Por Cinco generaciones nuestra familia ha conocido y practicado la Christian Science, y ha tenido muchas curaciones por medio de la aplicación de sus enseñanzas, que se basan en la Biblia. Una curación en especial es un hito para mí porque trajo, y sigue trayendo, mucho crecimiento espiritual a mi experiencia.
Durante una época difícil, en la que habíamos perdido nuestra casa durante la guerra y no sabíamos el paradero de mi padre, me enfermé de polio. Debido a las reglamentaciones que había respecto a las enfermedades infecciosas, fui recluida en la sala de cuarentena de un hospital. Los médicos le dijeron a mi madre que había pocas esperanzas y que no podían hacer nada más por mí. Si sobrevivía, era probable que quedara seriamente discapacitada.
Mi madre oyó este pronóstico, pero, como ella me contó después, no lo aceptó. Después de todo, por medio de su estudio de la Ciencia divina, había aprendido a recurrir a Dios siempre que tenía preocupaciones y dudas. Y así, empezó a darme tratamiento por medio de la oración, a pesar de que cuando tuvimos que huir de nuestra casa, había perdido toda su literatura de la Christian Science. Ella dependía de lo que había aprendido de memoria y de su confianza incondicional en el Amor divino y sus leyes.
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