En los momentos de aflicción en que vio que su casa era invadida por las aguas, una familia brasileña se apoyó en la oración basada en la comprensión espiritual de cuál es el verdadero hogar. Esta palabras de aliento del libro de los Salmos fueron una fuente de inspiración y esperanza, durante esos días tan tumultuosos: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza". Salmo 46:1-3. El año pasado, El Heraldo de la Ciencia Cristiana en portugués, O Arauto da Ciência Cristã, transmitió un programa radiofónico en que
residente de Blumenau, relató a la productora como oró, junto con su familia, durante una de las inundaciones más devastadoras ocurridas en esa ciudad.Rita de Almeida: En 1983, hubo una gran inundación en Blumenau, lo que no ocurría hacía varias décadas. El nivel del río Itajaí-Açu subió rápidamente a 16 metros por encima del nivel normal, y nos tomó de sorpresa. La inundación llegó a nuestro barrio tan de prisa que no hubo tiempo para tomar medidas preventivas.
Nos dio un susto muy grande. Primero comenzamos a recibir en nuestra casa a varios vecinos cuyas residencias estaban ya inundadas. Ellos traían consigo todas las pertenencias que habían conseguido salvar. De este modo, ayudamos a varias familias. Pero la creciente continuó empeorando, hasta que nosotros también tuvimos que abandonar nuestra casa, a esa altura ya invadida por casi un metro de agua.
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