Esta es la historia de un joven valiente que confiaba en Dios con todo su corazón. De ser pastor y músico, David llegó a ser guerrero y luego un gran rey. A lo largo del camino hizo cosas maravillosas y también cometió muchos errores, que le enseñaron lecciones y lo hicieron más sabio. Tanto es así, que aunque vivió hace casi tres mil años, la gente todavía recurre a su historia en la Biblia en busca de consuelo y consejo (1 Samuel y 2 Samuel).
David, el pastor
Cuando era jovencito, David cuidaba de las ovejas de su familia. Necesitaba encontrar campos de pastos tiernos y agua para que comieran y bebieran. Cuando una oveja se perdía, la tenía que encontrar.
La Biblia cuenta que David aprendió a confiar en Dios, y Dios lo ayudaba a cuidar de las ovejas. Cuando un oso se acercó a las ovejas, Dios las protegió para que no les hiciera daño. Dios las salvó hasta de un león hambriento.
Con esa evidencia del amor de Dios, David aprendió que nunca debía de tener miedo. Sabía que Dios estaba siempre con él.
David y Goliat
Los filisteos estaban en guerra con los hijos de Israel. Tres hermanos de David formaban parte del ejército del rey Saúl, y el padre de David le pidió que les llevara comida.
Cuando David llegó con la comida, escuchó comentarios acerca de Goliat. Goliat era un gigante de casi tres metros de alto. Su armadura pesaba más de 75 kilos. Goliat había desafiado a los israelitas a un duelo, pero era tan grande y feroz que nadie quería pelear con él.
David se acordó del poder de Dios, y dijo que nadie tenía que tener miedo de Goliat: “Yo pelearé con él”. El rey Saúl lo miró y vio que era muy joven. Pero David le contestó con valentía que, así como Dios lo había protegido del león y del oso, Dios lo protegería de Goliat.
La confianza que David tenía en Dios le dio confianza al rey también. El rey Saúl decidió prestarle su armadura y sus armas. Pero David se las quitó, porque nunca las había usado. Confiaba más en Dios que en la ayuda del rey.
De modo que David tomó su báculo de pastor y cinco piedras lisas para su honda. Esto era lo que siempre usaba para defender a sus ovejas. Entonces salió a pelear con Goliat.
Cuando Goliat vio a David, se rió de él. David era tan joven, y ni siquiera tenía puesta una armadura.
Pero David corrió colina abajo hacia Goliat. Puso una piedra en su honda y la disparó con mucha fuerza. La piedra golpeó a Goliat en la cabeza y éste cayó a tierra muerto. Los israelitas estaban muy agradecidos. David había salvado su ciudad de los filisteos.
David y el rey Saúl
Saúl fue el primer rey de Israel. David era oficial de su ejército, y Jonatán, el hijo de Saúl, quería a David como a un hermano. David ganó una batalla tras otra y se transformó en un héroe.
Saúl no se sintió feliz al ver esto. Estaba celoso y temeroso de David porque pensaba que tal vez querría sacarle la corona. Pero David no tenía esos planes. No obstante, Saúl llegó a sentir tantos celos que trató de matar a David, pero Dios lo protegió.
En una ocasión David y sus seguidores estaban en En-gadi, un oasis cerca del Mar Muerto. Los espías de Saúl le dijeron que David estaba allí. Entonces Saúl tomó tres mil soldados y salió a buscarlo. David y sus hombres se escondieron en una cueva. El ejército buscaba por todas partes y entonces Saúl entró a descansar en la cueva donde David estaba, pero no sabía que David estaba allí.
Los hombres de David querían matar a Saúl, pero David no se los permitió. Entonces se le ocurrió una idea. Sin hacer ruido se acercó al rey por detrás y cortó un pedazo pequeño del manto del rey.
Muy pronto Saúl se fue de la cueva. Cuando vio que no había peligro, David salió de la cueva. Entonces preguntó al rey: “Rey Saúl, ¿por qué no confías en mí? Mira, estuve tan cerca de ti que pude cortar un pedazo de tu manto. Pero no te hice daño”.
Cuando el rey escuchó a David, se puso a llorar y dijo que David era un buen hombre. Saúl comprendió que había cometido un error. Y por un tiempo hubo paz entre ellos.
David se encuentra con Abigail
David se enteró de que Nabal, un hombre rico de Carmelo, estaba esquilando sus ovejas. El Festival de la Esquila era una época feliz llena de fiestas y celebraciones.
David y sus hombres habían ayudado a los pastores de Nabal a defender su rebaño de ovejas de ladrones y animales salvajes. De modo que pensó que Nabal los recompensaría a él y a sus hombres por su trabajo.
Pero Nabal era egoísta y avaro. Cuando llegaron los hombres de David, no les dio nada y los insultó. Los hombres se enojaron mucho y regresaron y le contaron a David todo lo que Nabal había dicho.
David se enojó mucho también. Entonces reunió cuatrocientos hombres y salió para matar a Nabal y a toda su gente.
Los pastores de Nabal sabían que éste había actuado muy tontamente. Entonces corrieron a contarle a Abigail, esposa de Nabal, lo que había ocurrido. Ella rápidamente hizo que los hombres empacaran un generoso regalo para David y sus hombres. Luego montó en su asno y salió al encuentro de David orando a Dios para que la ayudara.
Cuando se encontró con David y sus hombres, ella corrió a él y se inclinó a tierra frente a él. Le suplicó que perdonara el insulto de Nabal.
Las oraciones de Abigail conmovieron el corazón de David, y éste dejó de estar enojado. Aceptó su regalo y le dijo que regresara a salvo a su casa. El valor, sabiduría y bondad de Abigail salvaron su hogar y familia de la destrucción.
David es rey
Cuando murió Saúl, David se transformó en rey. Unió los reinos de Judea e Israel, e hizo de Jerusalén su capital. Pero el reino de David no fue pacífico. Hubo frecuentes batallas con las tribus vecinas así como también guerras civiles.
Posteriormente, uno de sus hijos, Absalón, trató de poner al pueblo en su contra. También David cometió algunos errores graves. Se enamoró de una mujer casada, Betsabé, e hizo que mataran a su esposo en batalla.
David a menudo recurría a Dios en busca de ayuda y guía, no sólo cuando estaba en peligro o sufría por los errores cometidos. Esta confianza en Dios hizo que fuera un excelente rey.
La Biblia dice que David escribió varios salmos. Muchos de estos salmos dicen que Dios es una gran ayuda en momentos de dificultades. Eso fue algo que David aprendió una y otra vez durante su vida.