del conocimiento del bien y del mal. También trataría de persuadirnos a nosotros.
Little: El resultado de la sugestión de que la primera creación, que es totalmente buena, y la creación del segundo relato, que es tanto buena como mala, son la misma creación, no traen vida, logros ni felicidad a Adán ni a su descendencia, solo trae lamento, enfermedad y muerte.
Burgdorff: Ciencia y Salud se refiere a la serpiente y dice: "Desde el comienzo hasta el fin, la supuesta coexistencia de la Mente y la materia y la mezcla del bien con el mal, ha sido el resultado de la filosofía de la serpiente".Ciencia y Salud, pág. 269.
Little: Entonces, si la serpiente tiene la intención de persuadirnos de que la creación de Dios es tanto buena como mala, ¿cómo vamos a resolver esta confusión? Es bastante claro que no podemos hacerlo solos. Necesitamos la ayuda de Dios, y Él nos provee esa ayuda. Dios dice: "Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas". Gén. 1:6. Si empezamos el segundo día de la creación con las aguas de arriba y de debajo de la tierra — la creación espiritual y el sentido material de la creación — ambas parecen ser verdaderas, ¿qué es esa expansión que divide estas aguas?
Keith: Ciencia y Salud nos da una maravillosa explicación en el Glosario sobre esa expansión o firmamento, dice: "Expansión (Firmamento). Comprensión espiritual; la línea científica de demarcación entre la Verdad y el error, entre el Espíritu y la llamada materia".Ciencia y Salud, pág. 586. Este firmamento es en realidad el discernimiento de la diferencia entre las aguas de arriba y las aguas de debajo de la tierra.
Burgdorff: El amor de Dios ha delineado claramente la diferencia entre la creación real y la irreal, a través de Su Palabra. Sabemos que el segundo relato de la creación es el relato falso, pero es definitivamente útil. El segundo capítulo del Génesis señala este falso alegato de la creación para que no lo creamos. La Sra. Eddy escribe: "El no saber que una pretensión falsa es falsa, significa estar en peligro de creer en ella; de ahí la ventaja de tener una correcta percepción del mal, y luego reducir su pretensión a su denominador correcto — nadie y nada".Escritos Misceláneos, pág. 108.
Little: No obstante, el ver la nada del pecado, no es algo que tenemos que hacer solos. La Biblia enseña que es el Cristo — la Palabra de Dios — la que nos libera de las miserias de la vida humana, de la clase de sufrimientos que se ven en la vida de Adán y Eva y su descendencia, Caín y Abel. Pablo escribe: "Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados". 1 Cor. 15:22.
La Sra. Eddy dice en No y Sí que la sangre de Cristo está: "[desbordando de] amor". Véase No y Sí, pág. 33. Es el Amor divino que Jesús demostró en la curación de los enfermos y al vencer el pecado y la muerte, y es este Cristo, el Amor, que nos sana y salva.
Burgdorff: Doug, tú nos contaste que sentiste la presencia del Amor en Vietnam. ¿Acaso no son las aguas de arriba realmente aguas de Verdad y Amor? Ciencia y Salud las describe como: "inundaciones de Amor". Dice: "La manera de extraer el error de la mente mortal es verter en ella la verdad mediante inundaciones de Amor".Ciencia y Salud, pág. 201.
Little: Tuve una experiencia muy interesante que ilustra este Amor divino. Le hice un favor a una persona, pero interpretó totalmente mal mis móviles al extremo que se enojó mucho y me amenazó de muerte. Cuando llegué a casa después de hablar con él, sentí que mi vida estaba en peligro. Durante la noche canté himnos y oré, afirmándome en la protección y el amor de Dios. Oré para tener un sentido más elevado de amor hacia este hombre que había interpretado mal mis acciones.
Hice esto todas las noches durante una semana. Luego sucedió algo notable. Esta persona me llamó por teléfono y me pidió disculpas por su comportamiento, diciendo que realmente había querido hacerme daño, y que lamentaba mucho haber abrigado esos sentimientos. Esto me impresionó mucho porque me hizo comprender el poder del Amor divino.
Burgdorff: Realmente nos protegemos de nuestros enemigos al amarlos. Las aguas de arriba representan el amor que nos permite ver la individualidad espiritual de cada hombre como la naturaleza pura y sin pecado que Dios creó en el primer capítulo del Génesis. Cuando Dios le habló a Su creación, Él dijo que todo lo que había hecho "era bueno en gran manera".
Little: Esta creación "buena en gran manera" que es la manifestación del Amor divino, nunca puede ser alterada por el vapor. Hay un pasaje hermoso en el Cantar de los Cantares de Salomón, que se refiere a las aguas de debajo de la tierra. Dice: "Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos". Cant. 8:7.