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Dios también cuida de los animalitos

Del número de mayo de 1999 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Danielito tenía una gatita. Le puso de nombre D'ángelo. Le gustaba ese nombre. Era el nombre de un león grande del circo, pero D'ángelo no se parecía para nada a un león. Era pequeñita y tenía pelo blanco con dos manchas negras, una en la punta de la nariz y la otra en la punta de la cola.

Danielito quería mucho a D'ángelo. Pero cuando la gata fue adulta, empezó a hacer algo muy extraño. Se rascaba la piel alrededor del cuello y se arrancaba el pelo. Danielito intentó detenerla, pero cuando él no la estaba mirando, ella se rascaba y se volvía a arrancar el pelo. Danielito le contó esto a su mamá. Él quería ayudar a D'ángelo.

Su mamá le recordó lo que estaba aprendiendo sobre Dios en la Escuela Dominical. Había aprendido los nombres de Dios que lo ayudaban a entender cómo es Dios. Uno de los nombres de Dios es Mente. Su mamá encontró el libro y la página en la que podemos leer esto. El libro es Ciencia y Salud, y en la página 469 dice: "Mente es Dios". Danielito lo pudo leer por sí mismo.

Él sabía orar. Sabía que tenía que empezar con Dios. Él y su mamá hablaron sobre esto. ¿Dónde está la Mente, Dios? ¿Qué hace la Mente? ¿Qué sabe la Mente?

Danielito sabía las respuestas. Dios está en todas partes, por eso la Mente está en todas partes. Lo que hace la Mente es saber y puesto que Dios es la única Mente, Él sabe todo lo que hay que saber. La Mente tiene las ideas que Dios crea.

Danielito sabía que Dios es bueno, por eso las ideas de Dios deben ser buenas. Su mamá le leyó de la Biblia: "Vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera". Gén. 1:31. Danielito oró para saber cómo era D'ángelo siguiendo esta manera de pensar, sabiendo que todo es bueno.

Su mamá oró también. Y mientras pensaban en esto, se ocuparon de D'ángelo con mucho cariño. Para mantener su cuello limpio, le hicieron un collar especial con uno de los calcetines del papá de Danielito. Le cortaron la punta y se lo pusieron a D'ángelo por la cabeza. Cupo perfectamente alrededor de su cuello. Era un calcetín blanco por eso D'ángelo seguía siendo toda blanca excepto por sus manchas negras en la punta de la nariz y de la cola.

Un día D'ángelo estaba tranquilamente tomando sol en la terraza, lavándose la cara con su pata. La mamá de Danielito pasó a su lado y de pronto le vino un pensamiento muy poderoso: "La idea de Dios, la gata, ¡es perfecta!" Ella sabía que este pensamiento provenía de la Mente, Dios. ¿Cómo lo supo? (Después de todo, D'ángelo todavía no parecía perfecta ante la vista.)

La mamá de Danielito había estado pensando en lo que Dios sabía sobre D'ángelo. Y cuando escuchó este mensaje, supo que no era un pensamiento "inventado". Sabía que venía de Dios. Era lo que Dios sabía, ¡y no había vuelta que darle! Se lo contó a Danielito y los dos estuvieron seguros de que Dios los estaba ayudando. Dios nos habla y nosotros lo oímos a Él en nuestros pensamientos cuando escuchamos.

Lo que sucedió después hizo a Danielito muy feliz. D'ángelo dejó de rascarse y arrancarse el pelo. A Danielito y a sus padres les dio mucho gusto tirar el collar de calcetín. D'ángelo no lo precisaba más.

La mamá de Danielito le habló de la mujer que escribió el libro tan importante que dice que la "Mente es Dios". Tenía un nombre de tres palabras: Mary Baker Eddy. La Sra. Eddy también quería a los animales. Y cuando era chica vivía en una granja en la que había muchos animales para cuidar. Ella los ayudaba cuando se enfermaban. Les cantaba himnos y se ocupaba de ellos hasta que estaban saludables y fuertes.

Esto es lo que la Sra. Eddy le dijo a un amigo tiempo después: "Ponía a los pollitos chiquitos que parecían enfermos en mi falda sobre mi vestido y los tomaba en mis manos hasta que los escuchaba revolotear y encontraba al pollito activo, fuerte y deseoso de salir corriendo cuando lo pusiera en el suelo, y así lo hacía". Notas de Irving C. Tomlinson, Departamento de Historia de La Iglesia Madre. Fueron usadas como base para su libro Twelve Years with Mary Baker Eddy.

Danielito estaba muy contento porque su gata estaba sana. Pero por encima de todo, le gustaba saber que Dios nos dice lo que es verdad. Siempre podía escuchar y aprender directamente de Dios, igual que lo hacía su mamá. Tú también puedes escuchar y aprender de Dios. Y puedes orar por un amigo o un animalito doméstico, exactamente como lo hicieron Danielito y su mamá.

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