Participantes: de Ghana, de Australia, y de Argentina.
Carl — Para mí es muy importante ser generoso y pensar en contribuir a una relación en lugar de ver qué es lo que se puede obtener de ella.
Federico — Y la honestidad es fundamental para tener una buena relación. Para que la relación funcione debe haber confianza mutua.
Carl — Yo me llevo muy bien con mis padres. Estoy muy agradecido por todo lo que me han dado, la libertad y las oportunidades. Ellos quisieron que tuviera las mejores experiencias, y no importaba si yo no las apreciaba entonces, o que fuera un hijo insorportable. De ellos aprendí a dar y seguir dando. Y cuando miro en retrospectiva veo que tengo una estupenda relación con mi familia.
Oko — Yo tengo algunas relaciones buenas, pero la relación más fuerte es con mi Padre-Madre, que es Dios. Nosotros no podemos ver a Dios con nuestros ojos, pero cuando nos vemos los unos a los otros, vemos al reflejo de Dios. Es hermoso.
Federico — Es un amor incondicional, y creo que es muy importante compartirlo con todos. Ese amor donde no esperas nada a cambio, simplemente das. No tiene límites y no tiene fin.
Juan — Dios te satisface plenamente. Y una vez que comprendes eso, puedes tener buenas relaciones con toda clase de gente.
Federico — Cuando vine a vivir a los Estados Unidos, había una maestra que por alguna razón yo no le caía bien. Yo no tenía idea de qué había hecho o dicho para que se sintiera así. Hablé con mi mamá sobre esto, y me dijo que no entrara a la clase esperando que la maestra fuera mala conmigo, sino que la viera como la hija de Dios. La vi entonces como alguien bondadoso. Cuando cambié mi pensamiento, el comportamiento de la maestra hacia mí cambió totalmente. Se transformó en una persona a quien llegué a apreciar y respetar.
Juan — Cuando alguien se comporta mal contigo, es muy importante comprender que tanto la persona como tú, son inocentes ante los ojos de Dios. En una ocasión mi novia me escribió una carta bastante agresiva porque yo me había comportado mal. En el momento que leí la carta, me sentía tan en paz conmigo mismo, que la carta no me hizo daño alguno. Le contesté diciendo: “Lamento haberte hecho sentir de ese modo”. Después de eso, fuimos muy buenos amigos. Es increíble cómo, cuando te sientes en paz, dejas de juzgar a la otra persona y puedes reaccionar con mucha bondad.
Carl — Siempre que veo a alguien que necesita ayuda, y estoy en condiciones de ayudar aunque sea inconveniente para mí, encuentro una enorme satisfacción en hacerlo.
Federico — Es verdad. Mi mejor amigo y yo hace siete años que nos conocemos, aunque nunca lo planeé de esa forma. Cuando nos hicimos amigos, yo era tan solo un amigo que trataba de estar atento a sus necesidades, haciendo todo lo que podía. Si me necesitaba por cualquier cosa, si necesitaba un consejo o hablar acerca de ciertas cosas, yo siempre estaba allí para ayudarlo, y él estaba siempre allí para ayudarme a mí.
Oko — La clave es tener una fuerte afinidad con tu Dios, y cuando dependes de esa manera de tu Dios, te sientes completo. No te sientes tan atado emocionalmente.
Yo también me he visto perjudicado muchas veces. Quise depender de mi hermano, o tal vez de mi papá, mamá, un amigo, o quien fuera. Pero con Dios no tienes dudas. Te sientes seguro ciento por ciento, llueva o truene. Sea de día o de noche, Dios estará siempre allí para ayudarte. Continuamente, 24 horas al día, siete días a la semana.
Juan — Cuando pienso en amar a Dios, pienso más que nada en comprender quién soy yo. Una vez que comprendes eso, es importante ver quiénes son los demás. Tienes que comenzar a ver a las otras personas, y amar a los demás estableciendo relaciones sólidas con ellos.
Federico — Una vez que estableces tu relación con Dios, es como si todo lo demás en tu vida fluyera naturalmente.
Carl — Algo importante sobre nuestra relación con Dios, es que no podemos hacer nada por ella, porque no la empezamos nosotros. Lo que debemos hacer es reconocer esa relación. Con los demás, y especialmente con las chicas y novias, al principio todo parece andar regio. Pero después de un tiempo, si realmente valoras esa relación, tienes que poner más de ti mismo que simplemente querer pasar el tiempo juntos. Tienes que entregarte más. Es importante tener en cuenta el crecimientro espiritual de la otra persona así como tu propio crecimiento espiritual. Es allí cuando la relación se va a fortalecer.: )