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Superó el temor a la muerte

Del número de diciembre de 1999 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cuando Empecé a leer sobre la Christian Science en Ciencia y Salud, me fui dando cuenta de que encierra muchísimas verdades, le va abriendo a uno el pensamiento. Hay un capítulo que se llama "La oración", que en lo personal me despertó bastante interés, porque nos enseña realmente a acercarnos más a Dios por medio de la oración.

Una de las cosas que la Christian Science me ha enseñado es que Dios nos hizo ya completos, que toda Su obra es completa, y esto me llevó a eliminar el deseo de fumar. Esto fue natural y muy bonito.

Mediante el estudio de las Lecciones Bíblicas del Cuaderno Trimestral de la Christian Science, tuve una curación muy hermosa. En ese entonces yo tenía miedo de morir, y ese temor se acrecentaba cuando llegaba la noche, a tal punto que no me quería dormir. Era una creencia que tuve muchos años, lloraba bastante, sufría y hacía sufrir a los que vivían conmigo.

Pero a través de las Lecciones Bíblicas comprendí que Dios es Vida y que nosotros somos Sus hijos, hechos a Su imagen y semejanza, y que manifestamos esa Vida que es Él. También empecé a comprender que somos espirituales y eternos y que Dios por ser el Amor, es todo, y esto fue eliminando ese miedo. Entonces ya no tuve razón alguna de temerle a la muerte. Ahora duermo tranquilamente, muy feliz, sabiendo que siempre estoy bajo la protección y el cuidado de Dios.

Otra de las cosas que corregí es que pensaba que al orar tenía que repetir ciertas frases, y que si las repetía yo estaba bien con Dios. Pero al leer el capítulo de "La oración" poco a poco fui aprendiendo la verdad de lo que dice Jesús: "Cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público" (Mateo 6:6).

Con esto percibí que con la oración aprendemos que somos los hijos perfectos de Dios, y que Dios hizo Su obra y la hizo bien. Esta oración en la que comprendemos lo que es Dios y que somos Sus hijos espirituales, es muy poderosa, y se ha manifestado bellamente en mi vida y en la de los que me rodean, pues ahora veo en todos a ese hijo de Dios, espiritual y perfecto, con mucho amor, con mucho cariño. Es algo muy hermoso realmente.


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