AL CONOCER la Christian Science comencé a captar el verdadero concepto de lo que es Dios como Espíritu, como sustancia infinita, que satisface todas nuestras necesidades. Estoy aprendiendo a conocer a Dios, como Espíritu, como ser incorpóreo que no tiene una figura humana; y que para recurrir a Él no necesitamos de intermediarios como figuras o imágenes, sino que Él responde directamente a nuestra conciencia. A través de este conocimiento aprendemos que tenemos una relación directa con Dios porque somos Sus hijos, creados a Su imagen y semejanza.
Esto trae frutos a nuestra vida, trae soluciones a problemas de relación, de provisión. Trae curación.
Cierto día me encontraba en la oficina y mi hija me llamó para contarme que mi hijo, que tenía tres años, no se sentía bien debido a una alergia que le había desfigurado la cara por la hinchazón. Esto lo llevaba a rascarse continuamente.
De inmediato recurrí a Dios para saber que mi hijo era la manifestación directa de Su naturaleza totalmente pura y perfecta, de Su naturaleza íntegra, donde no había elemento destructivo ni dañino que pudiera alterar la relación perfecta de Dios con el niño. Gracias a esa reflexión, a ese conocimiento de lo que era Dios como Padre-Madre, responsable de la salud y de la vida de mi hijo, la hinchazón comenzó a desaparecer, y al cabo aproximadamente de una hora, su rostro recuperó su forma normal.
Después de cierto tiempo lo encontré jugando y ocupado en sus cosas de niño. Nunca volvió a presentarse esta situación y la experiencia que obtuve ha sido siempre motivo de enorme agradecimiento a Dios.
Santafé de Bogotá, Colombia
