Cuando Estaba en la universidad tenía un amigo que salía con una compañera de estudios. Como estaba muy celosa dejé de hablarle a ella. Pero no me sentía bien con esta decisión.
Luego, cuando llegó la Navidad y estaba de vacaciones en casa, me puse a orar. Tuve el deseo de sentirme bien con todos los que me rodeaban, incluso la persona que salía con mi amigo. Sabía que Dios es perfecto, y que mi amigo, esta chica y yo éramos perfectos a la vista de Dios.
También sabía que los celos no provienen de Dios, no son una de Sus cualidades.
Quería saber cómo comunicarme con esta chica, y decirle que me sentía muy afligida y que lamentaba lo que había hecho. En esa época en que oraba, recibí una tarjeta de Navidad de ella. Allí me decía que quería ser mi amiga. Sus palabras estaban llenas de amor, y cuando las leí, mi corazón dio un vuelco.
Esta actitud de haber enviado una tarjeta a alguien que no había sido buena con ella, me hizo sentir mucha humildad. Respondí a su tarjeta, y cuando las clases comenzaron de nuevo nos hicimos muy amigas. Y esta amistad continúa hoy día.: )