Cuando estaba en el primer año de la facultad, en el curso de cinematografía, unos estudiantes de último año estaban produciendo un cortometraje, y yo me ofrecí para ser parte del equipo. Era la primera película en que participaba. Uno de los estudiantes más adelantados, un muchacho muy agradable, me enseñó a hacer el trabajo. A veces trabajábamos juntos, y yo tenía la impresión de que era gay.
Estábamos filmando en una pequeña ciudad del interior y nos alojábamos en un hotel. Una noche, ese muchacho me llamó para hablar conmigo. No sé por qué, pero pensé que se iba a echar un lance conmigo. Así que de inmediato recurrí a Dios con todo mi corazón en busca de ayuda y guía.
Cuando nos pusimos a hablar me dijo directamente que era homosexual y que quería tener relaciones sexuales conmigo. Me dejó estupefacto. Mi primer impulso fue ser agresivo, insultarlo y salir de ahí. Pero rechacé ese impulso. Seguí la inspiración divina de ser paciente y amable con él. Con mucha calma rehusé su invitación y simplemente le dije que no quería tener relaciones sexuales con un hombre.
Pero para mi sorpresa, continuó insistiendo y tratando de convencerme. Usó varios argumentos para que cambiara de idea.
Yo me sentía muy incómodo con la situación, pero me negué a odiarlo o a verlo como algo menos que un hijo de Dios. Sentí la fuerte inspiración de verlo como Dios lo ve, puro y bueno, y de amarlo espiritualmente, como Dios lo ama. Con mucha paciencia, continué dándole mis razones para no querer envolverme en una relación homosexual. Hablé con mucha franqueza y honestidad. Le dije que lo respetaba y que seguiría siendo su amigo.
Después de un rato, dejó de insistir, y comenzó a agradecerme por ser tan tranquilo y atento con él. Entonces tuvimos una conversación muy amigable. Yo me sentí muy aliviado y feliz, porque una situación que podría haber resultado en enojo y resentimiento, se transformó en una buena amistad.
Más adelante, me invitó a editar la película con él, que para mí fue una gran oportunidad para aprender más sobre cine. Trabajamos juntos un mes entero, y nunca más trató de echarse otro lance conmigo. Hubo un gran respeto mutuo y hasta el día de hoy somos amigos.: )
