Celebré Mi Navided más memorable en 1944. Fue mi primera Navidad lejos de casa, y transcurrió en Alemania, porque era miembro de una compañía de infantería del Ejército de los Estados Unidos. Acabábamos de participar en la Batalla de Bulge, durante la cual nuestra compañía había sufrido muchas bajas. Hacía un frío inaguantable.
En Nochebuena, otro soldado que era muy amigo mío y yo, fuimos asignados para formar una patrulla de reconocimiento de dos hombres, y observar el movimiento de tropas el Día de Navidad, en un cruce de caminos en poder de los alemanes. Teníamos que dejar nuestra posición antes del amanecer, y regresar después del anochecer. No era posible hacer un reconocimiento aéreo debido a las inclemencias del tiempo.
Al deslizarme adentro de mi trinchera después de recibir mis órdenes, me embargó una profunda soledad y temor por lo que podría ocurrir en esa tierra de nadie adonde me habían ordenado ir. Las perspectivas de pasar una Navidad feliz parecían muy improbables.
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