¿Cómo Hace Usted para llegar a una meta determinada con la mayor seguridad posible? ¿Escoge un camino muy transitado y con muchas encrucijadas, la mayoría de las cuales no conducen a esa meta, o un camino poco transitado que le garantiza llegar a destino? Estoy segura de que escogería este último, ¿no? Lo mismo se aplica cuando se trata del cuidado de la salud.
A lo largo de la historia se han descubierto muchas formas de combatir las enfermedades, y podemos resumirlas en dos métodos esencialmente distintos: uno, el más común, se apoya en medios materiales, y el otro en medios espirituales.
Hoy, mucha gente presta atención a lo que puede ver o tocar. Se deja guiar por el testimonio de los sentidos físicos, y por eso se tiene la tendencia a recurrir a medios materiales para aliviar las dolencias físicas, medios que parecen en primera instancia más fáciles y requieren de muy poco esfuerzo espiritual. Parten de la premisa de que la salud es una cualidad de la materia, la cual, de acuerdo con las leyes físicas, se puede degenerar y enfermar. Desde este punto de vista, se piensa que la aplicación de antídotos materiales contrarrestan los efectos de esas leyes, normalizando el estado del cuerpo humano.
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