Danielito tenía una gatita. Le puso de nombre D'ángelo. Le gustaba ese nombre. Era el nombre de un león grande del circo, pero D'ángelo no se parecía para nada a un león. Era pequeñita y tenía pelo blanco con dos manchas negras, una en la punta de la nariz y la otra en la punta de la cola.
Danielito quería mucho a D'ángelo. Pero cuando la gata fue adulta, empezó a hacer algo muy extraño. Se rascaba la piel alrededor del cuello y se arrancaba el pelo. Danielito intentó detenerla, pero cuando él no la estaba mirando, ella se rascaba y se volvía a arrancar el pelo. Danielito le contó esto a su mamá. Él quería ayudar a D'ángelo.
Su mamá le recordó lo que estaba aprendiendo sobre Dios en la Escuela Dominical. Había aprendido los nombres de Dios que lo ayudaban a entender cómo es Dios. Uno de los nombres de Dios es Mente. Su mamá encontró el libro y la página en la que podemos leer esto. El libro es Ciencia y Salud, y en la página 469 dice: "Mente es Dios". Danielito lo pudo leer por sí mismo.
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